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8M: Lecturas de escritoras indispensables

En medio de las reflexiones en torno a este 8 de marzo, desde Babilonia ahondamos en la literatura y en esas voces que indagaron y pusieron al descubierto el universo femenino, sus luchas, sus denuncias y sus problemáticas.

Compartimos una selección de autoras y obras que valen la pena rescatar en un día como hoy.

 

 

 

 

Días atrás, en una charla que compartíamos con un grupo de mujeres, decíamos que el arte de narrar siempre estuvo asociado al universo femenino. Las nanas que arrullan, los cuentos que nos permiten de pequeños llamar al sueño y exorcizar los miedos, los relatos familiares, los recuerdos y las memorias, suelen estar asociados a madres, abuelas, tías… En definitiva, a mujeres.

 

Sin embargo a la hora de hablar de libros y escritos, las mujeres fueron narradas por siglos y siglos desde la mirada y la voz masculina. Hoy, en este día de reflexión, de debate y de lucha para todas las mujeres, desde Babilonia hacemos un pequeño aporte literario con una selección de títulos y autoras que nos invitan a mirarnos a través del arte de la palabra.

 

Son solo algunas, seguramente nos faltarán muchas otras, pero aquí nuestro pequeño aporte para este 8M.

 

Voces de más allá

 

En otros continentes y siglos, estas son algunas de nuestras favoritas.

 

Sor Juana Inés de la Cruz. Es casi una lectura fundamental. La niña brillante que creció en la corte. La cortesana que no pudo acceder -ni siquiera con su disfraz de hombre- a la universidad. La escritora y pensadora que debió tomar los votos religiosos para lograr su mayor objetivo: estudiar y escribir. Sus redondillas son un canto de denuncia a ese mundo que, en el siglo XVII, estaba dominado por los hombres. Ella se atrevió a escribir, maravillosamente, aquello que nadie decía públicamente. Su audacia no fue gratuita, debió pagar luego con un silencio que la acompañó hasta los últimos años de su vida.

 

-Jane Austen. Por muchos es considerada casi una voz “rosa” de la literatura. Pero tuvo la inteligencia de usar el amor para denunciar cuestiones más profundas. Sus protagonistas son mujeres que no están dispuestas a aceptar a cualquier hombre solo para tener un esposo y garantizar su rol social y futuro económico. Entre sus mejores títulos están “Orgullo y prejuicio” y “Persuasión”.

 

 

-Las hermanas Brontë. Fueron otras de las que se abrieron paso en un mundo difícil y masculino a fuerza de trabajo e inteligencia. Sus novelas no fueron muy bien recibidas por los críticos. Sin embargo “Jane Ayre” de Charlote Brontë y “Cumbres borrascosas” se Emily Brontë se transformaron en clásicos. El tiempo les hizo justicia.

 

-Emily Dickinson. Su modo de escribir rompió los cánones. Su vida, más bien hermética y ermitaña, también. Tiene poemas maravillosos, pese a que en su época también debió tolerar las críticas desfavorables de sus colegas. Inquietantes, profundos y de un estilo poco convencional para el siglo XIX, sus versos son imperdibles (Uno de los que no pueden dejar de leer es “No solo en las estancias…”. Se encuentra también en el libro “Alguien llama a la ventana” de Cristina Bajo).

 

-Mary Shelley. Su vida trágica es casi una novela en sí misma. Fue la creadora de “Frankenstein”, una criatura literaria única y enigmática que mixturó como pocas el terror, el cientificismo y el drama. Es un clásico que ha inspirado versiones cinematográficas, series, secuelas, precuelas y toda clase de relatos. Una genialidad en la voz de una mujer brillante.

 

 

Voces de más acá

 

Ya del siglo XX a esta parte y en Latinoamérica surgieron poetas y novelistas que bien valen la pena integrar a esta lista.

 

-Alfonsina Storni. Una mujer que supo ganarse un lugar en un mundo claramente masculino. Una poesía vital, profunda, exquisita y femenina. Nada mejor, para definirla, que un poema de su autoría. Un pequeño fragmento de “La loba”.

 

 

“Yo soy como la loba. 
Quebré con el rebaño
Y me fui a la montaña
Fatigada del llano.

 

Yo tengo un hijo fruto del amor, de amor sin ley,
Que no pude ser como las otras, casta de buey
Con yugo al cuello; ¡libre se eleve mi cabeza!
Yo quiero con mis manos apartar la maleza.

 

Mirad cómo se ríen y cómo me señalan
Porque lo digo así: (Las ovejitas balan
Porque ven que una loba ha entrado en el corral
Y saben que las lobas vienen del matorral).

 

¡Pobrecitas y mansas ovejas del rebaño!
No temáis a la loba, ella no os hará daño. 
Pero tampoco riáis, que sus dientes son finos
¡Y en el bosque aprendieron sus manejos felinos!”.

 

-Griselda Gambaro. Sus textos son maravillosos, pero en esta línea de indagar sobre la mujer creo que vale destacar dos de sus creaciones dramatúrgicas: “La señora Macbeth” e “Querido Ibsen, soy Nora”. ¿Por qué elegimos estos textos? Porque la autora rescata obras universales como “Macbeth” de Shakespeare y “Casa de muñecas” de Ibsen, respectivamente, y vuelve a esos dramas pero desde la voz y la versión de sus protagonistas femeninas.

 

– Las latinoamericanas. En ese movimiento de escritoras que entre los años 70’ y 80’ se ganaron un lugar en el mercado literario narrando historias olvidadas y femeninas de nuestro continente, vale destacar “Como agua para chocolate” de Laura Esquivel, “La mujer habitada de Gioconda Belli, “Mujeres de ojos grandes” de Ángeles Mastretta, “Nosotras que nos queremos tanto” de Marcela Serrano y “La casa de los espíritus” de Isabel Allende.

 

-Las españolas. También contemporáneas, vale destacar a escritoras de España que también han puesto a la mujer en el centro de la escena. De Rosa Montero destacamos “La carne” una novela que habla del paso del tiempo en el cuerpo y en el deseo de una mujer sexagenaria. Además, y ya trasladándonos a la Edad Media, sumamos “Historia del rey transparente” que tiene como protagonista a una joven campesina que para sobrevivir debe ocultarse bajo el armadura de un caballero. En esa línea, otra autora para agendar es Almudena Grandes. 

 

 

-Las infaltables. Para completar una biblioteca con libros de autoras maravillosas, provocadoras y audaces es imposible no nombrar a Simon de Beauvoir, Anaïs Nin, Virginia Woolf y Marguerite Yourcenar. Y si queremos agregar algunas contemporáneas que se dedicaron a mirar con ojos profundos y lúcidos al siglo XX deberían ser infaltables Susan Sontag y Svletana Alexievich.

 

Seguramente no es una selección completa y menos aún justa, pero es nuestro aporte para este 8M. Tiempo de reflexión. Tiempo de reafirmar una y otra vez que las mujeres aún tenemos mucho para conquistar y decir.

 

 

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