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Atrapante e intensa, ¿Por qué ser un fanático más de Game of Thrones?

Si tuviéramos que definirla, podríamos decir que es tan sólo una serie de dragones y señores feudales como tantas otras que abundan desde hace años. Pero en realidad, esa simple sinopsis esconde mucho más. ¿No sabés de qué se trata? Acá te contamos por qué nunca es tarde para ser un nuevo espectador de la saga más vista del momento.

 

 

 

«Game Of Thrones» es una serie de televisión estadounidense de fantasía medieval, drama y aventuras creada por David Benioff y D.B. Weiss para HBO, basada en la exitosa colección de novelas «Canción de Hielo y Fuego» del escritor George R.R. Martin. El libro, que vendió la abultada suma de 20 millones de copias y se tradujo a más de 30 idiomas fue publicado en 1996, tiempo en que las plataformas on demand no eran ni siquiera una idea en los productores televisivos. Quince años tuvieron que pasar entonces para que esta historia, que se multiplicó después gracias a sus secuelas, llegara a la pantalla chica apostando a una forma de ver ante inimaginada por el público. Hoy, llegando al final del 2017, en el haber de esta historia sólo hay cosechados éxitos, no sólo por el boom que ha generado a nivel audiencia, sino por haber logrado lo que muchas otras series han buscado: mantener la misma tensión que se tiene ante un buen libro, pero esta vez llevado al plano audiovisual.

 

La próxima temporada llegará en el 2019, por eso esta nota suena a alerta, porque hay tiempo de sobra para  ponerse al día con las siete temporadas, o mejor dicho los 67 capítulos, antes de que desembarque la ya señalada última parte de la serie. Dicen, los fanáticos, que son 100 horas en total. ¿Estás dispuesto a convertirte en un GOT fun? Acá, y sin spoiler, te contamos de qué se trata.

 

Como dijimos, la primera temporada se estrenó en 2011 en Estados Unidos y en 2014 se convirtió en la serie más vista en la historia de HBO, bajo el título de la serie más pirateada del mundo por la revista Guiness.

«Juego de tronos», en español,  sigue las múltiples líneas argumentales de «Canción de hielo y fuego». La mayor parte de la historia tiene lugar en Poniente, un continente ficticio donde las estaciones pueden durar años, y se centra en las violentas luchas dinásticas que surgen entre varias familias por el control del Trono de Hierro.

Muchos son los factores que hacen de esta serie un fenómeno mundial. GOT es una serie inteligente, una ficción que relata con rudeza situaciones reales. Tiene el toque mágico que le dan los seres mitológicos, como los dragones y  diversos dioses, pero también las estrategias y tácticas que los personajes desarrollan en cada episodio. No se trata de una serie obvia o predecible en absoluto, Goerge R. R. Martin se dio el gusto de crear y eliminar a cuantos personajes quiso, y llevada a la pantalla grande la serie le fue fiel a su autor.

 

Otro punto que caracteriza a esta producción es la elección del elenco: actores que han sabido interpretar de tal manera su papel que es imposible pensarlos fuera del tiempo y vestimenta medieval. Las historias de los protagonistas logran unirse sutil y perfectamente combinando sentimientos y emociones que nos parecen propias. Los personajes alcanzan una profundidad psicológica y emocional que nos anima a aplaudir fervorosos a cada actor (si es que logramos diferenciarlos de sus respectivas caracterizaciones).

 

 

La violencia, vale la advertencia, es mayúscula en cada episodio, algunos con mayor o menor contenido.

En la serie se ven ejecuciones, esclavitud, incesto, torturas, violaciones, matrimonios forzados, violencia contra los débiles y las mujeres, espionaje y vigilancia, uso militar de niños, secuestro y toda clase de abusos. No apto para personas sensibles. La crudeza y brutalidad también se trasladan a las escenas eróticas, que abundan principalmente en las primeras temporadas (quizá porque en las últimas las habremos naturalizado). El sexo es moneda corriente y espacio de negociación, los desnudos son el pan de cada día.

 

De la misma manera que pasamos de la angustia al horror, del asombro a la pena, la resignación y la tristeza, volvemos a sentir esperanza en cada personaje, alegría con mínimas victorias. Así cada episodio contiene inumerables escenas que despiertan en el espectador sentimientos y anhelos impensados. Otra razón para no dejar de ver «Game of Thrones».

 

Como si esto fuera poco, la música, la banda sonora, y la estética no defraudan. Miles de memes se crearon con la canción que introduce cada capítulo, desde el primer segundo la pantalla te transporta a otro mundo. El aspecto visual ha ido mejorando a lo largo de las temporadas, llegando a un punto de efectos visuales que da gusto mirar.  De hecho, el costo de la primera temporada fue de 60 millones de dólares, de los cuales 10 millones fueron destinados al episodio piloto. El presupuesto fue incluso aumentando a medida que avanzaba la serie, alcanzando los 70 millones en la segunda temporada e incrementándose a «más de 100 millones» para la sexta.

Cada «casa» esta liderada por un apellido y un lema correspondiente que los identifica ante los demás, las lealtades lo son todo. El factor decisivo es el común a cada dinastía familiar: el poder. «Game of Thrones» pone sobre la mesa la disputa mayor e interminable que todos conocemos, en boca de sus personajes: «Cuando juegas al Juego de Tronos, ganas o mueres. No hay término medio».

 

Para ver GOT podés ingresar al canal online de HBO, también puede verse  por cable en el mismo canal pero de manera discontinua. Existen numerosos sitios que ya tienen cargados todos los episodios de las siete temporadas como Miradetodo, Pelispedia, Cuevana2, entre otros.

 

¿Querés ver un poco más? Te dejamos el trailer de la primera temporada para darte el empujón definitivo para introducirte en el mundo GOT.

 

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