La escritora cordobesa Florencia Vercellone (coordinadora de Babilonia) cuenta en esta nota cómo fue escribir "Todo por volver a verte", novela que acaba de publicar con El Ateneo.
La idea de esta nota es contarles en primera persona cómo fue escribir “Todo por volver a verte”, y aunque busco comenzarla con algunas afirmaciones, no me vienen a mi cabeza más que preguntas.
¿Cómo surgió la historia? ¿De qué manera se convirtió de un relato en mi cabeza a toda una novela? ¿De dónde vinieron los personajes?
Voy a tratar de ir respondiendo y por lo tanto respondiéndome, para lograr rearmar un proceso que comenzó hace muchos años.
Desde siempre o mejor dicho desde que tengo registro real de lo que fue la historia de nuestro país, y en eso me refiero a mi adolescencia, me interesó muchísimo la época de la Dictadura de 1976. La más cruenta, la más oscura, la que sigue teniendo heridas abiertas para toda nuestra sociedad y sobre todo para nuestra generación, aquella que nació ya en democracia y que de a retazos pudimos ir rearmando los pedazos de lo que había quedado.
Y mi curiosidad estuvo ligada a indagar sobre hechos y sus consecuencias, como también a reconstruir cómo había sido la cotidianeidad en aquella época. Cómo había sido crecer, trabajar, amar, estudiar, recibirse, en fin, tener proyectos en esos tiempos donde la sociedad estaba atravesada por la lucha, la revolución, los cambios de paradigmas, la incertidumbre y la violencia.
La punta del ovillo entonces fue esa, sumergirme lo más que pudiera en ese registro diario. Por eso fue fundamental para mí investigar, por supuesto, y sobre todo recopilar testimonios, tantos escritos como orales (fueron fundamentales), para reconstruir las coordenadas de una parte de los ´70 .

“Todo por volver a verte” comienza en la actualidad (de 2006) pero rápidamente va a 1973 para continuar hasta 1975, acompañando el recorrido en los años de juventud de Ana, la protagonista de esta historia. Ana recorre las calles de Córdoba a veces con asombro, otras con seguridad y otras tantas con temor, al igual que recorre su propia vida. Ana decide en aquel momento ser parte de uno de los tantos movimientos que soñaban con un mundo diferente, y apuesta todo por ese camino. Su vida da un giro completo mientras lucha por sus sueños y descubre el amor por primera vez, al mismo tiempo que el país avanza hacia otro lugar, hacia el infierno. Ana (ella, su gente, su generación) y el país van a contramano.
¿Cuánto de lo que ocurre a nuestro alrededor y que no somos capaces siquiera de percibir; cuántas decisiones políticas/económicas de las que no somos parte terminan marcando nuestro destino?
Este interrogante también sirvió de disparador para escribir esta novela donde habitan personajes que se asemejan sólo en apariencia, pero que en el fondo tienen profundas diferencias.
Me gusta también contar que mi oficio de periodista fue un anclaje absoluto en la escritura de “Todo por volver a verte”, ya que parte de la investigación histórica, de esa reconstrucción de la vida social y política de los ´70 la hice a partir de la revisión de publicaciones del diario Córdoba en dicha época. Desde los titulares hasta la agenda cultural de cines, teatros y peñas de la ciudad, pasando por editoriales y elementos de fotoperiodismo, todo le sumó climas, sustento y giros a la trama.

“Todo por volver a verte” fue escrita casi en secreto. Muy pocas de las personas que me rodean (familia, amigos, colegas) sabían que yo estaba construyendo una historia.
Ese placer por la escritura, esa entrega que le hacía sacándole tiempo a otras cosas para sumergirme en un relato que no sabía que algún día iba a ver la luz, estaba resguardado solo para mí y algunos pocos. No porque fuera un capricho, sino porque un primer libro es simplemente a veces un deseo con forma de letras, un manuscrito que habita en un cajón por meses o años. Esta historia, que tenía otro nombre, en un momento se hizo lectura y allí encontró su propio camino.
Siempre pensé la trama como una historia de búsquedas, de reconciliaciones y de nuevas oportunidades. El hilo que hilvana el pasado y el presente, la casualidad y los desencuentros, los vínculos que tiene el relato es una historia de amor. Una historia de amor como aquello que nos marca una primera vez y deja huella para siempre, y que por más que quede sepultada en el olvido, basta un gesto, un aroma, una palabra para que se vuelva un presente absoluto.
«Todo por volver a verte» ya está en librerías del todo el país, los invito a descubrirla.