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"rampante", un periódico para ver el mundo con ojos de niñxs

“rampante” es un periódico infantil publicado en Córdoba, que presenta esta semana su edición nº5, titulada “Caca y cuetes”. Sus creadoras, Cecilia Alfonso Esteves y Lisa Daveloza, cuentan en esta nota lo original de este proyecto, que propone no sólo diversos momentos de lecturas, sino también la posibilidad de construir -apostando a un formato de diario-, niñxs curiosos, lectores críticos y futuros adultos culturalmente informados.

 

 

Cuentan sus creadoras que, originalmente, esta publicación se iba a llamar “Pan” o “Pancito”, trayendo a colación aquello que alguna vez dijo el editor argentino Boris Spivacow sobre que “un libro debería salir lo mismo que una tira de pan”; pero que la idea fue mutando hasta llegar a “rampante”, que –casualmente- abraza la palabra pan.  De todas maneras, el nombre finalmente elegido, también vincula el proyecto con el mundo de las letras ya que nos lleva directamente a la novela de Italo Calvino “El barón rampante” (1767) que narra la curiosa decisión de un niño de 12 años de irse a vivir a un árbol luego de enojarse con sus padres.

 

Y hago esta aclaración al inicio de la nota porque creo que la elección del nombre “rampante”, tanto por su condición de pan recién hecho al alcance de todos, como por la imagen de ese niño en las alturas, resume lo que el periódico lleva en su interior: “rampante” es alimento en palabras y un deseo de infancia feliz que busca replicarse página tras página y multiplicarse número tras número.

 

¿Qué es?

 

Creado y editado por  las cordobesas Lisa Daveloza –editora, correctora- y Cecilia Alfonso Esteves –ilustradora, diseñadora-, “rampante” es un periódico infantil que nació en otoño del año pasado, que lleva publicado cinco números en total, y que ofrece a niñxs y sus familias una experiencia lectora sumamente interesante a partir de sus cuidados y originales contenido.

Cruzadas cada una de ellas por una temática en particular, sus ediciones abren el abanico a las inquietudes de niños y  niñas en cualquier parte del planeta, porque sería imposible pensar en la infancia sin relacionarlo con la alegría de armar chozas, cantar canciones, mirar películas, descubrir la naturaleza o escuchar historias. La primera publicación, allá por Otoño de 2018, abría el abanico de secciones a partir del disparador de “Pan y Pasto”, y vinieron luego “Cielo y círculos”, «Árboles y alas», “Casa y caminos», hasta llegar hoy a las librerías con “Caca y cuetes”.

 

Así, tierra y aire, agua y madera, formas, olores, sabores y toda aquella materialidad que nos rodea son siempre parte de “rampante”, que desde el vamos fue pensado  como un proyecto atravesado por la sensibilidad de sus creadoras y que, por consiguiente, se recibe de la misma manera.

 

“Hubo muchas variables que se cruzaron a la hora de pensar rampante: nuestras trayectorias como niñas adultas están por supuesto presentes, yo como editora y Ceci como ilustradora, y también como lectoras. Mucho de nuestro deseo, de nuestra emocionalidad estuvo ahí” cuenta Lisa abriendo una charla entre las tres con mates de por medio (aunque Ceci decía presente vía skype desde La Cumbre, donde reside), recordando esos primeros esbozos sobre el diario y hablando sobre ese público para el que está pensado el periódico. “No sé si hubo un lector modelo al que iba dirigido, pero sí estuvo pensado con la expectativa del descubrimiento, de la curiosidad de quien lo lea. Que sea un niño que pueda despertar a nuevas cosas”.

 

Habiendo trabajado juntas previamente en la edición del libro infantil «Plantas comunes y corrientes» (Eduvim), Lisa y Cecilia sintieron tener siempre una “sensibilidad afín” para ciertos detalles, y con esa misma mirada fue que pensaron el periódico, sus temas y formatos. “Era importante para nosotros no hacer algo costoso, sino accesible. Desde el vamos tuvimos eso en cuenta”, señala Cecilia, al tiempo que Lisa comenta: “al leerlo, creemos, subyace la idea de que el cuidado y la calidad está en los diseños, textos, contenidos y no tanto en el soporte. Porque también con Ceci sabíamos que muchos de esos libros cuidados en el papel, bien pensado en sus contenidos son inaccesibles económicamente para el público”.

 

Letras sensibles

 

Accesible. Cercano. Popular. Ellas, sobre todo, querían lograr una publicación al alcance de la mano y con un formato que si bien fuera estable, tenga cierta flexibilidad para contenidos que, sabían, iban a variar según los ejes establecidos edición tras edición.  “Personalmente, como editora de libros, cuando salió el primer número de rampante me pareció alucinante la perfectibilidad del formato, poder corregirse, mejorar con el correr del tiempo”, comenta sincera Lisa, haciendo justamente hincapié en la permeabilidad del diario, que les permite jugar con secciones fijas y móviles.  

Replicando su formato de periódico, “rampante” está divido en secciones, que según su edición, pueden ser: Paseos, Libros, Cine, Artes visuales, Música, Historias, Manualidades, Recetas, Maravillas o Historietas. En cada una de ellas, colaboradores de los orígenes y profesiones más variadas envían sus escritos, después de haber sido especialmente convocados por Lisa y Ceci para hablar de un tema en particular. Desde técnicas para hacer chozas hasta comentarios sobre películas, de reseñas de artistas plásticos hasta la receta de galletitas, de las formas de las nubes hasta la poesía en una canción, todo puede ser parte de “rampante”.

 

“Nosotras nos juntamos, planteamos el tema que atraviesa el número y pensamos qué podríamos contar sobre eso. Una vez pautadas las secciones pensamos  a quién le encantaría escribir sobre eso y nos contactamos para ver si se entusiasman”, señala Lisa dejando en claro una vez más, que la conexión con aquello que se quiere contar es fundamental a la hora de desplegar el contenido de “rampante”. Así, en cada número poetas, escritores, novelistas, cuentistas, pero también sociólogos, periodistas, músicos, científicos, investigadores, etc etc etc son parte del periódico, buscando aportar mensajes a lxs niñxs.  

“Algunas veces contactamos con personas que a nosotras nos gustaban, para que escriban en el periódico y otras que convocamos sin conocer tanto a ese otro, pero que de la misma manera, nos sorprendieron con la respuesta. Por ejemplo, Diego Brando, que lo contactamos por Facebook y escribió un texto bellísimo sobre la película “La canción del mar”. Pero independientemente de lo que haga o de lo que trabaje el colaborador, lo elegimos por su sensibilidad”.  

“Hay mucho deseo puesto ahí”, apunta Lisa, como si hiciera falta apuntarlo, ya que una de las cosas que más se desprende al abrir “rampante” es ese anhelo por parte de quienes lo crean de reflejar sus propias miradas de mundo que las rodea.   

 

La amplitud en la convocatoria es algo que cuidan intensamente desde la postura editorial de rampante, y ambas creadoras señalan que en lo único que hacen hincapié es en la cantidad de palabras (es imprescindible que sean textos cortos) y que la comunicación sea “clara, sincera y transparente”. Y aquello que parece difícil de pensar, de un niño o niña interesado en películas o pinturas, culturas del mundo, melodías o animales, se plantea de manera sencilla en las páginas de “rampante”, a partir de un lenguaje concreto y llano.  

En este nuevo número, por ejemplo, quien ilustra es María Inés Esteves, y escriben: Nicolás Arispe, Enric Balaguer, Vic Boano, Vale Daveloza, Federico Falco, Ileana Lotersztain, Pablo Mariño, Luján Ramón,Alberto Silva y Gabriel Von Sprecher.

 

 

Niños lectores, adultos informados

 

El formato periódico, el soporte papel, el contenido variado, el lenguaje conciso y claro, la temática actual. “rampante” ya ha desandado un camino de cinco publicaciones en un año, y ha sido muy bien recibido por el público infantil por varias razones, y quizás, por una en particular que se relaciona estrictamente con lo espacial y temporal: a pesar de ser periódico, es continuamente actual.

 

“Ningún número envejece”, dice Ceci en conexión directa desde las sierras cordobesas, trayendo a colación también que era necesario plasmar en sus páginas esa otra percepción del tiempo que tienen los niños. “Lo temporal fue contemplado. Quisimos que su contenido no tuviera vencimiento porque –incluso- no sabíamos cómo iba a funcionar”, explica Lisa, y continúa: “Y algo similar ocurre con lo espacial. Nosotras queremos que rampante llegue a muchos lugares y por eso cuidamos que las cosas no sólo sean sólo de Córdoba. De hecho con Ceci no compartimos la espacialidad porque yo vivo aquí y ella en La Cumbre, entonces quisimos abrir el juego a otros lugares, por eso en la sección Buenas noticias, por ejemplo, compartimos cosas de Uruguay, Buenos Aires , San Luis, etc”

 

A leer, a descubrir, a inventar, a compartir, “rampante” es una experiencia diversa en las manos de los niñxs que lo encuentren, y allí radica el deseo inicial de sus creadoras: de ser objeto parcial o total de la atención de un niño y que esté allí cuando así lo desee. “Esa idea de leerlo, dejarlo y volverlo a leer es quizás lo más fiel que buscamos del formato de periódico. Muchos me decían que era muy largo, pero creo que nadie lee un diario de corrido y me gusta esa idea, que incluso es una imagen que tengo de chica, del diario que se guardaba en casa quizás por semanas”.

 

¿Para pequeños que inician la lectura? ¿Para niños ya escolarizados? ¿Hasta qué edad se puede tener interés por rampante? “Nosotras pensamos en una infancia amplia y de muchos años”, señala Cecilia, y es en esa amplitud es que no pueden responder sobre los límites de la publicación, teniendo en cuenta también las respuestas obtenidas desde el primer número hasta hoy. “Cuando me preguntan para qué edad es, sobre todos los docentes, intuitivamente digo lectores independientes, pero lo cierto es que hay muchas devoluciones de niños que se acercan a “rampante” que todavía no leen, por ejemplo. O padres, abuelos, tíos, mediadores, que se involucran”, cuenta Lisa y añade: “De todas maneras, por lo menos yo, no tengo un deseo de experiencia total. Me parece que hay mucha lecto-diversidad y seguramente habrá niños que se enganchen con varias cosas, otros que querrán coleccionarlo y otros que sólo lean una sección y se aburran, pero por todos y cada uno, vale la pena que esté. Queremos hablar de cosas que pasan y que el niño ejerza su criterio sobre lo que lee para construir un ciudadano informado”.

 

Dónde conseguirlo

 

Todos los números de «rampante” -incluso el número 5- se pueden conseguir en librerías de Córdoba como Almacén de Libros, En un lugar de la Mancha, Portaculturas, Volcán Azul, Azogue, Musaraña Libros, entre otros. También está en Facebook e Instagram como rampante, donde sus editoras cuentan novedades e inquietudes.  

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