Babilonia Literaria El libro de Rosa Montero presenta una serie de perfiles de mujeres que, a lo largo de los siglos, rompieron con los cánones de su época. Una impecable construcción que rescata aspectos reveladores de la vida de Agatha Christie, las hermanas Brontë, Simone de Beauvoir y Alma Mahler, entre otras.
«Nosotras» de Rosa Montero, reúne una serie de biografías femeninas que la periodista y escritora española editó por primera vez en 1995 bajo el título «Historias de mujeres». En esta reedición agrega casi un centenar de nuevos retratos breves que -en orden cronológico- nos llevan a conocer o a redescubrir a muchas otras que, pese a las imposiciones de la época, supieron abrirse paso y destacarse en diferentes ámbitos como la ciencia, le política, la cultura, la religión, las artes, etc. (entre ellas está nuestra querida Juana Azurduy).
«Cuando saqué mi libro Historias de mujeres en el año 1985 las biografías femeninas no llamaban la atención del público», dice Montero en el prólogo de «Nosotras», lo que demuestra que éste es un momento clave para el renacer del feminismo y que ese deseo por darle voz a las tantas mujeres que fueron invisibilizadas ha cobrado un fuerte impulso en la sociedad actual.
Como si se tratara de una artesana detallista que sabe encontrar lo bello, lo distintivo y los auténtico , Montero perfila con precisión algunos aspectos esenciales de estos personajes elegidos. No las «endiosa» sino que las muestra desde su más simple y a veces hasta bestial humanidad. Su mirada se detiene en ese punto en el que conviven las audacias, los miedos, los triunfos, los fracasos, las presiones, los actos valientes, las cobardías, el dolor, los miedos, las miserias y hasta la locura. Es allí donde se nos devela la esencia no solo de cada una de ellas, sino también de ese colectivo que engloba el término «nosotras» que da título al libro.
Algunas como Agatha Christie, Mary Wollstonecraft, Simone de Beauvoir, Frida Kahlo, Camille Claudel o las Hermanas Brontë seguramente serán más que conocidas para los lectores y lectoras. Sin embargo Montero se esfuerza por mostrarnos aspectos poco conocidos que nos trasladan al mundo interior de cada una de ellas. Vale aclarar que no son biografías convencionales, aquí la documentación, las otras miradas, la interpretación, las fuentes epistolares y el análisis del contexto son fundamentales para comprender el valor de estas mujeres que, en diferentes ámbitos, rompieron con los cánones convencionales y con lo que la sociedad esperaba de ellas.
Hay retratos fascinantes y reveladores como el de Zenobia Camprubí, una mujer brillante que dejó apagar su propia luz absorbida por el poderoso egocentrismo del premio Nobel Juan Ramón Jiménez, su esposo. O la temible y desquiciada Laura Riding, la excéntrica Ottoline Morrell y hasta la increíble historia de María Lejárraga (notable dramaturga cuyas obras eran escritas por ella pero firmadas por su marido).
Cada perfil es también un buen pretexto para entender el período en el que les tocó vivir, pues sus vidas estaban atravesadas por determinadas ideas, revoluciones, guerras, conflictos políticos y sociales, mandatos y movimientos culturales.
En la segunda parte -denominada «Un hervor de mujeres»- emergen una serie retratos más breves, algo así como pequeños retazos de algunas vidas que fueron también injustamente olvidadas por la «Historia oficial».
Aquí se descubre la fuerza, el coraje, la astucia, la inteligencia, la bondad y la entrega de todas aquellas que desde los orígenes de la humanidad hasta nuestros días se esforzaron por dejar una huella. Vale decir que esas huellas fueron, en muchos casos, borradas o pisoteadas por otras más poderosas. Sin embargo con maestría, lucidez y un gran trabajo de investigación, Rosa Montero ha vuelto a ponerlas en el camino.
Por otra parte, en esta bellísima edición cada texto está acompañada por ilustraciones de María Herreros, haciendo de «Nosotras» un libro para atesorar tanto por su contenido como por su arte.
«… Lo que quiero es centrarme en el descubrimiento. En aplicar la lupa y echarle una primera ojeada al bullicio invisible. En regocijarnos al saber que existieron», afirma la autora a la hora de referirse a este texto que no solo habla sobre «ellas» sino de «nosotras» y de ese hilo invisible que nos ha unido y nos sigue uniendo a lo largo del tiempo.
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