«El romance chino» es una de aquellas películas con argumento simples pero bello, marcado por la relación entre sus protagonistas. Una historia basada en el espíritu del libro para chicos “Hogar, Año Nuevo Chino” que se convirtió en filme y que estrenó en Netflix hace menos de dos semanas. Si la ves, no te olvides de los pañuelos.
“Nosotros y ellos (Hou lai de wo men)” más podría ser un proverbio chino. La película de Netflix, catalogada entre los dramas que traspasan el papel, se basa en “Hogar, Año Nuevo Chino”, según se afirma en los créditos al final de las escenas. En la poca información disponible en Google – y en inglés – se puede inferir que la mención hace referencia a la obra para niños “Home for Chinese New Year: A Story Told in English and Chinese” (publicada en mandarín y en inglés a la vez), de Wei Jie e ilustración de Xu Can, que cuenta la historia de un padre que busca de todas las maneras pasar el año nuevo con su familia.
El filme, que estrenó el 22 de junio en la plataforma, sin embargo, desarrolla el romance entre la pareja Jianqing (Boran Jing) y Xiaoxiao (Dongyu Zhou), quedando la relación padre-hijo en un segundo, pero también importante plano. El drama fue un éxito y recaudó 191 millones de dólares en los primeros dos fines de semana en las salas de cine de China – según información de The Hollywood Reporter. La trama mantiene el espíritu de moraleja del libro infantil y regala lindos pasajes a la audiencia, dejando varias enseñanzas, la más grande de ellas: no dejar de expresar el amor que sentimos a quienes amamos.
A partir de oraciones de los propios protagonistas, contamos más sobre esta historia.
Vale decir que esta información puede considerarse spoiler, es decir que tiene detalles sobre el argumento, ya que la propia sinopsis ya revela mucho de ello.
“Si no hubieras…” Jianqing y Xiaoxiao
“Nosotros y ellos” empieza en 2007 con el primer encuentro entre los protagonistas Jianqing y Xiaoxiao, en un tren abarrotado de gente que se detiene debido a una nevasca, vísperas del año nuevo chino. Los dos se llevan bien y sienten una fuerte conexión desde el principio. Luego la película salta en el tiempo para una segunda aproximación en 2018, cuando vuelven a encontrarse por casualidad en un vuelo cancelado en Beijing, también antes de los festejos y por el mal tiempo.
El cambio en la relación de los dos es claro. Después de 11 años no existe la misma liviandad, despreocupación e inocencia de cuando se conocieron. La directora y guionista Rene Liu – cantante y actriz china que debutó con esta película – no esconde la transformación: todo lo que se pasa en el 2018 está en blanco y negro, lo que agrega a la melancolía de Jianqing y Xiaoxiao. La pareja recuerda importantes momentos que dividieron juntos, cuestionando su separación y haciendo con que el público reflote la idea de qué hubiese pasado si alguno hubiese dicho o actuado de forma diferente. El injusto y doloroso “y si yo…” o “y si él/ella” hubiésemos…
“Ojalá el tiempo se detuviera” Xiaoxiao
La romántica frase es dicha por la chica en una etapa de inicio de enamoramiento. Aquella fase en que las imperfecciones y los problemas son disminuidos, y la vida se vuelve más bonita por la simple mirada optimista típica de los que están muy enamorados.
La película tiene una ternura, y consigue mostrar el sentimiento creciente de la pareja. Puede ser cliché, pero quienes ya amaron de verdad saben que hay instantes que uno gustaría de detener en el tiempo por su perfección. Lo más brillante es que un sillón, tirado en las calles y re-aprovechado por los protagonistas, se vuelve símbolo de aquella época dulce. El amor no siempre está en lo grande, sino muchas veces se encuentra en los gestos más pequeños. Segundos que son eternizados por la compañía del otro.
“Quedar en Beijing es como una apuesta” Jianqing
Por medio de Jianqing y Xiaoxiao, “Nosotros y ellos” demuestra la dificultad en destacarse profesionalmente o ganar la vida en Beijing. La capital china es una de las ciudades más pobladas del mundo, con más de 20 millones de habitantes. Los jóvenes, como muchos otros, viven en una situación precaria, compartiendo una habitación minúscula en una especie de conventillo, donde las personas se amontonan en un piso compartiendo el espacio y el ruido, sin casi ninguna privacidad. Entre un trabajo y otro, los protagonistas intentan encontrar su camino, ella como vendedora, y él como creador de videojuegos para computadora.
“El pasado está frente a nosotros” Xiaoxiao
La historia de los protagonistas se va presentando en diversos períodos, todos marcados por las celebraciones de año nuevo que vienen con deseos y expectativas. El espectador viaja en el tiempo con ellos, conociendo más sobre sus dificultades y anhelos. Al final, no se puede evitar sentir lo que ellos están sintiendo y posiblemente el filme sacará lágrimas en más de una ocasión. Entre lo dicho y no dicho, las mentiras blancas, los malentendidos y lo que ellos esconden del otro, se genera un nudo en la garganta, ya que es fácil identificarse con Jianqing y Xiaoxiao.
“La felicidad no es una historia, la desgracia sí”, Jianqing
Jianqing tarda en comprender lo que el padre y la novia esperan de él o los motivos que hacen al amor. El joven se vuelve cada vez más frustrado por no lograr sostenerse de forma digna económicamente y eso genera una carencia en un ámbito mayor, el de sus relaciones.
“El mundo no tendría color” Jianqing
En el videojuego creado por Jianqing, todo es blanco y negro, hasta que el personaje Ian se reencuentra con Kelly. El gris del game y de la película representa el duelo y la tristeza de la vida sin la persona que uno ama. Un peso que se carga y que no se va.
“Talvez tengas que envejecer para entender sentimientos así”, padre de Jianqing
Hay amores que detienen el traspaso del tiempo. El sentimiento de Jianqing y Xiaoxiao cruza la pantalla hasta tocar el corazón de la audiencia y es difícil no conmoverse. Para los que ya amaron y perdieron o para los que aman y sostienen el amor tras más de una dificultad, “Nosotros y ellos” deja una huella y un mensaje que queda en la cabeza volteando como un proverbio de sabiduría china.