babilonia logo

Comentario: Dos títulos para zambullirse en el universo literario

 

“Cartas extraordinarias” de María Negroni y “¿Lo leíste?” de Silvia Hopenhayn son dos textos pensados para lectores apasionados. Títulos para atesorar en la biblioteca.

 

 

 

 

¿Hay algo más maravilloso para un lector que compartir opiniones sobre autores y libros con personas que comparten su misma pasión? Una muestra de eso son los tantos grupos de lectura que hay en cada ciudad, personas que hacen de una actividad solitaria un encuentro comunitario y participativo en el que cada apreciación va impregnada de emociones.

Por eso para quienes disfrutan de conocer y zambullirse en el universo literario de los autores y sus obras, vale recomendar “¿Lo leíste?” de Silvia Hopenhayn y “Cartas extraordinarias” de María Negroni (con ilustraciones de Fidel Sclavo).

 

En primero reúne una serie de textos de la prestigiosa escritora y periodista cultural. Es una propuesta simple:  comentarios de libros que, por alguna razón, han merecido un lugar en estas páginas. Sin embargo no tienen la erudición de las críticas especializadas, ni el clima de un comentario inconsistente. Hopenhayn logra construir un recorrido atrapante de en el que mixtura géneros como el perfil, el ensayo y la opinión.

“El mar que nos trajo” de Griselda Gambaro, las novelas de Manuel Puig, y las creaciones de muchos otros como César Aira, Héctor Tizón, Jorge Luis Borges y Juan Rulfo forman parte “¿Lo leíste?”.

 

Seguramente todos hemos escuchado hablar alguna vez de estos y otros tantos autores que dan vida a este texto. Incluso hasta es probable que los hayamos leído también. Pero desde estas páginas los redescubrimos, conocemos quién está detrás de cada creación, entendemos sus contextos, sus búsquedas…. Así, ya no es una obra más, sino una obra que está flota en un inmenso océano con oleajes y profundidades que Hopenhayn atraviesa con precisión y bajo el timón de una prosa ágil y atrapante.

 

Por su parte, “Cartas extraordinarias” es justamente eso: un peregrinaje extraordinario por otros escritores que, seguramente, tienen un lugar en nuestro corazón.

Utilizando el género epistolar, Negroni construye una serie de cartas apócrifas en la que los autores exponen sus búsquedas, sus miedos, sus problemas y sus sueños a un tercero. Estos pueden ser algún familiar, otro escritor o tal vez alguno de sus personajes.

 

 

 

Así, descubrimos a un Verne que intenta convencer a su padre de su vocación pese a que el éxito lo acomapaña; de un Mark Twain que expone sus tragedias personales al inolvidable Huck; una Louisa Alcott compartiendo en texto precioso y lleno de profundidad y delicadeza con Emily Dickinson; o Heidi escribiéndole a su creadora Jphanna Spyri, entre tantos otros.

 

¿Qué nos permiten descubrir estas cartas imaginarias, ficticias, apócrifas? Al creador más allá de su obra. Cada uno de estos textos nos habla de su época, de su lugar, de sus entornos y de ese mundo fantástico que los llevó a ganarse un lugar entre los clásicos.

 

Pero “Cartas extraordinarias” es también un homenaje a esa biblioteca que generaciones enteras construimos con los libros de la colección Billiken, esos de tapas amarillas que nos permitían sortear las siestas bochornosas del verano, las noches frías del invierno y los tantos momentos de ocio cuando no existían los celulares ni las computadoras. Y que incluso, aún con toda la oferta tecnológica contemporánea, seguimos comprando para atesorar en la biblioteca de nuestros hijos. Es una celebración a esos mundos imaginarios que quedaron impreso en nuestra infancia.

 

Un detalle a destacar: el trabajo de Filde Sclavo, que hace de este libro un objeto precioso y estético desde lo visual.

Read Previous

Nuestros lectores recomiendan…

Read Next

Mariela Giménez, cuando la literatura abraza una causa