Babilonia Literaria Título: “Las horas robadas” Autora: María Solar Editorial: Grijalbo
Una de las escritoras españolas que más se ha popularizado en los últimos años trae una nueva historia para dejarnos soñar. Se trata de “Las horas robadas”, enmarcada en Galicia, a fines de la década del ´70, y cruzada por los sentimientos de jóvenes y adultos, y sus deseos de amor que no caducan.
“La muerte de un anciano con un mensaje en su mano, «Dime que me quieres», destapa una pasional historia de amor que nunca terminó. Ambientada en la confusa España de 1979, dos años antes de que se aprobara la ley del divorcio, dos familias se ven arrastradas por ese viejo secreto y por la necesidad de cambiar sus vidas”.
Título: “El señor Valery”. Autor: Gonçalo Tavares Editorial: Flash
Editado en 2002, y vuelto a editar en 2006, llega por tercera vez la oportunidad de conseguir este interesante libro del escritor portugués, distinguido por varios colegas como la “revelación” en la literatura universal.
“El señor Valéry es uno de los habitantes del peculiar barrio, un tipo bajito que reflexiona y pone a prueba continuamente nuestra lógica y nuestras certezas, invitándonos a cruzar esa línea invisible que quizá nos separa de otra realidad, a buen seguro, mucho más interesante”. Tavares irrumpe la nueva narrativa con un poder increíble, y sino, basta con escuchar lo que pensaba de él Saramago: “He predicho que dentro de treinta años, si no antes, va a ganar el Premio Nobel, y estoy seguro de que mi predicción se hará realidad. Lo único que lamento es que no voy a estar allí para darle un abrazo de felicitación”.
Título: “Castigar al prójimo”. Autor: Roberto Gargarella Editorial: Siglo XXI
En tiempos donde los hechos de violencia se multiplican en las calles, y pareciera existir una lucha de bandos y no una sociedad que busca mejorar en su totalidad, el abogado, sociólogo y especialista en derecho penal, Roberto Gargarella llega a las librerías con su nuevo ejemplar “Castigar al prójimo”, de la mano de Siglo XXI Ediciones. “Para dejar atrás las trampas más frecuentes que perpetúan la brutalidad del sistema, Gargarella se propone repensar el derecho penal desde los cimientos, recuperando sus lazos con una democracia que apueste a la inclusión y a la deliberación colectiva. Así, discute con el populismo penal y sus políticas de mano dura contra el crimen, amparadas en la voluntad de un pueblo al que nunca se consulta pero al que se atribuye el reclamo de penas más severas, que los medios y las encuestas de opinión amplifican. Y polemiza también con quienes, desde posiciones más progresistas, proponen la aplicación mínima del derecho penal como un mal menor al que habría que resignarse”.
