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«Elegí a un personaje que pudiera cabalgar entre América del Sur y Escocia»

La escritora cordobesa acaba de presentar “Donde terminan las aguas”, primera novela que publica luego de algunos cuentos, que narra la vida de Edwin Pack, un aventurero militar escocés que llega al Río de la Plata en el tiempo de las invasiones inglesas y luego se une al ejército libertador de San Martín. En esta nota, Vidal nos cuenta un poco más sobre este nuevo relato histórico que se suma al catálogo de El Emporio Ediciones.

Hasta hace algunos meses, la vida de Graciela del Carmen Vidal se articulaba de manera tranquila entre su labor como médica (especializada en Dermatología), su familia, sus viajes (en tiempos sin covid) mas su amor por la lectura y la escritura, que tomaba cuerpo y se consolidaba en el taller dictado por Leonor Mauvecin y que integra desde hace tiempo. Sin embargo, el 2021 quedará marcado para ella como el año en el cual dio el salto y comenzó a hacerse mucho más visible en su nuevo rol como escritora, gracias a la publicación de su novela “Donde terminan las aguas” (El Emporio), ópera prima que articula hechos y personajes históricos y ficcionales entre Argentina y Gran Bretaña en el 1800.

Ambientada entre Escocia y el Virreinato del Río de la Plata a comienzos del siglo XIX, para luego avanzar en tiempo y espacio hacia Mendoza y Londres varias décadas después, este relato tiene como protagonista a Edwin Pack, un joven capitán escocés de Aberdeenshire, que se embarca desde Europa para luchar en las Invasiones Inglesas a Buenos Aires, y que tras las frustradas operaciones –primero al mando de Beresford y luego de Whitelocke-, decide quedarse en Buenos Aires, modificando su destino para siempre. “Un ser apasionado en quien se mezcla la valentía y la ternura, una rara simbiosis para un espíritu celta parco, cuya introspección es un distintivo permanente”, señalará más adelante su creadora.

Articulando ficción y realidad, Vidal construye un personaje foráneo que se instala en Argentina y aprende sus costumbres, se enamora de una joven de la elite porteña y gracias a eso descubre a quien terminará siendo su mentor: el general San Martín. Junto a él participará de la campaña libertadora para luego regresar a su tierra natal, desandando más de una aventura entre Londres y Escocia.

Amores, luchas, traiciones y designios familiares -que llegan desde esas tierras nórdicas de culturas y mandatos ancestrales- todo eso y más está presente en esta interesante novela, que recrea con rigor histórico una época fundacional de nuestro país.  En diálogo con Babilonia, su autora nos cuenta un poco más de su libro.

La novela está narrada en una segunda persona, voz que no es común utilizar en novelas históricas y que pone cierta distancia o formalidad con el personaje central, Edwin Pack, ¿por qué esta elección narrativa? ¿Es usual en vos usar esta perspectiva?

-Me gusta la segunda persona, me siento cómoda con ella y según mi criterio, acerca el personaje al lector, como si permanentemente estuviera a su lado. Me interesa que pueda lograr quien lo lea empatizar con el protagonista, no solo inquietándose por lo que le sucede sino porque siente que eso le está ocurriendo a él mismo. Me encantó el uso de esta técnica narrativa en Carlos Fuentes, su nouvelle “Aura” y en parte de “La muerte de Artemio Cruz”. Para mí, es uno de los atractivos de esta novela.

 

Haciendo foco en Pack, él es un escocés aventurero, inteligente, decidido, que llega al Río de la Plata en tiempos convulsionados y que luego se suma a las tropas de San Martín en la lucha por la independencia, dando un giro absoluto en su destino. ¿Cómo fue construirlo? ¿Por qué la idea de que fuera escocés?

–  Elegí a un personaje que pudiera cabalgar entre América del Sur y Escocia. Para la época y por la fuerza que quise imprimir al relato me decidí por un hombre y de profesión militar, Edwin Pack, que llega de Escocia a estas tierras del Río de la Plata, incultas para los británicos. Encuentra un paraíso ignorado, donde se amalgaman las aventuras bélicas, el coraje, la nostalgia y el amor. Es un ser apasionado en quien se mezcla la valentía y la ternura, una rara simbiosis para un espíritu celta parco, cuya introspección es un distintivo permanente. Su vínculo con el general San Martín será decisivo. Mientras lucha, sufre y ama, también cae en la tristeza, sin embargo siempre renace con la luz de esperanza que surge de sus raíces, desde el castillo Crathes y el clan que lo cobijó en la infancia

 

-Otro de los personajes que aparece mucho en la primera parte de la novela es el General San Martín a quien el relato se acerca bastante para narrar su cotidianeidad, ¿tenías antes por él un interés como prócer nacional o se dio específicamente por la novela?

-Siempre me atrajo la figura de San Martín por la fuerte personalidad, su honestidad, su empuje y su enorme desinterés por la gloria y por no desear conservar el mando a cualquier precio.

– ¿Existió realmente un confidente foráneo como Edwin en la vida de San Martín o fue pura invención?

-No tengo conocimiento si existió un confidente foráneo en la vida de San Martín…su amigo más cercano fue Tomás Guido. Sin embargo, en su entorno había varios británicos, como menciono en la novela, cuando están en Chile. Tenía una amistado estrecha con James Mc Duff, conde de Fife, que vivía en Escocia y de quien narro bastantes episodios en la trama.

Edwin, entre dos amores

Ni bien comienza la novela, el lector se encuentra con este militar escocés que añora su vida en Escocia, de hecho mantiene una asidua correspondencia con su primo Alexander –a quien considera un hermano-, pero que rápidamente se aggiorna a la vida de la capital del sur y se enamora de una joven de la elite porteña, enlazando así su destino a Argentina. Luego, sin embargo, ocurrirán otras cosas que lo llevarán nuevamente a su tierra natal, donde se reencontrará con un amor de su infancia. El anclaje romántico entonces pivotea entre el pasado y el presente, el amor platónico y el real que vivencia Edwin Pack, ida y vuelta que sirve como hilván para mantener la tensión en el relato de principio a fin. 

Edwin Pack hace pareja en Buenos Aires con la joven Rosario, pero también recuerda (de a ratos) a Kathryn, un amor silenciado que quedó en su memoria. ¿Cuál fue tu intención al poner al protagonista entre amores distantes?

-Considero que la trama del amor es una parte importante de la narración y esa vida austera, en tiempos feroces, necesitaba la dulzura del sentimiento…que también lo ha llevado a sufrir al personaje.

Libros como raíces históricas

¿Cómo fue el trabajo de recopilación  histórica/documental para la novela? ¿De qué fuentes de valiste?

-Entre la bibliografía consultada se encuentran los libros: “Historia de San Martín y de la emancipación sudamericana”, de Bartolomé Mitre; “El Santo de la espada”, de Ricardo Rojas; “La Argentina Historia del país y de su gente”, de María Sáenz Quesada; “Maitland y San Martín”, de Rodolfo Terragno; “Gran Bretaña en la Reina del Plata”, de Alina Silveira. También ficción como “Misteriosa Buenos Aires”, de Manuel Mujica Lainez; “El delicado umbral de la tempestad”, de Jorge Castelli, “Viajes de Gulliver”, de Jonathan Swift; “Juanamanuela mucha mujer”, de Martha Mercader; “Mariquita Sánchez”, de María Sáenz Quesada y “Remedios de Escalada”, de Silvia Puente.

Además, historia de la vida del poeta Robert Burns, del escritor Sir Walter Scott, libros de la historia del castillo Crathes que visitara hace unos años y de la familia de los barones de Burnett de Leys. Novelas de Sir Arthur Conan Doyle y su entrañable personaje Sherlock Holmes. También rondaron por mi imaginación las novelas de Charles Dickens, las delicias brindadas por Oscar Wilde  y la exactitud de George Bernard Shaw, más el encanto de la pluma de Gilber K. Chesterton (El hombre que fue jueves, además del Padre Brown). Por supuesto Virginia Woolf con La señora Dalloway, Orlando, Un cuarto propio….y muchos más, que ambientaron mis incursiones por Gran Bretaña en distintas épocas. He visitado Londres siete veces y además  otras ciudades  de las islas.

Opera prima

Si bien hace tiempo realizás talleres de escrituras y participaste en antologías, es ésta es tu primera novela, ¿cuáles fueron los desafíos al escribirla? ¿Cuál es tu emoción al verla publicada?

-Frente al Mar del Norte, en Aberdeen, sentí la necesidad de contar algo de “mis vidas anteriores en Escocia”…es una sensación muy particular mi vínculo con esa tierra en la que nunca viví. Eso merecía un relato más extenso que un cuento. Ambientado en otro siglo. 

La emoción de verla publicada se emparenta con la expectativa que a los lectores les agrade. Creo que cada obra está escrita para un lector en particular, nunca es universal: mi deseo es colmar el interés que hayan puesto en esta novela.

 

– ¿Hay otra historia en camino?

-Va en camino otra historia entretejida con la presente y a su vez, independiente.

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