La escritora marplatense lanzó en el mes de de octubre su novela «Napalpí. Atrapada en el viento», un relato que se refiere a la terrible matanza de indígenas quom, tobas y mocovíes que tuvo lugar en Chaco el 19 de julio de 1924.
La historia de dos mujeres, Carola y Eva, quedan entrelazadas por la tragedia y el amor.
El viento es parte del paisaje de esta historia. El viento cumple un rol protagónico. El viento no solo trae los aromas de las flores y los frutos, sino que para las protagonistas de esta novela es también el encargado de anunciar las tragedias. De allí que la nueva novela «Napalpí. Atrapada por el viento» de Gabriela Exilart comienza con dos escenas poderosas: la primera en Buenos Aires en 1922, la otra en la reducción de Napalpí (Chacho) en julio de 1924. De esta manera las vidas de las protagonistas, Carola y Eva, quedarán unidas por algo poderoso que se irá develando a lo largo de la trama.
La escritora marplatense -referente del género romántico y autora de títulos como «Con el corazón al sur», «Renacer de los escombros» y «Por la sangre derramada», entre otras- vuelve con esta historia profunda y visceral que además rescata la masacre de Napalpí, un hecho aberrante ocurrido en julio de 1924 en el que más de 200 indígenas de dicha reducción chaqueña fueron asesinados por la fuerza policial.
Gabriela Exilart detalla los aspectos más relevantes de este libro que salió a la venta en octubre y que la escritora presentará en Córdoba el próximo 15 de diciembre, en el marco de la actividad del cierre de temporada de Babilonia Literaria.
– ¿Cómo surgió la idea de escribir sobre la Masacre de Napalpí?
– Tenía en mi mente una frase y hacía rato que quería escribir sobre el norte argentino. Entonces me puse a buscar antecedentes de hechos poco difundidos en esa zona y me encontré con esta tremenda historia que no conocía. A medida que fui investigando tuve la certeza de que era el escenario que necesitaba, además de sacar a la luz este episodio tan desgraciado de nuestra historia.
– ¿Cuáles fueron los aspectos más complejos del proceso de investigación?
– Lo más complicado para mí fue escribir sin conocer el lugar. Es muy importante, a la hora de narrar, poder visualizar el entorno, los olores, el color de las plantas, el clima… Yo me imaginaba un ambiente muy húmedo, los sonidos entre los árboles, pero no es lo mismo imaginar que poder verlo y sentirlo.
En cuanto al tema en sí, conté con ayuda de los museos que me enviaron diarios digitalizados de la época, libros que compré por internet y otro que me mandaron desde Chaco. Además hay videos en Youtube con testimonios, así que entre todo pude reconstruir la historia.
– En el relato hay dos mujeres: Carola y Eva, ¿de qué manera se van enlazando sus historias?
– Carola y Eva son dos mujeres muy distintas. Carola vive en Buenos Aires, es apocada, con complejos de inferioridad, se siente fea y fuera de moda.
Eva vive en la reducción de Napalpí, en Chaco, es arisca, poco femenina y muy resuelta. Pese a esas diferencias les sucede algo similar, como si el mismo destino estuviera trazado para ellas. Y al avanzar en la lectura descubriremos que tienen mucho en común.
– ¿De qué manera la historia de los personajes se van entrelazando en la novela?
– Estas dos mujeres que mencionaba recién tienen que huir de algo grave que les ocurre, por distintos motivos, y deben que llevar con ellas al hijo del hombre que aman. A su vez estos hombres tienen un pasado con gran peso, que se va develando a medida que la novela crece. Y cerca del final, el lector descubre que nada es lo que parecía, llevándose una gran sorpresa.
– Hay una anécdota muy linda sobre el disparador que dio lugar al título de este libro. ¿Nos contás?
– Cuando filmamos los capítulos de “Hablemos de amor”, Graciela Ramos empezó a repartir sus yuyos. Florencia Bonelli recibió su bolsita y dijo que era el olor del viento de las sierras de Córdoba. A mí me pareció preciosa esa frase, «el olor del viento», y le dije que me gustaba para un título. Y Flor, con su grandeza, me dijo que me lo regalaba. A partir de esa expresión a mí me empezaron a dar vueltas en la cabeza una serie de ideas que culminó en esta novela.
– Más allá del argumento, ¿qué nuevos desafíos narrativos te planteaste a la hora de escribir esta novela?
– Quise jugar con la estructura narrativa para crear más suspenso e intriga. Por eso la novela arranca en los dos primeros capítulos muy arriba, con dos sucesos muy fuertes que ponen a las protagonistas en situaciones extremas. Luego voy desandando el camino, yendo y viniendo en el tiempo y en dos historias paralelas.
– En pocas palabras, ¿con qué se va a encontrar el lector y la lectora en «Napalpí. Atrapada por el viento»?
– El lector se va a encontrar con dos grandes historias de amor en medio de un escenario trágico como fue la masacre de Napalpí. También hallará un argumento que tiene un poco de estilo policial, además de mucha intriga, pasión, desencuentros y por supuesto, un final feliz.
Sobre el libro
«A veces el pasado es un viento que atrapa con su fogoso magnetismo y sus secretos. Pero un arrebato de pasión puede cambiarlo todo». Con esa frase comienza la sinopsis de la nueva novela de Gabriela Exilart, un relato profundo y conmovedor elaborado a partir de un entrecruzamiento de historias y de tiempos que desembocan en un final inesperado.
Cabe destacar que la escritora marplatense estará presentando «Napalpí. Atrapada en el viento» en la ciudad de Córdoba. La actividad será el sábado 15 de diciembre a las 18.30, en el marco del cierre de temporada 2018 del ciclo de charlas que organizan en forma conjunta Babilonia Literaria y Rincón Cultural de Dinosaurio Mall (Rodríguez del Busto).
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