El próximo domingo estrena en Netflix la cuarta temporada de una de las series más vistas en todo el mundo. Hablamos de la producción que narra la vida de la Reina Isabel II y una historia familiar que ha traspasado las puertas del palacio de Buckingham para estar en boca de todos.
Como tantas veces ocurre, las historias reales son mucho más interesantes para llevar a la pantalla que aquellas que se construyen desde la ficción. No es que no haya talentosos guionistas en el mundo, pensando nuevos relatos, sino que nada atrae más que aquello que parece inverosímil y –sin embargo-, ocurrió.
Una reina que llega al poder prematuramente, tras la muerte repentina de su padre y que se hace cargo del rol que le toca asumir, a pesar de que siempre renegó de estar en la primera línea sucesora. Una hermana que se convierte –aun sin quererlo- en su antagonista, y no dudará en salpicar de escándalos su figura pública y manchar –como pueda-, el esplendor de la cordial y correcta reina. Una sociedad que -poco a poco- se enfrentará a cambios políticos, culturales y filosóficos a lo largo del conflictivo siglo XX, y que la obligarán a modificar leyes, normas e ideologías que comienzan a ser vetustas. Y por último, una descendencia que se irá desligando década tras década de lo que significa la monarquía para el mundo real, convirtiendo las diferencias internas de una familia en cuestiones de estado.
Estos y otros tantos ingredientes más, hacen de The Crown uno de los mejores dramas de la TV actual, no sólo por poner en pantalla casi un siglo en la vida de la realeza, sino por reconstruir un mundo que se fue convirtiendo –poco a poco- en otro.
Por eso el estreno de esta nueva temporada mantiene en vilo a millones de televidentes en todo el mundo hasta que llegue el día domingo y podamos descubrir cómo sigue (aunque ya lo sabemos), esta historia tan particular.
Las novedades de la Cuarta Temporada
Tal como lo había anticipado el año pasado su creador, Peter Morgan, la cuarta temporada de The Crown será una de las más polémicas, ya que desplegará sobre la mesa el cruce de la reina –en la piel de Olivia Collman- con otras dos personalidades fuertes que quedarán en la historia de Inglaterra para siempre, como Margaret Thatcher y la princesa Diana.
Será sin dudas una temporada marcada por la presencia femenina, donde la Isabel II enfrentará conflictos con la Primera Ministra en llegar al poder y la joven de cara angelical que se convertirá en esposa de su hijo Carlos, a pesar de las grandes diferencias que todos ven, puertas adentro.
Además de Colleman, se mantendrán en el reparto la mayoría de los actores y actrices de la última entrega de la serie, donde se encuentran también Tobias Menzies como el príncipe Felipe, Helena Boham Carter como la princesa Margaret, Josh O’Connor como el príncipe Carlos, Erin Doherty como la princesa Anna y Emerald Fennell como Camilla Parker Bowles –quien pretende a Carlos-. Pero llegan a ocupar sus puestos, y de manera estelar, Emma Corrin como la joven Lady Di y Gillian Anderson (Sex Education), como la Dama de Hierro Margaret Thatcher.
Casi cerrando la década del 70, esta temporada comenzará en 1979, abordando de manera completa los años ´80 hasta los ´90, atravesando así conflictos claves en el reinado de Isabel, como son, la Guerra de Malvinas en Argentina en 1982, un atentado terrorista del IRA con víctima real y el polémico enlace matrimonial del príncipe Carlos con la princesa Diana en 1981.

¿Te animás al maratón?
Si todavía no viste The Crown y querés sumarte al estreno, la buena noticia es que todas sus temporadas anteriores están disponibles en Netflix y son un excelente plan para maratonear el fin de semana antes del domingo.
A continuación, un punteado con lo principal de cada entrega:
Temporada 1: Abarca desde 1947 a 1955. En los primeros capítulos se muestra a la futura Reina Isabel II (Claire Foy) como la princesa consentida del padre, el Rey Jorge VI (Jared Harris), junto a su hermana, la princesa Margarita (Vanessa Kirby). De perfil bajo, sumamente introvertida e inteligente, la joven Elizabeth es consciente que deberá suceder a su padre, pero confía en que aún le falta mucho tiempo. Mientras tanto, se enamora perdidamente de un codiciado príncipe Felipe (Matt Smith), él responde a su amor renunciando a sus títulos reales, y se casan con todas las pompas. El dato político será que después de varios años, Wiston Churchill (John Lithgow), el líder inglés, es reelegido como Primer Ministro. Promediando la temporada, muere el Rey Jorge y comenzará a prepararse el gran acto de coronación de la nueva monarca que será en 1953.
Temporada 2: Ambientada entre 1956 y 1964. Esta temporada estará centrada en la consolidación de Isabel II en el poder y de cómo esta nueva vida modificará sus vínculos filiales y sociales. Es realmente interesante cómo se describe ese traspaso de piel de la princesa a la reina, de la mujer y madre a la figura política, y de la persona ingenua ante los problemas del país a la estratega de una potencia mundial, que comienza a manejar a su entorno como piezas de ajedrez.
Temporada 3: Con un cambio radical en el reparto -que se continúa en esta cuarta temporada- la tercera entrega se ubicó entre 1964 a 1977. Son quizás estos los episodios que más comienzan a encender motores para lo que serán los sucesivos conflictos internos de la familia real que luego explotarán hacia afuera del palacio. Una princesa Margarita totalmente inestable y con problemas de adicción, la figura de Carlos como el primogénito que buscar romper con el status quo de la realeza y una prensa nacional e internacional que cada vez hace más foco en una de las pocas monarquías que quedan en el mundo. Escándalos, cruces, mentiras, reproches y mandatos estarán a la orden del día en este drama familiar al que no le falta nada.