Babilonia Literaria Leer “Un poema por Stefan” es descubrir la musicalidad y la belleza que se esconde en cada la palabra. Escuchar a Estela hablar de libros, de historias y del arte de narrar, es también maravilloso.
Hoy se presenta en Babilonia Literaria y nos cuenta cómo se transformó en escritora.
“Me gusta comparar las historias con las montañas; ellas están allí, no te piden que las escales pero un día comienzas a trepar –un pie delante del otro- hasta que el desafío impone no renunciar y llegar a la cima. En el caso de escribir historias, es alcanzar la palabra Fin.
Creo que comencé a escribir porque la historia se plantó delante de mí – tan alta y sólida como una colina- y no pude ignorarla. Nunca había escrito nada. Muchos me dijeron que yo era una suerte de paracaidista y si con ello quisieron mandarme a un rincón, lograron lo contrario.
Todo acto creativo ayuda a crecer y siento que sigo creciendo a medida que la escritura me permite ser otros, vivir las historias que me gustaría leer, ser el malo y el bueno, la chica y el muchacho, cabalgar, pelear con espadas y perderme en paisajes de esos que roban la imaginación.
Publiqué una novela: Un poema por Stefan; y como narro la vida de alguien que lleva en el corazón a un poeta, me di el gusto de incluir poemas a lo largo de las 765 páginas de la obra.
Me llevó siete años escribirla e ilustrarla. Después quedé tan exprimida como un limón y me dediqué a escribir cuentos. Algunos se han publicado en antologías, periódicos o fueron leídos en ciclos radiales. En este momento, planeo publicar los Cuentos Celestes, en plataforma digital.
Y quizá porque en verdad soy paracaidista, he saltado nuevamente y ando flotando con los pies en el aire mientras escribo mi segunda novela: El trono de las nubes.
Si había un escritor dentro de mí, yo fui la primera sorprendida. Siempre leí, mucho y de todo un poco, pero pasar del otro lado de las páginas, no fue una decisión, fue un desafío personal (y otra vez la cima de mi montaña), yo nací entre montañas, en Mendoza y algo debe tener que ver.
Escribir es un poco mostrar el alma -soy muy tímida al respecto- pero que alguien nos lea es cerrar el gran círculo de la escritura.
Días pasados, en un encuentro entre lectoras y escritoras, intenté definir lo que esta tarea representa, o el fruto que deja. Allí nos habíamos reunidos todas: las que escribimos, las que leemos y aquellas que llegaron con sus escritos en línea de salida preguntándonos cómo seguir, cómo avanzar. Cuál es la mejor manera de “dar a conocer” es todavía un misterio. Hoy disponemos de ediciones de autor, autoediciones y las siempre anheladas editoriales. Son todos caminos posibles, pero no deben quitar el foco de lo importante: el lazo que se tiende entre lectores y escritores, que es mágico y gratificante; y de las bambalinas de cada obra, que es quizá donde reside el placer de escribir. Todo el universo que abordamos para destilar el néctar de una historia”.
Datos de la autora
Estela Marta Escudero nació en Mendoza, en abril de 1953. Es dibujante publicitaria y gran aficionada a la ópera. Ha realizado cursos sobre música sinfónica, ópera y literatura.
Vive en Buenos Aires, está casada, tiene dos hijos, y trabaja como asesora profesional de seguros.
Ha publicado:
– En 2008 cuentos en la antología El Decir Textual, de Ediciones de los Cuatro Vientos.
– En 2010 la novela Un Poema por Stefan. La historia transcurre en la Prusia Oriental en el siglo XIX y narra la vida del último rey de Keningrad, de su gran amor, Liza, y de la guerra que habría de alcanzarlos. La novela incluye ilustraciones, 53 poesías y un poema épico y recibió mención de honor de los premios Raíces 2012 – Editada con Ed. Del Boulevard.
– De 2011 a 2014 cuentos en el periódico The Southern Cross y para el programa radial Encuentro con los Coros de Radio Cultura y Radio El ascensor.
– En 2015 Cuentos Celestes –autoedición-; esta selección incluye el cuento Mamihlapinatapai que obtuvo 1º Mención en el concurso literario AAPAS 2009.
Actualmente trabaja en su segunda novela: El trono de las nubes.
