Gabriel Ábalos: " Los ensayos de este libro se refieren en general a mujeres sin rostro"

 

Con un minucioso trabajo de investigación, el periodista y escritor Gabriel Ábalos acaba de editar «Cordobesas», un libro que visibiliza a las mujeres que vivieron en nuestra Provincia durante los siglos XVIII y XIX. 

La presentación oficial será el 20 de septiembre a las 18 en el Museo de las Mujeres, en el marco de la Feria del Libro y el Conocimiento Córdoba 2019. 

 

 

 

 

 

Su trabajo como periodista y columnista en el diario Alfil lo llevó a trabajar semanalmente en artículos vinculados a historias y personajes del pasado cordobés. Eso fue moldeando una investigación que ahora sale a la luz de la mano del libro «Cordobesas» editado por Buena Vista. En estas páginas nos encontramos con mujeres que habitaron nuestra Provincia durante los siglos XVIII y XIX. Mujeres que, pese a la estructura patriarcal de la época, rompieron con algunos de los cánones impuestos al sexo femenino. 

«Estos ensayos se refieren en general a mujeres sin rostro, muchas veces sin nombre, y otras veces con un nombre que es lo único que tenemos sobre ellas», cuenta Gabriel Ábalos en la entrevista compartida con Babilonia Literaria. 

 

– ¿Qué te motivó a iniciar un trabajo de investigación tan profundo sobre esas mujeres que vivieron en Córdoba entre los siglos XVIII y XIX?

– Al irme adentrando en ese pasado que guardan los diarios amarillentos en los sitios donde han sido milagrosamente conservados, comencé a detenerme en algunas noticias y temas que ofrecían cierta proximidad a la identidad de las mujeres. Con los años uno va activando más la atención en ciertos aspectos de la realidad y, en este caso, me ocurrió que me interesaba siempre ver la situación de las mujeres en los documentos a los que accedía. Es una mirada que me acompaña de hace años. De hecho, el capítulo dedicado a las guitarreras y cantoras cordobesas de las que hablan antiguos documentos, en los caminos de posta durante el siglo XIX, es una investigación personal que data de 2003.

 

 

– ¿Cómo fue el proceso para dar forma a este libro? (tanto en lo que respecta a la investigación como en la escritura y el armado en general).

– Fue un proceso largo, de no menos de seis años. Lo más moroso es siempre visitar con paciencia los documentos, en este caso los diarios, que fueron la base de estos ensayos, y recoger de ellos datos. Seguir buscando, ir sumando piezas al rompecabezas. Como yo realizo esa tarea para mi producción periodística en el diario Alfil, donde escribo notas sobre el pasado de Córdoba, todas las semanas, mi búsqueda no se limitó a las mujeres. De hecho, los datos recogidos serán parte de otras investigaciones que tengo en curso, dentro de ese período histórico aproximado. También estuvo una lectura extensa de producciones de historiadoras, en su mayoría cordobesas, sobre las mujeres.

 

– ¿Cuáles fueron los aspectos que más te sorprendieron en este proceso de investigación?

– La mayoría de los temas que llamaron mi atención están, de una forma u otra, reflejados en el libro. En realidad, el pasado es bastante predecible cuando uno convive seguido con él. Es fácil ser un profeta del ayer (jajaja). Lo que quiero decir es que no hay tantas sorpresas, aunque sí hay textos que de pronto invitan a detenerse en ellos, a leerlos con atención, porque aportan un dato inesperado… Hay noticias que abren ventanas a ciertas miradas, otras que traen una problemática diferente. En fin, tal vez nos vamos acostumbrando también a estar sorprendidos.

 

 

 

¿Pero hubo alguna historia o personaje en particular que te llamó la atención?

– Los ensayos de “Cordobesas” se refieren en general a mujeres sin rostro, muchas veces sin nombre, y otras veces con un nombre que es lo único que tenemos sobre ellas. Por ejemplo, una pianista joven que se llamaba Manuela Espejo, sobre la que se hallan algunas referencias en 1866, y que sin embargo no trascendió más allá de esas breves menciones. O aparecen en ocasión largas listas de nombres de señoras y señoritas de la sociedad asistiendo al teatro, o formando parte de una manifestación católica, y ¿qué significan para nosotros, hoy, esos nombres? Tal vez para algunos descendientes que leen el nombre de su tatarabuela. O para investigadoras a quienes de pronto les sirve el dato. Y poco más que eso. También puede aparecer en un diario una mujer de clase popular, en 1886, abofeteando a un hombre que se propasaba con ella en la calle, mientras le soltaba “tomá y volvé por otro”. Y no tenemos siquiera su nombre. Así se van poniendo de borrosas las imágenes del pasado, a la vez que ejercen una fascinación.

 

– Desde lo narrativo, ¿cómo fue el proceso de escritura para respetar el rigor histórico pero a su vez hacerlo accesible para los lectores y lectoras? 

– Como te decía, buena parte de este material ha sido publicado en las páginas de diario, semana a semana. Siempre me esmero en el rigor de la información a compartir con lectores y lectoras, lo cual a su vez debe ser compatible con el tiempo de producción escrita como el que -vos lo sabés- te exige el periodismo, su gran velocidad.  Mejor o poco logrado, solo puedo decir que trabajé para obtener textos lo más serios y legibles posible. Para el libro hubo un largo trabajo mucho más tranquilo y reflexivo: la revisión, la selección, la reescritura, la ampliación, decisiones respecto a darle un orden adecuado al material. El resultado, en lo que hace a la lectura, es una serie de ensayos con cierto orden cronológico, que se pueden leer independientemente unos de otros, a la vez que puede ser también rico realizar cruces entre capítulos.

 

-¿Qué creés que viene a aportar este libro? ¿Cómo lo definirías?

Lo defino como una colección de ensayos que hacen foco en las mujeres de Córdoba en un período histórico. Asoman allí las damas de beneficencia, las periodistas, las brujas, las monjas, las trabajadoras de fábricas, las “mujeres de vida alegre”, como les llamaban los diarios, las pintoras, las beatas. El “bello sexo” de su época. No pretende agotar el tema, eso desde luego. Es un texto que tiene bastante de polifónico, por la cantidad y extensión de citas que se incluyen. De mi parte, sin embargo, fue imposible limitarme a transcribir aquellas citas de la prensa periódica, que proceden de una matriz profundamente patriarcal y que definen a las mujeres, les hacen advertencias, son zalameros con ellas, las tratan como a eternas niñas, hablan en su lugar. Me vi obligado a protestar yo mismo, en tanto lector, contra esa maraña de dominación, de humillación, de arrogante desdén; a señalar con mis herramientas conceptuales (aún degastadas) al menos las más obvias de esas estrategias discursivas. Eso también es parte del libro, mi propia lectura. De ahí en más son los lectores y sobre todas las lectoras, quienes tienen la palabra respecto a si les cae o no en gracia “Cordobesas”.

 

 

Presentación en la Feria del Libro

 

«Cordobesas» se presentará en el marco de la Feria del Libro y el Conocimiento Córdoba 2019. La actividad será el 20 de septiembre a las 18 en el Museo de las Mujeres. Más cerca de la fecha compartiremos más detalles de esta actividad.   

 

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