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Hoy leemos a… Tinco Andrada

El escritor santiagueño presenta mañana jueves, a las 19.30, su nueva novela «Los bocetos de Picasso». La actividad tendrá lugar en el restaurant DeAdobe de la Posada Rural La Matilde (San Javier, Córdoba). 

En Babilonia, compartimos el inicio de este relato atrapante y conmovedor. 

 

Capítulo I

Día de cumpleaños

 

30 de agosto de 2013 – Hora 22:30

 

La escuché a mi espalda.

—Amor, ¿me ayudarías a apagar la luz de la cocina?

—¿Ayudarte a apagar la luz? No entiendo.

—Es que no sé cómo se hace…

—¿Cómo que no sabés cómo se hace? —me reí—¿A ver? —dije— Vamos a la cocina.

 

Ella limpiaba lo poco utilizado para la cena. Yo veía un partido de fútbol por TV. El de mi equipo favorito. Me levanté con la esperanza de no perderme algún gol de los nuestros. Sospeché que Delfina me llevaba hacia un regalo escondido. Comencé a canturrear al tiempo que desde atrás apoyaba mis manos en sus hombros. La conduje haciendo el juego del trencito. “¿Qué se traerá entre manos?”, pensé. Con el amanecer llegaba el día de mi cumpleaños. Tal vez habría algo de eso. Especulé encontrarme con un obsequio anticipado. Me reí para mis adentros. Con la mirada recorrí todo. Quería descubrir algún detalle. Algo que se encontrara cerca de las teclas de luz. Más de una vez me había sorprendido con bromas parecidas. Con alguna pista me inducía al resultado. Luego, siempre aparecía alguna cajita escondida. El remate llegaba con una sonrisa y un beso amoroso. En los escasos ocho a diez metros que debíamos recorrer mis ojos buscaban pistas. Ella en una semana estaría en viaje a Nueva York. Desde allí partiría a París. Podría estar relacionado con eso. No imaginaba cómo. Sin duda había algo oculto. Pero ¿qué? No pude descubrirlo. Estaba intrigado.

— Bueno, amor. Aquí estamos. —Nos detuvimos frente a las teclas de luz. — ¿Qué ves ahí? —dije al señalarlas y sonreí. Si mis sospechas eran ciertas, algo habría. La respuesta llegó.

—No sé. No sé qué es eso…

Me reí de manera cómplice y dije:

—¡Está bien! Me rindo. Delfina, por favor, no más bromas. ¿Hay algo que quieras mostrarme? —con una mueca de picardía y complicidad alenté la confesión. Esperé. Quedó en silencio. No contestó.— Amor —dije— si no es más que una broma te digo que me gustaría seguir viendo el partido. ¿Está bien? —Pregunté y propuse— Resolvamos esto. ¿Apagás vos o apago yo?

—Vos por favor —insistió—. No sé cómo se hace Claudio.

La escuché y no sé por qué razón la respuesta no me cayó bien. Me alertó. No había broma. La voz sonó real. Desconocida. El comentario me sacudió. Fruncí el ceño desconcertado. La miré. Buscaba respuestas. Supe que de ella no vendrían. Su lenguaje corporal hablaba de la nada. La noté lejana. Parecía ausente. La vi indefensa. Vulnerable. Giré. Me puse frente a ella. Me sentí sacudido ante un escenario irreal. Con delicadeza tomé sus brazos.

—Delfina. Mirame, por favor. —Estaba tenso. Tragué saliva. —Amor… ¿Realmente no sabés cómo apagar la luz?

—No. No sé. —contestó, mirando al vacío.

Sentí que una espada de hielo me abría en dos. Desapareció la alegría. No era ella. La vi perdida. Desierta la mirada. Parecía no estar en este mundo. La abracé aún más. La tenía apretada a mi pecho. No quería alejarla. No sabía qué hacer. Ni qué decir. Quedamos en silencio. Allí. Parados. Yo con la mirada en dos blancas teclas de luz. Ella quieta. Por su espalda y con suavidad deslicé mi mano hacia arriba. Busqué la nuca. Sostuve su cabeza apoyada en mi hombro. Amparándola. Callada, se dejó abrazar. No quería separarme. Cerré los ojos. Mi mente estaba en blanco. ¿Qué pasaba? ¿A qué nos enfrentábamos? No sabía. ¿Qué sucedió? ¿Por qué? ¿De qué no me di cuenta? Empecé a sentirme mal. Me asusté. Tenía ganas de llorar. Las lágrimas cayeron por mis mejillas en silencio.

 

 

Sobre el autor 

 

 

Tinco Andrada es oriundo de Añatuya, provincia de Santiago del Estero. Transcurrió su infancia y adolescencia en un paisaje impregnado de montes, historias y leyendas. 

Es autor de los libros de cuentos y poesías «Con los pies en la Tierra» (1995) y «Con el Mismo Norte» (2002). En 2011 publicó su primera novela «El Negro Manuel». En 2010 fue galardonado con el primer Premio de Poesía del diario El Liberal de Santiago del Estero. En 2011 recibió la distinción de la Municipalidad de Añatuya durante el Festival de la Tradición Santiagueña. En 2012 fue disertante en la III Feria del Libro de Santiago del Estero. Fue declarado Huésped de Honor por Decreto de la Municipalidad de la ciudad de Sumampa durante la III Feria Infantil del Libro desarrollada en 2012. En 2013 fue panelista invitado por la Gestión Cultural Costa del Este. En 2014 participó del acto de premiación del concurso Internacional de Novela. Entre 2012 y 2014 dio charlas y talleres en distintos lugares del país sobre la negritud, su cultura e influencia durante el período Colonial del Virreinato en el Río de la Plata. Es autor de más de cien canciones folclóricas y fue columnista de la revista temática De Mis Pagos. En 2015 publicó su segunda novela «El sol de las soledades».

«Los bocetos de Picasso», su tercera novela, se inscribe dentro del Realismo Simbólico. Un viaje a Europa lo inspiró para crear el recorrido de los personajes.

 

 

Para agendar 

 

En estas vacaciones, la Posada Rural La Matilde (San Javier, Traslasierra) suma a su programación una interesante propuesta literaria y cultural para turistas y vecinos de la zona. Se trata de la presentación de “Los bocetos de Picasso”, la nueva novela del escritor Tinco Andrada.

El bellísimo marco serrano y el encanto de esta propiedad serán el escenario ideal para una charla profunda sobre esta novela en la que Andrada vuelve a desplegar su fuerza narrativa.

La actividad tendrá lugar mañana jueves 17 de enero, a las 19.30, en el restaurante DeAdobe de la Posada Rural La Matilde, oportunidad en la que el autor se referirá a su obra. También lo acompañará el pianista Hernán Rojo y como siempre se podrá disfrutar de las exquisiteces que ofrece La Matilde.  

Entrada libre y gratuita.
Para reservar tu lugar llamar a: 3544404512

 

 

 

 

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