Basada en la novela homónima de Ildefonso Falcones, ya desembarcó en Netflix esta serie de 8 capítulos, continuación de “La Catedral del Mar”.
Señores, vasallos, esclavos, terratenientes, religiosos y campesinos, dan vida a una trama argumental que sigue girando en torno a los Estanyol.
Ildefonso Falcones es algo así como un “Alejandro Dumas contemporáneo”, ya que en sus novelas no solo cobra una enorme fuerza el contexto histórico, sino que las pasiones humanas como el amor, la lealtad o la venganza son siempre los pilares sobre los que se sostienen sus tramas argumentales.
Hace unos años, se estrenó en Netflix “La catedral del mar” basada en su popular novela. Una producción increíble que se centraba en la vida de un joven bataix (desde su durísima infancia, pasando por su juventud y adultez) que ayudó a construir Iglesia de Santa María (La Catedral del Mar) en un contexto de juderías, inquisición, campesinos, señores feudales, nobles y vasallos.
Tras el éxito de esa serie, Netflix -en una nueva coproducción con Atresmedia y Televisión de Cataluña-, decidió llevar al formato audiovisual la segunda parte de esa historia titulada “Los herederos de la tierra”.
Con las actuaciones protagónicas de Yon González como Hugo Llor (en la primera parte es encarnado por el actor David Solans conocido por la serie Merlí) y Rodolfo Sancho como Bernat Stanyol, la ficción de 8 capítulos intenta resumir un libro de casi 900 páginas lo que claramente no es una tarea sencilla.
En ese proceso “La Catedral del Mar” logró una mejor adaptación, con más ritmo y mayor tensión narrativa, pero de todas maneras “Los herederos de la tierra” es una muy buena propuesta para quienes siguen la obra de Falcones.
Con una cuidada y muy lograda reconstrucción de la época, el relato hace foco en la vida de Hugo Llor, un joven huérfano que debe forjarse un futuro atravesando toda clase de vicisitudes.
Aunque se trata de una continuación, solo al inicio nos reencontraremos con Arnau y Mar Estanyol. El desenlace en la vida de ellos será decisivo para Hugo, quien le debe mucho a esa familia. De allí su lealtad para con Bernat (hijo de Arnau y Mar) quien ha sido condenado a las galeras y que se transformará en un corsario dispuesto a vengar la memoria de los suyos.
Entre ellos se gestará un vínculo en el que la amistad se fortalecerá o se romperá según los hechos, pero Hugo siempre será fiel al respeto que siente por los Estanyol.
El amor, las pérdidas, los secretos, la presión de la Iglesia, las disputas de poder, la puja entre reyes y señores, la endeble situación de la mujer y los avatares propios de la época, consolidarán la nobleza y la templanza en el corazón de Hugo.
Ocurren tantas cosas en la obra original que sin dudas ha sido imposible plasmarla en tan solo 8 capítulos. De allí que por momento algunas resoluciones sean demasiado rápidas, y ciertos personajes no terminan de reflejar la importancia y profundidad que tienen en la novela de Falcones. Pero de todas maneras es una buena historia, sólida y entretenida en la que se destaca la ambientación y contextualización de aquella Barcelona medieval.