babilonia logo

Héroes y villanos inolvidables de la literatura

Tendrá lugar hoy -en nuestro Instragram- el tercer encuentro en vivo donde charlaremos acerca de personajes masculinos que han quedado prendados de nuestra memoria lectora. Un recorrido por sus frases memorables o escenas que se convirtieron en míticas a lo largo de la historia.

Primero hablamos sobre heroínas y villanas y ahora les toca el turno a ellos. A protagonistas masculinos, personajes secundarios o villanos que se convirtieron en inolvidables a pesar de que los libros donde aparecen los leímos hace muchísimos años.

Este nuevo encuentro en vivo de nuestra plataforma, que tendrá lugar esta tarde a partir de las 17,  nos recuerda aquellas Experiencias Babilónicas que comenzamos a realizar hace cinco años, donde nos reuníamos para charlar, debatir y dialogar sobre pasajes o personajes de la literatura universal. Por eso elegimos estos dos disparadores, primero sobre mujeres y ahora sobre hombres, para que nuestra comunidad lectora se sume y nos vayan comentando acerca de hombres y nombres de historias imborrables que han quedado prendados en su memoria.

Heatchliff, protagonista de Cumbres Borrascosas

¿Nos atraen igual los personajes morales, bondadosos, héroes que aquellos complejos, contradictorios y viles?

¿Qué debe tener un personaje masculino para que nos guste? ¿Cómo se modificaron estos estereotipos a lo largo de los años? ¿Y qué hay del antihéroe?

¿Qué relecturas podemos hacer en la actualidad de la infidelidad, la pasión, la locura y el desamor plasmados en tantos clásicos?

Con nombre y apellido

Dotados de nobles sentimientos o de complejas sensaciones, desde hace siglos la literatura nos regala personajes masculinos de quienes seguimos repitiendo su nombre mucho después de haber terminado el libro.

Por ellos, de alguna manera, se cuelan en nuestro presente y nos marcan características y rasgos humanos que conforman los famosos estereotipos de cada época. Los cuales, por supuesto, están en constante cambio.

Tanto es asì, que el escritor español Arturo Pérez Reverte no hace mucho tiempo señaló en una entrevista que aquel héroe de la literatura, el Ulises, o Quijote o Conde de Montecristo ya no existe, sino que simplemente existe o existirá a partir de ahora » el hombre visto a través de los ojos de la mujer”.

¿Cuánto han cambiado los estereotipos entonces?

Muchas preguntas nos haremos, pero también aprovecharemos para recordar aquellos muchachos que se convirtieron en inolvidables a lo largo de nuestro camino lector y que permanecen en nuestra memoria más allá de lo bien o mal que se han portado en la ficción que les tocó protagonizar.

Clásicos y modernos

Debemos decir la verdad, a la hora de elegir protagonistas, son muchos los nombres que se nos vienen a la memoria, pero sin dudas los relatos clásicos son los que primero aparecen.

Es que resulta imposible imaginar a un hombre altanero y engreído sin pensar en Mr. Darcy, de Jane Austen, quien desde el siglo XIX nos recuerda que el orgullo y la vanidad son cosas diferentes y que las primeras impresiones no siempre son las mejores. 

O en Heatchcliff, de “Cumbres borrascosas”, que nos intenta demostrar página tras página que su forma de amar es compleja y tremenda, producto del ambiente hostil en el cual se ha criado y que nunca será capaz de expresar sus sentimientos sin culpas.

Y si de personajes emblemáticos hablamos, en América Latina tenemos los nuestros inolvidables también, porque sino qué sería de Florentino Ariza y su eterna devoción por Fermina Daza o del coraje del “Payo” Osorio para atravesar la pasión y la muerte con la misma valentía.

Estos son sólo algunos de los muchachos de papel que elegimos para nuestra charla de hoy en la cual compartiremos también fragmentos donde los protagonistas hablan en primera persona y se definen para la eternidad.  

La cita con Héroes y villanos es hoy a las 17 en el vivo de Instagram y la charla es abierta.

«Heroínas y villanas para batallar la cuarentena»

Experiencia babilónica on linePara cerrar, te vamos a recordar los personajes femeninos de los que estuvimos hablando en el encuentro anterior.

Ellas fueron:

Lady Macbeth (de Macbeth, Shakespeare), un personaje intrigante, que incita a la tragedia. 

Tatiana (de El jinete de bronce, de Paullina Simons), una heroína humana, tiene debilidades pero nunca pierde el amor por los demás. 

“La Poncia” (La casa de Bernarda Alba, Federico García Loca), un personaje secundario que tiene enorme protagonismo en la trama.

Dolores (La Malasangre, de Griselda Gambaro), un personaje contradictorio, que es víctima y victimario.

Luz Osorio (de “Como vivido cien veces”, saga de los Osorio de Cristina Bajo), por ser una mujer con la osadía necesaria para enfrentar tiempos de desgracias tanto en su familia como en el tiempo que vive, sin perder la esperanza y la dignidad.

Liz Bennet (de “Orgullo y prejuicio”, de Jane Austen), por tener la capacidad de observar y mofarse de las aquellas situaciones que no puede modificar. Nunca mira para otro lado y es capaz de usar el humor para enmendar las diferencias.

Catalina (de “Arráncame la vida”, de Angeles Mastretta) por saberse mujer oprimida en medio de una sociedad que busca invisibilizarla, y lejos de bajar la cabeza, lucha contra todo sistema y persona que se ponga frente a sus deseos. De vez en cuando desfachatada e irreverente, ella encarna aquellos impulsos que, incluso muchas de nosotras hoy por hoy no nos animaríamos a tener.

Antonia (de “Primavera para Elías”, de Mariela Giménez), por ser una chica valiente, también algo inconsciente, para enfrentarse no tanto con el afuera, sino con los fantasmas y demonios internos, con aquello que siempre estamos evitando de nosotros mismos. 

Read Previous

«El nombre de la rosa», otro clásico hecho serie

Read Next

Cinco imperdibles para otro finde en cuarentena