Nuevamente, Laura Ramos despliega un texto ágil, colmado de datos interesantes y anecdóticos sobre “las maestras de Sarmiento”, esas jóvenes extranjeras que entre 1869 y 1898 llegaron a nuestro país con la misión de desplegar un ambicioso y complejo proyecto educativo.
En sus relatos están presentes muchos otros aspectos de la vida social, política y cultural de la Argentina del siglo XIX.
Hace unos años disfrutamos del maravilloso libro “Infernales. La hermandad Brontë: Charlotte, Emily, Anne y Branwell” de Laura Ramos. Ella es una autora en la que se conjuga la rigurosidad historiográfica, la curiosidad, la habilidad por encontrar lo oculto y el talento narrativo para trasladar todo eso a un relato ágil, ameno y revelador. “Las señoritas” sigue esa línea y no defrauda.
En estas páginas, Ramos ahonda sobre aquellas 61 jóvenes que, entre 1869 y 1898, vinieron de Estados Unidos a la Argentina para cumplir el gran sueño de promoción educativa de Sarmiento. En estas páginas no solo descubrimos quiénes eran y cómo fue su vida tanto en su lugar de origen como en estas tierras, sino también de qué manera los distintos acontecimientos de esos años impactaron en ellas y en la ambiciosa apuesta sarmientina por alfabetizar en cada rincón del país.
Ya en el prólogo se dan a conocer aspectos muy significativos que nos ponen en contexto. Aquello de “civilización y barbarie” como así también la admiración de Sarmiento por Estados Unidos, fueron el origen de un proyecto que más de una vez estuvo al borde del fracaso.
Ramos indaga en muchos documentos y material epistolar, algunos de estos ya difundidos, y otros ocultos o desconocidos, como es el caso de los escritos de las hermanas Atkinson, dos cronistas de la época que no solo se centran en la experiencia de ser maestras en estas tierras sino que reparan en muchos otros detalles que le dan valiosas pinceladas al retrato de una época.
La autora también ahonda en esa semilla embrionaria que desató en Sarmiento esta idea -muy resistida por ciertos sectores sociales- de instalar un modelo educativo que al parecer era demasiado avanzado para un proyecto de país que aún estaba condicionado por los valores religiosos, clases excesivamente conservadoras y enfrentamientos ideológicos de la época.
La lectura de unos escritos del pedagogo estadounidense Horace Mann y la vinculación, años más tarde, con su esposa y viuda Mary Mann fueron decisivos para que el sanjuanino le diera forma e impulso a la difícil empresa de promover la educación en el territorio nacional.
«Las señoritas» nos introduce en la época, en los pensamientos que estaban instalados a uno lado y al otro del océano. Y, en medio de todo eso, emergen una sucesión de historias pequeñas que construyen la gran Historia.
Luego Ramos decide concentrarse en biografías de algunas de estas docentes: Mary Gorman, Agnes Emma Tregent, Julia Adelaide Hope de Stearns, Mary Conway y tantas otras cuyas vidas se van entrelazando. No son solo biografías, son perfiles que se van armando con datos históricos (los malones atacando la región cuyana, el horror de la fiebre amarilla, el alzamiento de Tejedor contra el gobierno nacional, entre otros), junto a los amores, sueños, decepciones, tragedias, victorias y resistencias de las jóvenes docentes como así también de los distintos grupos sociales que no veía con buenos ojos el arribo de las extranjeras.
Ramos nos invita a viajar en el tiempo de la mano de “las señoritas”, esas mujeres que impulsadas por ideales o necesidades económicas, se lanzaron a tierras desconocidas donde vivieron una verdadera aventura. Algunas regresaron a su patria, otras se afincaron aquí. Hay quienes se casaron y hay quienes murieron sin siquiera ser enterradas en un cementerio ya que no eran católicas. Todas tienen algo maravilloso que contar y Laura Ramos es sin dudas la mejor interlocutora de esos relatos.
¡¡¡Un libro atrapante y revelador!!!!