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Una selección de películas argentinas para ver en Netflix

Algunas se han instalado en la categoría «tendencias», otras entre las «agregadas recientemente». El cine nacional va ganando su lugar en la grilla de la plataforma streaming más popular del momento con títulos premiados, comedias, romance, erotismo y algo de drama adolescente.

Aquí nuestro «ranking babilónico».  

 

 

 

 «Ciudadano Ilustre»: Muy buena. 

 

«Mis personajes nunca pudieron escapar de Salas y yo nunca pude volver». En esa frase con la que el protagonista abre y cierra la película se esconde el drama de una historia que parece simple pero encierra una enorme potencia narrativa.

El personaje principal es Daniel Mantovani, un argentino que lleva más de 40 años radicado en Europa y que acaba de ganar el Premio Nobel. Hombre crítico, mordaz, difícil. En medio de invitaciones importantes para entrevistas, distinciones y conferencias, le llega una que lo sorprende: en Salas, su pueblo natal, quieren declararlo Ciudadano Ilustre. Ese mundo de lujos, egos e intelectualismo en el que se mueve Mantovani  se contrapone a ese otro mundo de pueblo, que parece sencillo y encantador pero que tiene también su lado oscuro y peligroso.

Oscar Martínez se luce en esta muy buena película de Mariano Cohn y Gastón Duprat que toma a la ironía como registro y que desde allí se mueve con soltura entre la comedia, el humor negro y el drama. 

La primera mitad de la película es excelente, la segunda decae un poco. Pero igual es un muy buen filme que ya está disponible en Netflix. 

 

 

 

 

«Sin hijos»: Buena.  

 

Divertida película que tiene como protagonista a Diego Peretti y a la española Maribel Verdú.

«Sin hijos» es una típica comedia de enredos, poco pretensiosa pero efectiva.

Un hombre separado vive para su hija. Pero cuando se enamora de una mujer que no quiere saber nada de  niños, empieza a crear toda clase de mentiras y artilugios para poder ocultar su condición de padre. 

Una linda historia para compartir en familia. 

 

 

 

 

 

 

«El hilo rojo»: Buena.  

 

Aunque la película no tuvo muy buenas críticas y el escándalo por la relación que surgió entre sus protagonistas (Eugenia Suárez y Benjamín Vicuña) captó toda la atención, «El hilo rojo» es un filme que aprovecha muy bien los condimentos del género romántico.

Una azafata y un pasajero se conocen en un viaje. Entre ellos se genera algo fuerte, pero por razones externas no puedan encontrarse y se separan sin saber ni siquiera sus nombres.

Años más tarde se encuentran, se reconocen. Y como bien dice la canción de Joaquín Sabina «no hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió», por lo que a partir de ese momento crece entre ellos la tensión sexual, el deseo y la culpa.

Ambos casados y con hijos no saben qué hacer con ese sentimiento que renace y que parece estar dominado por el espíritu de la famosa leyenda de «El hilo rojo».

El final es quizá el mayor acierto de esta historia. 

Una aclaración: la novela original de Erika Halvorsen es mucho mejor. 

 

 

 

«Abzurdah»: Floja.  

 

Basado en el libro de Cielo Latini -quien vivió en carne propia gran parte de los que se cuenta en la historia- se acaba de sumar a Netflix este film que, en el público adolescente, causó el mismo furor que la novela homónima.

La película no es del todo mala, solo que esa sucesión de situaciones desafortunadas, enfermizas y nocivas por las que atraviesa la protagonista, hacen que la trama se extiende en muchas problemáticas complejas sin profundizar del todo en ninguna. Por momentos es difícil empatizar con los personajes, no terminamos de verlos, de descubrirlos, de entenderlos.

La primera -centrada en ese amor obsesivo entre una adolescente y un chico 10 años mayor que ella- es quizá lo más interesante del filme. Luego el tema de la bulimia, la obsesión de Cielo por defender esas conductas alimentarias y trasladarlas a un blog, sumadas a la autoflagelación y otras cuestiones familiares y personales terminan aburriendo al espectador. 

 

 

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