Babilonia Literaria En esta sección son los lectores quienes nos hacen llegar sus comentarios y reseñas de libros leídos recientemente.
En esta oportunidad escriben Rosana Grigioni de La Plata y Cristy Cobos desde México.
Vos también podés ser parte de esta nueva sección de Babilonia Literaria enviando tu material a babiloniagestionliteraria@gmail.com
«La luz entre los océanos» de L.M. Stedman.
Por Rosana Grigioni (La Plata)
«Novela dramática y aleccionadora, habla del amor ciego y visceral que puede sentir una madre. La lealtad y nobleza de un hombre que se siente comprometido a proteger y salvar por amor. Las decisiones que se toman a partir de ese amor pueden conducir al abismo, ponernos en peligro, dañar al ser amado o rescatarlo.
Atrapante, perfectamente creíble, con personajes entrañables.
Tom, que entró a mi podio de protagonistas preferidos, es un hombre que lleva consigo el peso del abandono, la guerra y un mal entendido que marcará su vida. Isabel es una joven que no puede resignarse a la pérdida. Hannah es una mujer signada por el dolor, y Lucy la luz más bella, la luz entre los océanos, que como la del faro, no se puede ni quiere dejar de ver.
En un tiempo y lugar que fortalecen la trama, es una novela que, constantemente, invita a ponerse en el lugar de…y hace pensar: ¿Qué hubiera hecho yo si…?
Totalmente conmovedora, muestra cómo el pasado permanece en las decisiones del presente. La guerra, el abandono, las pérdidas, las injusticias, la culpa, el perdón y, finalmente, el amor, influyen a la hora de elegir. ¿Qué somos capaces de hacer? ¿Hasta dónde se puede llegar? ¿Podemos ser felices a costa de la infelicidad de los demás?
¡Hermosa y muy recomendable!»
«El silencio de la ciudad blanca» de Eva G. Sáenz de Urturi.
Por Cristy Cobos (de Torreón, Coah, México)
Cuando el que se pone a matar en cadena es un puñetero genio, solo puedes rezar para que tu bola no salga del bombo dorado y el niño de turno no cante tu número con voz temblorosa’.
«En Vitoria empiezan a suscitarse una serie de asesinatos con el mismo “modus operandi” que 20 años atrás. Un asesino anda suelto, causando locura y terror en la ciudad.
En aquel entonces, el verdugo mantuvo en jaque a la policía. Cuatro asesinatos dobles, siguiendo un mismo patrón y un ritual específico y marcado. En el pasado, se dio con el culpable: Tasio Ortiz de Zárate, famoso y reconocido arqueólogo de la localidad, quien es capturado por su gemelo Ignacio, agente de la policía.
Tasio está a unos días de recibir su primer permiso para salir de la cárcel cuando estos nuevos crímenes vuelven. Ortiz de Zárate es señalado de nuevamente como culpable, a pesar de estar encerrado.
Unaí López de Ayala, inspector experto en perfiles criminales, es quien se encuentra a cargo de la investigación. Se obsesiona con poder prevenir los asesinatos antes de que éstos ocurran. Conocido como Kraken desde jovencito, lleva el estigma de la tragedia personal sobre sus hombros.
Junto con Estíbaliz Ruiz de Gauna, su compañera, amiga, y especialista en victimología, y la nueva subcomisaria Alba Díaz de Salvatierra, se ven atrapados en un torbellino entre las festividades de Vitoria, la tensión por los acontecimientos, y situaciones extraoficiales que se les escapan de las manos, volviéndolos vulnerables.
Unaí (Kraken), es la voz cantante de la historia. Narra en primera persona, intercalándose capítulos de sucesos del pasado descritos en tercera persona, y mediante los cuales conoceremos circunstancias específicas e importantes entre doña Blanca de Antoñana, Javier Ortiz de Zárate y el Doctor Álvaro Urbina, que son claves para el desarrollo de la trama en el presente.
La ciudad de Vitoria lleva un peso primordial. Es tan protagonista como Unaí. Nos lleva de la mano a adentrarnos en sus calles, conocer sus monumentos, su gente, sus leyendas y sus vivencias, de forma tan maravillosamente detallada que sentimos que conocemos el lugar y hemos caminado por sus vías.
Los personajes son interesantes, definidos, con una psicología bien estudiada. La relación entre ellos es magnífica: esa hermandad que se respira entre Kraken y Esti; esa química que exudan Unaí y Alba cuando comparten espacio; la dependencia casi enfermiza de los gemelos, pese a estar separados.
Es un apasionante thriller que te mantiene atrapado desde el prólogo y que va “in crescendo” con el correr de la páginas.
A pesar que no soy muy afín a la novela negra, este libro me mantuvo ‘al filo de la butaca’ durante todo su desarrollo. Sigo alucinando con la trama y sus personajes.
Ha sido un verdadero placer descubrir a la escritora Eva García Sáenz de Urturi».
