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Páginas que la barbarie no pudo quemar

 

Compartimos esta nota de Sergio Chalub sobre el acto realizado por la Agencia Córdoba Cultura para conmemorar el Día del Editor de Libros. 

 

 

 

 

La Biblioteca Córdoba albergó la primera celebración por el Día del Editor de Libros, instituido por la Legislatura de la Provincia. La efeméride pone en relieve el oficio de editar libros y conmemora al editor Alberto Burnichon, cuya labor fue interrumpida de manera brutal por el terrorismo de Estado. El acto estuvo organizado por la familia del editor junto a la Agencia Córdoba Cultura, con la colaboración de editoriales y particulares relacionados al hacedor de libros, que nació en 1918 y murió en 1976.

En esta primera celebración, una mesa de expositores recordó evocó la vida y la obra de Burnichon editor ante un numeroso auditorio, que siguió las instancias del acto durante más de dos horas.

El panel estuvo presidido por Nelda Abed, escritora y librera, Carlos Longhini, en representación de la editorial de la Universidad Nacional de Córdoba, Julio Castellanos, poeta y editor, Aldo Parfeniuk, poeta, Carlos Gazzera, miembro de la Cámara Argentina del Libro y representante de la editorial de la Universidad de Villa María, Gonzalo Vaca Narvaja, editor, y Chacho Marzetti, difusor de la poesía en Radio Nacional Córdoba.

 

Una tradición en movimiento

 

Para comenzar, Ivan Burnichon, nieto del editor, hizo una semblanza de su abuelo. Luego tomó la palabra Aldo Parfeniuk, quien celebró el Día del Editor de Libros como una conquista del campo cultural. Una reivindicación al oficio y a la memoria. Parfeniuk es uno de los impulsores, además, del Premio Alberto Burnichon al mejor libro editado en Córdoba, que se entrega desde 1997 en la Feria del Libro Córdoba.

Por su lado, Nelda Abed remarcó que las ediciones de Burnichon sirvieron para rescatar autores noveles, como Manuel J. Castilla, y abrió caminos que las generaciones presentes y futuras no deberían olvidar.

A su turno, Alejo Carbonel se valió de las ediciones del homenajeado para hablar del oficio, concretamente, de editar un libro. “Tenía la capacidad de preguntarse a quién publicar, cómo publicarlo y cuál iba a ser el camino para ese libro publicado”, reflexionó Carbonel. A su vez, utilizó la figura de Bunichon para dar como ejemplo hasta donde pudieron llegar las tensiones políticas en los años ´70.

Carlos Gazzera desarrolló la idea de construir una tradición editorial de Córdoba. En tal sentido, Gazzera trazó un horizonte de editores con nombres propios: Vicente Rossi, Assandri, Burnichon y Julio Castellanos. “Para ellos el oficio era el medio para construir emprendedores, ellos han construido un catálogo, que nos permite comenzar a hablar de una tradición editorial en esta provincia”, opinó. Inmediatamente, Julio Castellanos remarcó la generosidad de Burnichon, a quien consideró “un sostenedor de escritores jóvenes del interior del país”. Sus ediciones “eran piezas estéticas y literarias”, apreció Castellanos.

Por su parte, Carlos Longhini dijo que “este acto en sí mismo ha servido para confirmar lo que es capaz de hacer un libro, por eso estamos celebrando el Día del Editor”. 

 

 

 

 

 

Reseña Alberto Burnichon

 

Nació el 14 de febrero de 1918, en Tigre, provincia de Buenos Aires. Radicado en Córdoba contrajo matrimonio con María Saleme, notable educadora. La noche del 24 de marzo de 1976, la vivienda familiar en Villa Rivera Indarte, en las afueras de la ciudad, fue tomada por asalto por unos hombres que llevaban uniforme del ejército. El cuerpo sin vida del editor apareció, al otro día, en la localidad de Mendiolaza, con siete heridas de bala en la garganta.

 En 2014, la Legislatura de la Provincia de Córdoba instituyó el Día del Editor de Libros, en homenaje a la figura de Alberto Burnichon. El catálogo de obra publicada por el editor, puede dividirse en narrativa, plaquetas, cuadernillos de poesía, plaquetas y cuadernillos de dibujo.

Publicó trabajos de autores como Manuel J. Castilla, Daniel Moyano, Alfredo Veiravé, Enrique Wernicke, Jacobo Regen, Miguel Ángel Pérez, Armando Tejada Gómez, y de artistas plásticos, como Carlos Alonso, Cristóbal Reynoso (Crist), Remo Bianchedi, Luis Saavedra, Roberto Fontanarrosa, Hermenegildo Sabat y Antonio Seguí.

En el año 1996, con motivo de la Muestra Homenaje que se le realizó en la Feria del Libro Córdoba, la familia y allegados -entre ellos el poeta Aldo Parfeniuk- comenzaron la tarea de reconstruir el catálogo de Burnichon Editor. Este trabajo, de sustancial importancia documental, reunió los ejemplares publicados por Burnichon en diferentes sitios y locaciones del país. Al día de hoy, el registro contiene 74 publicaciones.

Las ediciones de Burnichon comenzaron a salir en 1957, con estos títulos: Claridad vencida de Juan José Hernández; De solo estar y El cielo lejos de Manuel J. Castilla; Homenajes de sus amigos de Juan Pedro Ramos; y Exhortaciones de Ezequiel Martínez Estrada (con ilustración de Carlos Alonso).

Se lo recuerda como un trabajador enérgico, que recorría las redacciones de diarios, librerías y bares acercando obras publicadas. Y más aún, se lo recuerda conduciendo una Citroneta, desempolvando caminos del interior en busca de talentos noveles para llevar su palabra al libro.

María Saleme, su esposa, dijo alguna vez que su esposo era “un excelente buceador y un amigo que ofreció su amistad sin reclamar el vuelto”. Eduardo Galeano, apreció en la figura de Burnichon: “El simboliza, aunque no lo haya querido, aunque no lo quisiera, a lo más entrañable del país que la dictadura intentó exterminar: el país profundo, hecho de tierras y de gentes fecundas en fraternidades y hermosuras”.

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