Feminismo & literatura, cómo narrar sobre tiempos violentos

La escritora santafecina Mariela Giménez y la cordobesa Carola Ferrari serán las protagonistas mañana del ciclo «Zona de entrevistas. Ficción en tiempos de pos verdad», que invita a un segundo encuentro en la Feria del Libro bajo la temática «Mujeres invisibilizadas: la cuestión de género en la literatura». ¿Por qué se hace necesario narrar sobre la violencia hacia la mujer, la trata, los mandatos y la desigualdad? ¿Cuáles son los desafíos -como escritoras- al abordar estas temáticas? De esto y mucho más hablamos con ellas y te lo contamos en esta nota. 

 

 

 

El segundo encuentro de “Zona de entrevistas. Ficción en tiempos de posverdad”, espacio pensado por Babilonia para la Feria del Libro y el Conocimiento Córdoba 2018, tendrá lugar mañana en el Patio Menor del Cabildo, y para la ocasión, invitamos a dos escritoras que han planteado en sus narrativas la temática sobre género.

En un tiempo donde la violencia (tanto física como psicológica), la desigualdad, los mandatos sociales, las formas visibles e invisibles del machismo y la construcción de un nuevo feminismo que incluya a todas está en constante debate, Mariela Giménez (Santa Fe) y Carola Ferrari (Córdoba), llevaron al plano literario estas temáticas, ofreciendo también en la ficción otra forma de pensar el tiempo que nos toca vivir.

 

Este año, Carola Ferrari (psicoanalista y escritora) editó “Isolda” –ambientada en la época de la última dictadura militar- donde retoma uno de los personajes de “Esclava blanca”, libro que aborda la temática de la trata de personas; y en primer término, publicó en el 2013 “Prohibido prohibir”, poniéndole voz a las primeras mujeres estudiantes universitarias. En su caso, Mariela Giménez (también psicóloga), si bien lleva editadas varias novelas, su último trabajo tiene un importante anclaje en la violencia de género y se trata de un relato pensado en capítulos (primero publicados en un blog), donde habla una mujer en primera persona siendo víctima de violencia doméstica. “#UnaLucrecia” se titula dicha  novela, que después de tanta repercusión en las redes llegó poco tiempo después al papel, consiguiendo otro gran logro como mujer y escritora, en la lucha por la igualdad de derechos.

 

“Mujeres invisibilizadas: la cuestión de género en la literatura” es el tema que las reunirá mañana por la tarde en el Cabildo, y previo a esta charla, dialogamos con ellas para saber un poco más cuál es el proceso previo de escritura de estos temas tan dramáticos que cruzan la sociedad y cómo se involucran ellas mismas sentimentalmente.

 

A la hora de reflexionar sobre el rol de la mujer en la literatura, ¿cómo creen que ha sido ese largo trayecto que hemos tenido que recorrer para finalmente poder publicar, tener difusión, ser respetadas como tal, etc.? ¿Creen que aún falta?

 

– Mariela: A la hora de reflexionar sobre el rol de la mujer en la literatura, creo que es preciso ser amplios en la mirada; no solamente centrarnos en el rol de la mujer que escribe, sino también en el rol de la mujer que lee. Se evolucionó notablemente en la literatura, al igual que en todos los ámbitos sociales y culturales. Estoy convencida de que eso deviene de una liberación que la mujer misma propicia y promueve día a día, con cada cuestionamiento de lo impuesto, con cada reflexión, y con el reconocimiento de los derechos propios y ajenos. El respeto por el otro debe ser siempre la premisa que nos guía. La mujer que lee, crece. Y la mujer que escribe, se pregunta, cuestiona, denuncia. No hay que subestimar jamás el poder de la palabra escrita. Somos testigos y protagonistas de una época. Mucho tiempo más adelante, las mujeres leerán sobre aquello que nosotras pensábamos y cuestionábamos. Estoy sumamente orgullosa de pertenecer a esta época. Tenemos una oportunidad para no dejar pasar, siempre con respeto por el pensamiento diferente. Sin dudas, desde las grandes autoras clásicas teniendo que firmar sus libros con nombres masculinos para poder ser publicadas o mujeres escondiéndose para leer libros que se consideraban prohibidos, hemos avanzado enormemente. La mayor conquista es la de vernos a nosotras mismas y reconocer nuestras virtudes y nuestros derechos, para así poder defenderlos y crecer como sociedad.

– Carola: Creo que todos los caminos que han recorrido las mujeres a lo largo de la historia han sido cargados de obstáculos e impedimentos. Porque de la mujer se esperaba un rol relegado al interior de su hogar y todo intento de ellas por hacer algo diferente ha sido juzgado, obstaculizado, denigrado, etc. Desde el código civil de Dalmasio Vélez Sarsfield que aseguraba que las mujeres sólo podían realizar transacciones con fines familiares (las compras de  la casa) en Argentina y a lo largo del mundo, nos encontramos que muchísimas mujeres para cumplir sus sueños, por ejemplo el de ver publicados sus libros, lo han tenido que hacer con pseudónimos que parecieran nombres masculinos. Las mujeres llevamos una lucha por la igualdad desde hace más de cien años, para que dejen de cosificarnos, de tratarnos de infantiles, de inestables, de locas, de incapaces. Pero aún perduran las desigualdades, aún tenemos disparidad en los sueldos, en las oportunidades, en la construcción de un lenguaje. Así que creo que nos toca seguir de pie en esta lucha por nuestros derechos, tanto en nuestro país como en el resto del mundo, y es una lucha feminista, en la que a través de todos nuestros actos vamos a intentar construir un mundo en el que no hayan más mujeres muertas en manos de un hombre, en el que no haya ni un solo espacio en el que se permita la cosificación del cuerpo de la mujer, que deje de existir el acoso legitimado socialmente, que podamos caminar como sujetos libres, sin miedo.

 

En sus obras hay temáticas claramente asociados al universo femenino: violencia de género, femicidio, abuso, trata, discriminación, etc…. ¿Qué desafíos les genera trasladar esos temas al plano literario?

 

M.: En mi caso, el mayor desafío fue retratar con respeto una realidad que duele, y mucho. Mi objetivo es siempre que el lector pueda encontrar cercanía tanto con los personajes, como con la historia y el contexto en el que se desarrolla. Cuando el contexto y la historia tienen un contenido tan denso como la violencia de género, el compromiso se duplica. Cuando escribimos, creamos una realidad para el lector; lo mejor que podemos hacer es permitirle identificarse y repensarse a sí mismo en cada lectura a partir de esa realidad construida. Leer nos hace crecer.

– C.: Es maravilloso poder lograr con la literatura una denuncia por los derechos que constantemente nos son vulnerados. Creo que escribir siempre es una tarea ardua, escribir una novela, poder darle forma y sentido, y cuando una novela está finalizada y encima tiene la particularidad de que lleva un compromiso social, un compromiso de lucha por nuestro género, termina siendo unas de las más bellas satisfacciones.

 

¿Hay algunas de esas temáticas que, a la hora de escribir, las conmovió o movilizó de manera particular?

 

– M.: Si la temática que estoy escribiendo, no me conmueve, aquel no es un proyecto para mí. En mi caso, escribir es parte de quien soy. Tengo que encontrar necesariamente un compromiso personal y privado cada vez que me siento a escribir o de lo contrario no sigo. Con todas y cada una de mis historias, me he comprometido emocionalmente. Sufro, me divierto, me emociono, amo, odio, evoluciono y aprendo con mis personajes. Podría decirse que escribo un recorrido personal hecho ficción y luego lo comparto con el lector.

 

– C.: A mí, particularmente, escribir sobre la trata de personas me conmovió bastante. Tuve que generar todo un modo de hacerlo para que este delito no se me metiera en los sueños y me atormentara aun dormida. Investigaba a la mañana y por la noche sólo me abocaba a los personajes y las escenas más bonitas de la novela, porque pasé unos meses muy difíciles, con mucho miedo de lo que podría ocurrir con mi hija o con mis sobrinas. La verdad que es un delito de lo más oscuro que tiene nuestro mundo y tomar contacto con ese universo abre los ojos pero también te impide volver a cerrarlos y ser conscientes no siempre resulta fácil.

 

– ¿Están trabajando actualmente en algún nuevo proyecto literario?

 

– M.: Siempre. Escribir es un capricho diario.

– C.: Siempre estoy escribiendo, la escritura forma parte de mi ser, no me imagino siendo otra cosa que escritora y psicoanalista, porque tanto el escribir como el psicoanálisis me salvaron la vida y por ello se han convertido en mi causa. Siempre tengo proyectos pero hasta que se convierten en novela lleva todo un tiempo, tiempo en el que convivo con el miedo de no poder lograrlo y cada vez que he finalizado una novela creo que ha sido de milagro. Y quizás lo sea para mí, admiro mucho a las escritoras prolíferas, yo soy bastante lerda para terminar de cerrar una idea.

 

Datos de la charla

 

 

El encuentro con las escritoras, que será coordinado por la autora Fernanda Pérez tendrá lugar mañana a las 17 en el Patio Menor del Cabildo, en el marco de la Feria del Libro y el Conocimiento de Córdoba 2018. La entrada es libre y gratuita y al finalizar, las invitadas firmarán libros. 

Babilonia Literaria

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