Babilonia Literaria Hacemos foco hoy en reseñas que salieron en la temporada
2022, hablando sobre libros de autores nacionales e internacionales. En esta
nota, recordamos “Los llanos” + “El viento que arrasa”, del Club de Lectura +
El lector de Julio Verne y “Luz de febrero”.
Los llanos + El viento que arrasa
Durante el primer cuatrimestre del año, desde el Club de Lectura coordinado por Florencia Vercellone, se invitó a leer/analizar/disfrutar cuatro novelas contemporáneas de autores argentinos. Dentro del programa se encontraban “Los llanos”, del cordobés Federico Falco y “El viento que arrasa”, de la entrerriana Selva Almada.
Dos libros que se sumergen en dos atmósferas solitarias, una en el infinito horizonte rural de la pampa argentina y otra en el selvático litoral. Dos relatos agudos, profundos, precisos que invitan a mirarnos a nosotros mismos cuando atraviesa la soledad.
Narrada en forma pausada, esta novela del cordobés Federico Falco (General Cabrera), nos invita a asomarnos a la vida de un hombre que se aleja del mundo y se instala en una casa en el medio de un campo –tal vez por un tiempo, tal vez para siempre- para sanarse de una herida de amor. O quizás lo hace para entender quién es él a fin de cuentas, cuando no hay nadie cerca y ni siquiera puede/quiere hacer lo que más le gusta, escribir. O para rememorar los orígenes de su familia inmigrante. O acaso lo hace, tan solo, para aprender a cultivar una huerta.
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En “El viento que arrasa” hay cuatro personajes que se encuentran ¿azarosamente? un día cualquiera en un camino perdido del interior chaqueño (y apunten el lugar porque el paisaje provincial, su insoportable calor y la soledad de su gente serán cruciales para darle clima a la novela). Estos cuatro personajes son: el Reverendo Pearson y su hija Elena (nadie la llama Leni salvo la narradora), el Gringo Brauer (un mecánico de la zona) y su ayudante Tapioca (José). El relato comienza cuando ellos se encuentran y esos mundos a los que cada uno pertenece comienzan a rozarse.
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El lector de Julio Verne
Una de las noticias más tristes del 2021 fue la muerte de la española Almudena Grandes, autora que ha dejado inolvidables libros y una saga que todavía no llegó a su fin. Hablamos de “Episodios de una guerra interminable”, que incluye hasta el momento 6 títulos en total, uno de los cuales es “El lector de Julio Verne”, que aquí reseñamos dando 5 razones para leerlo.
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Narrar la vejez
Y por último, también del plano internacional, proponemos la lectura de “Luz de febrero”, de la norteamericana Elizabeth Strout, que continúa en esta novela con la historia de Olive Kitterdige, una maestra jubilada que vive en un pequeño pueblo de la zona norte y que en el ocaso de su vida se detiene a revisar los vínculos con su familia y quienes la rodean.
“Olive” esa maestra retirada que en el primer libro nos relataba un fragmento de 25 años de su vida mientras es adulta e intenta resolver los problemas de su matrimonio y su hijo, se observa en esta segunda novela ya en un registro desde su longevidad (ya viuda en pareja con su vecino Jack Kennison), cuando el calendario marca sus casi ochenta años.
Y allí es donde se ubica uno de los puntos más fuertes de la historia. La vejez como punto de partida para narrar la soledad y el paso del tiempo, los vínculos familiares que se sostienen o desaparecen, el deseo y el amor, la compañía y sus instantes de felicidad.
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