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Enola Holmes, la propuesta juvenil que le sigue dando vida a un clásico

Entretenida, efectiva e inteligente, el filme Enola Holmes desembarcó en Netflix y se convirtió en una de las producciones ATP más vistas de la plataforma streaming en las últimas semanas. Por eso en esta nota hacemos foco en este filme, basado en un boom editorial norteamericano, que continúa con la estirpe familiar del legendario detective inglés.

Al parecer, todo comenzó con el fuerte deseo de su protagonista, Milllie Bobby Brown (Stranger Thing), de querer interpretar a la adolescente Enola, esa niña algo tímida pero sumamente audaz, luego de haber devorado los libros de Nancy Springer. Y que por eso se contactó con productores de Netflix, para que estos hicieran los llamados pertinentes y le propusieran a la autora de dicha saga adaptar el relato a la pantalla grande.

Y que llamada va, reunión viene, las partes se pusieron de acuerdo y en poco tiempo se concretó una producción que no solo cuenta con un director de lujo y un reparto de notables, sino que también encaja a la perfección en estos tiempos de mujeres tenazes, clásicos literarios (re)versionados y, por supuesto, agendas electorales de potencias mundiales. Sí, el cine también es cuestión de geopolítica.

Pero vayamos por parte.

Personaje + Historia

Enola Holmes es la hermana menor de Sherlock (en la piel de Henry Cavill -The witcher, Superman), el detective más conocido del mundo, creado por el inglés Arthur Conan Doyle hace más de 100 años, y -por lo tanto- también de Mycroft (Sam Claflin -Peaky Blainder), la sombra del sabueso pero que trabaja para el gobierno inglés.

Pero, ¿Sherlock y Mycroft tenían una hermana? Hasta lo que leímos en las historias escritas por el autor o en los ensayos hechos por sus biógrafos, no.

Sin embargo, en ningún lado aseguran que no existiera, y de ese gris se tomó la escritora norteamericana Nancy Springer (de actualmente 77 años) para darle vida a esta niña casi adolescente que llegó al mundo cuando sus hermanos eran algo mayores.

Enola (nombre creado por su madre con un juego de letras que significan Elone, o sea, sola en inglés) es entonces una niña criada en una amplia casa en medio de la campiña inglesa, lejos del ruido de la bulliciosa Londres, solo en compañía de su madre y una cocinera.

Bajo estas fuertes coordenadas femeninas domésticas, sin institutrices ni figuras masculinas alrededor, Elona aprenderá -sin embargo- muchísimo sobre clásicos universales, filosofía, ajedrez, política, defensa personal y tenis –como pocas en su época (la novela se ambienta a fines del 1800)- y casi nada de tejer, bordar, cocinar y tener buenos modales para encontrar esposo. ¿El secreto? Una madre de ideas progresistas militante clandestina por el voto femenino inglés.

Así, su vida transcurrirá de manera sumamente divertida con la omnipresencia de esa madre fuerte, mordaz y exigente (interpretada por la dúctil Elena Bonham Carter) hasta que un buen día ella desaparece sin dejar rastros (pero sí varias pistas) y la joven deberá tomar tremendas decisiones si quiere volver a encontrarla. La primera, llamar a sus hermanos Sherlock y Mycroft para que vuelvan de Londres y sepan de la situación. La segunda, aceptar que no puede pasar toda su vida alejada del mundo que la rodea.  

Todo esto ocurre en los primeros diez minutos del filme, secuencia que abre la puerta para el encuentro de los tres hermanos diez años después, que lejos de ser emotiva, está cruzada por las diferencias que priman entre ellos. Mientras Elona se enorgullece por la educación que le dio su madre, su hermano mayor, Mycroft se avergüenza, por lo que decide enviarla a una Escuela de señoritas.

A partir de entonces, los tres Sherlock desplegarán sus talentos para resolver tres casos diferentes. Elona saldrá en busca de su madre, Mycroft en busca de su hermana (que se escapó para encontrar a su madre) y Sherlock las buscará a ambas. 

Feminismo ayer, hoy y siempre

Iniciada la búsqueda, la historia comienza a rodar de manera entretenida (aunque algo predecible, a decir verdad), trasladando a Elona a Londres, ciudad donde la joven comenzará a seguir pistas que le permitan cruzar la desaparición de su madre con su militancia clandestina a favor del incipiente voto femenino por el que se lucha en la época.

Y si bien la trama se ciñe al desarrollo del libro de Springer, el modo de presentarlo en pantalla grande es sumamente adecuado, sumando recursos como el de romper la cuarta pared (similar al que usó su director Harry Bradbeer  para Fleabag) y optando por las escenas cortas y en ritmo veloz, simulando casi la lectura en viñetas.

“Enola Holmes es una película sobre el empoderamiento femenino», dijo su protagonista en declaraciones a los medios subrayando un discurso de marketing evidente, ya que la historia tiene todo lo necesario para que sea bien recibida por un público infantil y juvenil ansioso de encontrar niñas y adolescentes dispuestas a vencer mandatos y demostrar su fuerza corporal y emocional.

Por eso Elona gusta tanto cuando desoye la decisión de su hermano mayor y huye para encontrar su destino, cuando pone en riesgo de su vida para encontrar a su madre o se juega por convicción para ayudar al joven y apuesto Marqués de Tewkesbury que se cruza en su camino.

Enola es una adolescente de 14 años que recién empieza a asomar los ojos a un mundo a veces injusto y peligroso. Pero estando sola, descubrirá que las herramientas dadas por su madre feminista, valiente y por demás independiente, le bastará para defenderse. Y como tantas niñas y adolescentes de hoy, descubrirá que el mundo está regido por los hombres, pero que ella puede hacer alguna diferencia, por pequeña que sea. Como salvar al Marqués para que vote a favor de la Gran Reforma de 1888 que abrirá paso para el voto femenino de 1918.

Mujer, voto, reforma. Tres conceptos que aparecen en el este relato de siglo XIX pero que se cruzan con la actualidad, teniendo en cuenta su estreno en medio de una campaña electoral norteamericana signada por el discurso de “todo voto cuenta”.

Antes del filme, el libro

Detrás del fenómeno Elona está la autora norteamericana Nancy Springer, mujer que hasta se decidió escribir esta saga, nunca antes había tenido cabida en el mundo literario ni académico.

De hecho, ella misma cuenta, que más de la mitad de su vida fue madre y ama de casa a tiempo completo, pero que un día decidió seguir un impulso y se puso frente a una hoja de papel.

Lectora voraz de las historias de Sherlock desde la infancia, imaginó una hermana menor en la familia y la magia echó a andar.

El primer libro de la serie se titula «El caso de la doble desaparición», el cual se desarrolla en la película, y le continúan “El soprendente caso de Lady Alistair” y “El caso de las amapolas blancas” y «El secreto del abanico». Todos fueron publicados entre el 2006 y 2008 -se pueden conseguir en nuestro país por el sello Bruguera a través de Penguin- creando un gran revuelo en las nuevas generaciones lectoras. Aquí llegó en septiembre y acompañando el estreno en Netflix el primero de la saga y se esperan los demás.

Y la pregunta ya está en el aire ¿habrá más historias de Elona? Todo parece indicar que sí, sobre todo porque su autora ya reconoció que tiene varios episodios en carpeta aún no editados.

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