De oficio editor -desde hace diez años es el responsable de la Editorial de la Universidad de Villa María (Eduvim)-, el docente y periodista cordobés Gazzera nos invita hoy a tener en cuenta otro tipo de libros, esos que no suelen estar en las vidrieras de librerías, pero sí en el trasfondo y las raíces de las buenas historias.
«Oficio de Editor», de Mario Muchnik. (El Aleph Editores)
«Somos varios los que creemos que el trabajo de editar es un oficio. Yo mismo escribí un libro que combina esas palabras. Este libro de Mario Muchnik es uno de los tantos que he leído sobre este apasionante oficio. Pero lo elijo por sobre todo por su carácter. Muchnik es un editor muy refinado, muy punzante pero escribe directo, al corazón del oficio. Un editor aprende y aprehende de las páginas de sus libros. Mario fundó en 1973, en la agonía del franquismo, una editorial valiente con Seix Barral y Anaya. Editaron a Cortazar, a Elias Canetti y una de las más citadas y referenciadas traducciones de «Guerra y Paz» de Tolstoy. Mario Muchnik fue toda su vida fotógrafo pero sus estudios universitarios fueron en física. Hay una sintaxis en sus enseñanzas que inspiran la pureza de un oficio. Por eso, el capítulo más bello de este libro es el que hace referencia a otro oficio, el «cajón de sastre».
«La cultura. Todo lo que hay que saber», de Dietrich Schwanitz.
«Debo decir que cuando el libro pobló las vidrieras de las librerías argentinas me dio mucha desconfianza. Su tamaño abultado, 809 páginas, donde casi no hay citas de referencia a pie de página y la faja con una frase de Savater, ese Savater de autoayuda, sentí que no valía la pena. Después el libro se agotó y alguien a quien le confío su capacidad de leer me lo citó como una lectura atenta. Lo empecé y lo terminé en abril. Impecable. No podía dejar de leerlo y lo que más placer me daba es que había asociaciones económicas, políticas, religiosas, etimológicas, literarias, musicales, arquitectónicas, pictóricas, etc etc que me ayudaron a comprender mejor ciertos procesos. Recuerdo que al promediar las 200 primeras páginas me dije «de donde salió este alemán». Otra vez el prejuicio me había jugado una mala pasada. Me obnubiló saber que no era alemán sino que Dietrich era inglés y ya había muerto muy joven. Cómo con tan pocos años, se podía escribir una obra tan buena, tan completa y reveladora. Un libro, sin dudas brillante»
Carlos Gazzera es Licenciado en Letras Modernas y Magister en Comunicación y Cultura Contemporánea. Tiene a su cargo las Cátedras de Literatura Argentina I y II de la Licenciatura en Lengua y Literatura en la Universidad Nacional de Villa María, Córdoba y desde el 2008, director de EDUVIM.
.