Babilonia Literaria En esta obra, la segunda parte de la exitosa trilogía de Pierre Lemaitre, el policial negro francés se mezcla con el periodismo y obras literarias del género. Tres ingredientes que se conjugan armónicamente, creando una historia atrapante.
El comandante Camille Verhoeven logró sobreponerse a las dificultades que se les presentó en la vida con esfuerzo, empeño y sacrificio. Así, pese a su baja estatura, se destaca en el cuerpo policial y está al frente de una brigada compuesta por personajes extraños, pero leales y eficientes.
Su vida familiar es inmejorable. Está felizmente casado con la maravillosa Irène con la que espera su primer hijo. Tiene un buen pasar económico y puede darse pequeños placeres.
Este perfecto equilibrio comienza a resquebrajarse tras un asesinato inusualmente salvaje que acaba de perpetrarse y él debe investigar. Desde que la noticia se hace pública, es objeto de una implacable persecución periodística y cada uno de sus movimientos se convierten en encabezados de la sección policial de los diarios parisinos. El comandante Verhoeven bajo presión, se siente vulnerable.
Sin datos, sin huellas, sin testigos. ¿Está enfrente de un crimen perfecto? No, el asesino dejó algunos rastros muy encriptados y hay elementos que permiten suponer que este criminal ya mató. El comandante cree descubrir un hilo conductor: las muertes aberrantes parecen responder a antiguas novelas policiales negras, para lo cual busca la ayuda de especialistas.
Una hipótesis descabellada, pero la única. Cuando el dato se filtró a la prensa, rápidamente los periodistas se apresuran a darle un sobrenombre al asesino: «El Novelista».
Se multiplican los sospechosos vinculados a ámbitos literarios. El asesino se sabe perseguido y establece contacto con el policía. Aparecen nuevos crímenes y la amenaza golpea su círculo íntimo.
El ritmo frenético de los últimos capítulos del libro hace que se aceleren las pulsaciones. El final genera perplejidad, sorpresa, dolor.
Una exquisita novela que reúne lo mejor del policial negro, donde el autor de «Alex» y «El vestido de novia», justifica los múltiples premios que ya acumula en este género.
