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Hoy leemos a… Luis Carranza Torres

El escritor cordobés nos comparte un fragmento de «Mujeres de invierno», una de sus novelas más logradas, publicada en 2017.  El nazismo, secretos familiares y pasiones cruzadas unen la vida de personajes fascinantes delineados con una muy buena construcción narrativa y contundente investigación. 

 

 

 

 

«Los visitantes del otro lado del mundo arribamos finalmente a Chartwell ya bien entrada la tarde. No veníamos solo nosotros. Todos llegábamos rodeados de nuestros fantasmas, con nuestras heridas, viejas pero aun sin cerrar, todavía a cuestas.

No fue sino hasta mucho más adelante que entendería el peso de los eventos de ese día en todos los hechos que siguieron.

Nuestro obeso y desagradable anfitrión, nos había esperado pintando la mayor parte de la jornada en el jardín de las rosas y preguntado ya tres veces por nosotros. Debo decir que la hora tardía de nuestro arribo tenía mucho que ver conmigo. No albergaba el menor deseo de ir hasta allí, y me esforcé por hacer desistir a Ignacio hasta el último minuto. No me hacía ninguna gracia dejar las tiendas de Londres para una reunión campestre con quien era un recalcitrante enemigo de esa nación que, sin ser la mía, era de dónde provenía mi familia.

Pero mi marido era un buen amigo suyo, se habían carteado desde siempre e Ignacio resultaba inconmovible en ese tipo de cosas. Su culto a la amistad pudo más que mis sucesivas excusas y pedidos para cancelar la excursión.

Apenas supo de nuestro arribo, Winston Churchill dejó su trabajo en el caballete para mostrarnos el parque y los jardines.

Su esposa Clementine pronto se nos unió, para anunciar que el té estaba servido en el comedor de la residencia.

Debo reconocer que todos allí, empezando por el dueño de casa, se esforzaban para hacernos sentir lo más cómodos posibles. Supuse que el cargo que iba a desempeñar mi esposo no era ajeno a ello.

Durante el té, Churchill habló hasta los codos, dándole todo género de prevenciones y consejos a Ignacio sobre su nuevo puesto. Yo por mi parte, fijé mi vista en los ventanales enfrente de mí y que otorgaban una vista privilegiada del verde parque que rodeaba a la propiedad. Dejaba vagar por allí mi mente, desinteresada por completo de tales asuntos.

Había algo en él que me exasperaba. Quizás, la suficiencia y ampulosidad de sus modos. Sobre todo, cuando hablaba pestes sobre el país de mis padres, Alemania y sobre el nuevo gobierno de Herr Hitler.

Por eso, en cuando pude alegué un súbito dolor de cabeza para retirarme de la mesa. Un poco de aire en el jardín sería más que suficiente para reponerme, expresé a continuación. Clementine se ofreció para acompañarme pero decliné cortésmente el ofrecimiento.

 Los caballeros se levantaron al hacerlo yo. Desde la pubertad he sabido cómo hacer uso de mi condición femenina para salirme con la mía.  Vi en la expresión de mi marido, una muda mirada de reproche. Ignacio no comparte mi simpatía sobre el nuevo orden que se erige en Alemania. De hecho, poco nos une respecto de lo que piensa cada uno en casi todos los temas. Desde hacía tiempo nuestras ideas, como nuestras vidas, se habían distanciado.

Vagué un rato por los verdes jardines. Por suerte, pronto nos iríamos de esa casa e incluso de la misma Inglaterra. Nuestro destino final estaba cerca, a muy corta distancia. Mi marido, ese ser del que cada día me alejaba más y más, había sido designado por el gobierno argentino para ser Embajador plenipotenciario ante el Reich alemán. Volvía yo, como esposa de un diplomático, al país del que mis padres, campesinos, habían salido sin nada. A una Alemania en pleno auge, gracias a las nuevas ideas en el poder. Y tal hecho despertaba en mí un extraño entusiasmo, siendo como soy, una persona difícil de entusiasmar en nada».

 

 

 

 

Sobre Luis Carranza Torres 

 

 

Luis R. Carranza Torres nació en Córdoba. Es abogado y Doctor en Ciencias Jurídicas, profesor universitario y miembro de diversos asociaciones históricas y jurídicas. Es autor de las novelas Yo Luis de Tejeda (1996), La sombra del caudillo (2001), Los laureles del olvido (2009), Secretos en Juicio (2013), Palabras Silenciadas (2015), El Juego de las Dudas (2016), Mujeres de Invierno (2017), Secretos de un Ausente (2018) e Hijos de la Tormenta (2018). Ha recibido la mención especial del premio Joven Jurista de la Academia Nacional de Derecho (2001), el premio “Diez jóvenes sobresalientes del año”, por la Bolsa de Comercio de Córdoba (2004). En 2009, ganó el primer premio en el 1º concurso de literatura de aventuras “Historia de España” en Cádiz y en 2015 Ganó la segunda II Edición del Premio Leer y Leer en el rubro novela de suspenso en Buenos Aires. 

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