Florencia Vercellone Quizás el tiempo de ocio nos invita de mejor manera a descubrir textos que, por fuera de la narrativa,
colman nuestra imaginación con historias o relatos inmensos y creativos.
Elegimos para la ocasión “Plano americano”, de Leila Guerriero + “Victoria, paredón y después”, de Ivonne Bordelois.
Periodismo narrativo, sello personal de Leila Guerriero
Publicado por primera vez en 2013 y ampliado luego con nuevas incorporaciones, “Plano americano” (Anagrama) compila perfiles de reconocidos artistas del panorama latinoamericano realizados por la exquisita pluma de la periodista y cronista argentina Leila Guerriero.
Escritores, poetas, artistas plásticos, directores, fotógrafos, periodistas, cineastas, etc, etc etc fueron amplificados bajo la lupa de Guerriero a partir de entrevistas realizadas por ella en sus lugares de trabajo, consiguiendo convertir así a estas personas en personajes dentro de sus propias vidas.
A partir de la original mirada que tiene Guerrriero de las cosas, los espacios, los gestos, los momentos, cada uno de los 27 textos que se encuentran en esta propuesta literaria, se convierten así en una narrativa con reglas propias, y que nos conecta el con el mundo privado de personas con nombres y apellidos de peso en la escena cultural hispanoamericana.
La conjunción “Plano americano” hace referencia a un elemento del lenguaje audiovisual/fotográfico, en particular al encuadre que se hace de una persona desde la cintura para arriba. Sin embargo, Leila Guerriero con estas entrevistas narradas, logra abrir el lente y permitirnos ver no sólo parte de la obra de quien está frente a ella, sino toda su vida.
Entre otros, aparecen en “Plano americano” Nicanor Parra (poeta chileno), Sara Facio (fotógrafa argentina), Marta Minujín (plástica), Ricardo Piglia (escritor), Idea Vilariño (poeta uruguaya) y Amelita Baltar (cantante).
(Re)descubriendo a Victoria Ocampo
“Victoria, paredón y después” (Libros del Zorzal), es un libro publicado recientemente donde la poeta y ensayista argentina Ivonne Bordelois reconstruye la vida de una de las mujeres más importantes de la cultura argentina.
Hablamos de Victoria Ocampo, de esa mujer creadora, feminista, empoderada, snob, mecenas, pero también señalada y criticada por propios y extraños, –“nacida en la jaula de oro de una aristocracia patriarcal”, según dice su autora en el prólogo- debido al lugar que ocupaba en la sociedad y al uso que hacía de sus recursos familiares.
“Soy una escritora que se leerá de aquí a cincuenta años para saber qué pasaba en el corazón de los argentinos de mi época”.
Por estas páginas, sabremos de Victoria Ocampo, una mujer única en su especie y en su género, protagonista de una historia imprevisible, fundadora de una revista excepcional, Sur, que ella empujó, según sus palabras, como una mula solitaria.
No es esta una novela, sino una galería de retratos inolvidables, desplegados como un filme en el que algunos de los personajes más decisivos del siglo XX se aproximan a nosotros para marcarnos con su cuerpo, su voz y su presencia extraordinaria, extraordinariamente retratados por una pluma ajena a toda moda u obsecuencia.
Recuperar de la marea del olvido las ráfagas de su vitalidad genial, de su olfato portentoso, de su instinto memorable —“en realidad yo estaba sola, fabulosamente sola”— es tarea impostergable para una generación que se niega a seguir traicionándola.
“Pero yo no soy una escritora. Soy simplemente un ser humano en busca de expresión. Escribo porque no puedo impedírmelo, porque siento necesidad de ello y porque es mi única manera de comunicarme con algunos seres, conmigo misma. Mi única manera”.
