Con baja en las ventas y en asistencia de público, cerró la Feria del Libro 2018

Terminada la Feria 2018 llegan los números y en esta ocasión son algo dispares los balances que hacen editores y libreros. Algunos hablan de una baja del 3,3% mientras que otros señalan hasta un 30% en la caída de ventas en relación al 2017. De todas maneras, el evento convocó nuevamente a miles de lectores y, lo más importante, permitió interesantes debates colectivos acerca de la literatura como otra forma de entender la realidad. 

 

 

El evento más importante en materia literaria de la ciudad ha terminado, y después de tres semanas con libros a la venta, muestras, charlas, actividades y espectáculos propuestos, siempre es bueno hacer un balance y analizar qué dejó de bueno y qué sería bueno mejorar.

¿Cómo se califica una buena feria? ¿Por sus ventas, por sus actividades y programación, por la presencia de escritores más o menos referenciados? ¿Por la mayor o menor afluencia de público? Las respuestas no son sencillas, sobre todo porque las voces provienen de diferentes espacios (librerías, editoriales, gestores culturales, autores, etc) y no parecen llegar a un diálogo en común en el evento.

De hecho, en un año donde las coordenadas macroeconómicas hacían prever una estadía algo negativa en los stand (quizás los espacios donde más pueden constatarse subas y bajas), sus responsables muestra una postura desigual frente a los resultados, ya que algunos participantes la califican como “muy buena” y otras de “mala” en relación a la venta de unidades.

Desde Babilonia buscamos abrir el abanico y tratar de entender las posturas de cada una de quienes participan de este importante evento cultural.

 

Baja en las ventas y la afluencia de público

 

Tal cual lo informan editores y libreros que participaron de la Feria, hubo una baja generalizada en la venta de unidades, algo que se preveía en consonancia con la situación económica del país. En este sentido, desde la Secretaría de Cultura de la Municipalidad señalaron que la caída en las ventas fue del 3,3% en relación al año pasado, sin embargo, algunos editores con stand propio señalaron valores mayores, entre el 15 y hasta el 30%.

En este sentido, Pablo Kaplún, desde El Emporio (empresa que presentó doble stand con la CAL y su sello editorial), planteó que su balance particular fue positivo aunque “con una baja en unidades del 13%”, mientras que otros editores  mostraron porcentajes algo mayores. En este sentido, Javier Montoya señaló que “el balance de la feria en relación a la venta fue bastante malo ya que vendimos alrededor de un 30% menos que el año pasado”, y en consonancia con esto,  Daniela Reverte de Raíz de Dos explicó: “Sin desmerecer, las librerías o venta de saldos compran y venden como papel, pero las editoriales trabajan con escritores, correctores, diagramadores, la circulación y no podemos hacer ventas de 3 libros x $150”.

 

Y otro dato a tener en cuenta, según lo señaló el editor Javier Montoya, es que casi la mitad de las ventas que registraron en su stand fue hecha por tarjeta de crédito, una dinámica que recién este año se visibilizó, con las desventajas que plantea ese tipo de transacción para el vendedor.

 

Asimismo, desde la Municipalidad señalaron también que hubo una baja en la afluencia de público, en promedio 11,6% menos que el año pasado. En total, según cifras oficiales visitaron las carpas y las actividades más de 700 mil personas  -dato que según algunos expositores es imposible constatar porque no hay ingreso formal-, aunque sí se puede sumar la convocatoria en charlas y espectáculos artísticos.

Haciendo número finos, según la Secretaría de Cultura, hubo alrededor de 41.045 visitas diarias en las carpas y actividades, sumando 19.900 personas en los espectáculos escénicos propuestas en la programación.

 

¿Qué se vendió?

 

Lo cierto, claro está, es que hubo una baja generalizada, en consonancia con Ferias de otras latitudes, y en el consumo en librerías de todo el país. Sin embargo, lectores cordobeses se acercaron a la Feria en las tres semanas de apertura y consultaron por diferentes títulos, géneros y autores. De hecho, y a vista de las consultas desde la Municipalidad, fue por demás heterogéneo la demanda del público ya que los beneficiados fueron los libros juveniles,  política y novela romántica.

Entre los más vendidos, la Municipalidad señaló en el Ranking:

 

* “Diario 3, Gravity Falls”, de Alex Hirsch y Rob Renzetti,  infanto-juvenil basado en la animación 

* “La raíz de todos los males”, de Hugo Alconada Mon 

* “14/7”, de Pamela Stupia 

* «Aquí hay dragones», lo nuevo de Florencia Bonelli

* El principito”, de Antoine Saint Exupery.

 

Aportando otros títulos,  los editores cordobeses consultados también señalaron que se vendieron muy bien el último libro del Dr. Sabbagh “Sí a las grasas”, “Letra de médico”, de Carlos Presman en su edición completa, “La mafia en acción”, de Esteban Dómina “ y  “Mayor y Menor 14”, de Chanti.

 

Una programación amplia y diversa

 

Continuando con la propuesta de Curaduría, este año fue el periodista José Heinz quien estuvo a cargo de conformar un lineamiento conceptual al evento, que planteó una reflexión acerca de la “escritura como mediadora de la realidad”.

 

Así, la Feria contó con más de 400 actividades literarias, charlas, presentaciones, mesas de diálogos, además de muestras de artes visuales, proyecciones y espectáculos musicales. En total, más de 200 invitados locales, nacionales e internacionales fueron parte de la programación, y se contó con la presencia de figuras como Beatriz Sarlo, Horacio Versbitsky, Mempo Giardinelli (estos últimos dentro del Festival Córdoba MATA), Agustina Bazterrica, Mariana Enriquez, Pablo Bernasconi, Tomás Balmaceda, Pablo Plotkin, Luciana Peker, entre otros.

Y tomando a esta última autora, es importante señalar que uno de los dos eventos más convocantes de la feria fue justamente la presencia de Peker en el Cabildo Histórico, cuando habló acerca de su libro “Putita golosa”. Un importante público la escuchó atentamente en el Patio Mayor del Cabildo mientras daba su charla y luego, finalizada el encuentro, esperó pacientemente para que le firme su libro.

En tanto, también fue alta la presencia de público el primer fin de semana en la charla ofrecida por Reynaldo Sietecases,  en la visita de la youtuber Pamela Stupia -una de las autoras más vendidas (ver arriba)-, la charla con el Dr. Sabbagh y la presentación del último libro de Viviana Rivero.

 

Sumamente interesantes fueron los debates que se generaron en muchísimas mesas a partir de la programación propuesta en esta edición. Y si bien quizás los números hablan de menor gente en las carpas (un 11,6% menos que el año pasado), lo cierto es que las actividades tuvieron un promedio de gente heterogénea en cuanto a edad e intereses.  Este año en la Feria se debatió de  acerca de nuevas tecnologías, feminismo, lenguaje inclusivo, política, periodismo y el rumbo de la literatura en un mundo signado por los medios. Y estos debates son sumamente importantes hacerlos colectivamente, en espacios abiertos como los ofrecidos en la feria, donde confluyan escritores, editores, pensadores, pero sobre ciudadanos de a pie.

 

Asimismo, vale destacar la importante grilla de eventos culturales propuestos como complemento de la Feria literaria en sí, como fueron los shows de Pablo Bernasconi y Luis Pescetti, el ciclo Cine y Literatura en el Cineclub Municipal y las muestras plásticas propuestas en diferentes espacios del Cabildo. Un lujo fue, por ejemplo, poder observar atentamente la vida de Daniel Moyano, recorriendo parte de su vida y su obra y revalorizarlo como figura central de las letras hispanoamericanas.

 

Balance del balance

 

Desde  hace años, quienes esperamos la Feria del Libro Córdoba –y aquí se incluye a autores, editores, libreros, organizadores y sobre todo lectores-, estamos ansiosos de encontrar allí un espacio donde confluyan nuestros deseos y satisfacciones.

Es importante destacar que ha habido mejoras en los últimos años en general y en esta edición en particular, como por ejemplo la ampliación en la carpa central –con más espacio para la circulación-, la programación en los Domos y también la descentralización de algunas actividades en otros espacios culturales de la ciudad.

Por supuesto que quedan cosas por mejorar (quizás una mayor simbiosis entre carpas y programación), y en este sentido, tal vez uno de las críticas más importantes viene de las editoriales locales a mediana escala, aquellas que no entran en el espacio Barón Biza, pero tampoco en los grandes stand. En este sentido, Daniela Reverte de Raíz de Dos señaló: “Para nosotros es una obligación moral estar pero es carísimo el stand”, explicó la editora, señalando que siempre corren con menos ventaja porque su catálogo es menor al que hay en una librería.

 

Babilonia en la Feria, lo que dejó “Zona de entrevistas”

 

Con la premisa de debatir acerca de literatura a través del eje curatorial planteado este año, desde Babilonia propusimos dentro de la programación de la Feria del Libro y el Conocimiento 2018 el ciclo “Zona de entrevistas. Narrar en tiempos de posverdad”. Durante tres sábados, nos reunimos en el Patio Menor del Cabildo convocando a diferentes autoras y figuras del arte en Córdoba y el país, para dialogar, debatir y reflexionar sobre el peso que tiene hoy por hoy aquello que leemos o escribimos.

De esta manera, en la apertura del ciclo compartimos la mesa junto a Daniela Martín y Soledad González, dramaturgas y directoras teatrales de nuestra ciudad de amplia trayectoria, con quienes debatimos acerca de “La realidad cuando copa la escena”. ¿Cuál es la función del teatro en estos tiempos donde se los medios parecen ser el lugar donde todo sucede? ¿Qué herramientas tiene la palabra en la voz de personajes vivos para interpelarnos? Interesantes reflexiones surgieron de esta charla de la mano de las directoras, quienes desde el minuto cero trabajan bajo el concepto de un teatro que permita hablar más de nosotros mismos que de las cualidades en escena y que sepa hacer visible aquello con lo que pocas veces dialogamos.

 

Durante el segundo encuentro, la mesa estuvo comandada por las escritoras Carola Ferrari y Mariela Giménez, quienes abrieron el juego de “Mujeres invisibilizadas: la cuestión de género en la literatura”. Dentro de un contexto social, político, cultural, comunicacional económico que se ve cruzado por la lucha de la igualdad de géneros, ellas dejaron en claro que también desde un texto narrativo se puede aportar un grano de arena. Temas como la violencia doméstica, el abuso, la trata de personas, pero también el lenguaje inclusivo, la capacidad de diálogo y los límites que fuimos poniendo en estos últimos años como mujeres a los avasallamientos instalados naturalmente, fueron interesantes temas de debate.

 

Para cerrar, en el último encuentro, la cita fue con Agustina Bazterrica, autora de “Cadáver exquisito”, libro que fue premiado con el Premio Clarín Novela 2017. “La distopía como una metáfora para entender el mundo” fue el tema disparador, que luego se diversificó en otros planteos como la importancia del lenguaje en una sociedad dominada por el terror, el capitalismo salvaje que naturaliza la muerte y el despotismo, el valor de nuestra alimentación consciente y qué pasa cuando somos capaces de romper con los mandatos sociales establecidos.

 

El broche de oro fue, en tanto, la segunda entrega del “Yo , Lector”, ciclo que le propone a figuras de la cultura local leer en público algún texto que les haya tocado el corazón. En este caso, el actor Alejandro de la O, la coreógrafa, bailarina Cristina Gómez Comini y el músico Lucas Heredia aceptaron el reto de mostrarnos cómo son ellos como lectores y nos compartieron textos de María Teresa Andruetto, Haruki Murakami y Daniel Moyano.

 

Un público variado, interesados y por demás respetuosos escuchó cada una de las charlas. Nosotras, orgullosas, agradecemos por la presencia y sobre todo esa escucha en silencio que seguramente disparará nuevas lecturas.

 

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