Con esta nueva entrega, Pierre Lemaitre cierra una serie de novelas policiales que giraron en torno de Camille Verhoeven y su Brigada Criminal de la Policía de París. El título «Camille» lo pone en el centro del relato a él y sus circunstancias. Estos hechos cobran tanta relevancia que logran conformar una trama atrapante y eficaz.
Cuando un hecho nos saca de eje, todo lo que viene después puede ser incalculable, súbito, tormentoso y hasta irracional. Estas situaciones nos ponen en evidencia hasta ante nosotros mismos, actuando de una manera que siempre rechazamos.
Y es un hecho, quizás sólo uno el que desencadena todo. “En ese momento surgen los hombres extraordinarios, aquellos que saben tomar las mejores decisiones en las peores circunstancias”. Y allí está Camille Verhoeven, ante una situación violenta, traumática, sorpresiva. Este policía muy particular, titular de la Brigada Criminal de la policía parisina, es el protagonista de la saga narrada por Pierre Lemaitre que culmina con “Camille” (Alfaguara, 2017).
Las primeras páginas nos presentan una escena de acción, violencia e intriga que ponen las pulsaciones al máximo. Este hecho es sólo el disparador de una serie de acontecimientos entrelazados que terminan configurando una bola de nieve. Un error para tapar otro error y una sucesión de hechos desafortunados donde Camille pone en juego su prestigio y reputación, llevando consigo a sus colaboradores, sus fantasmas y un presente que parecía calmo.
La rutina del trabajo y una nueva relación sentimental estaban ayudando a cicatrizar sus heridas y profundas secuelas. Pero es difícil para Camille desprenderse de sus sombras, inevitablemente las lleva consigo y le asechan muy de cerca. Oscuras, amenazantes.
Otra vez (como en “Irѐne”, la primera entrega de la saga), su mujer es víctima de un violento ataque. Anne Forestier queda atrapada en un asalto y como testigo, es sometida a golpiza feroz, criminal. Anne sobrevive y Camille debe (o quiere) protegerla, aunque para eso deba saltear muchos obstáculos, hasta los legales.
Pero nada es lo que parece. Su sagacidad policíaca deja espacios a la desesperación y parece que a cada paso entra en una trampa que él solo se armó.
Una trama atrapante, con alta tensión narrativa y una precisa descripción de los personajes, vuelven a confluir en esta nueva novela de Lemaitre. La alternancia de los narradores resulta muy eficaz y deriva en el aumento la carga dramática.
La sucesión de historias de la Brigada Criminal comandada por Verhoeven llega a su fin, dejando una estela de muy recomendables novelas que pueden inscribirse entre lo mejor del policial negro contemporáneo.