La novela de Sergio Olguín -editada en 2002 y reeditada en 2018- transcurre en una zona del conurbano bonaerense y tiene como protagonista a Adrián, quien vuelve al barrio forzosamente para redimirse en el presente de un pasado abrumador. Una historia vigente, apasionante y enmarcada en el policial negro.
La historia personal se construye con recuerdos borrosos, distorsionados e idealizados. Éstos, traídos al presente, renuevan su vigencia y en algunos casos nos ofrecen la sensación del reencuentro, aunque también pueden dejarnos un sabor amargo.
Esto lo vivencia Adrián, el protagonista principal de «Lanús», la primera novela editada por Sergio Olguín en 2002 y que fue reeditada en 2018. Este personaje vivió su infancia y adolescencia en esta parte del mundo, al sur del conurbano bonaerense. Allí estuvieron sus juegos, el fútbol, las travesuras, las aventuras épicas, los amigos. Su actualidad de adulto joven lo encuentra buscando una perspectiva de vida laboral, sentimental, emocional.
Este divague se ve bruscamente interrumpido cuando recupera un mensaje que quedó en el contestador del teléfono de su vacío y elemental departamento en Capital.
Uno de sus viejos amigos lo necesitó porque atravesaba una situación límite. Él no estuvo ahí para ayudarlo y en búsqueda de redención, comenzó a desandar los caminos que derivaron en una sucesión de hechos desafortunados.
Fue un estrepitoso viaje al pasado. Lugares, personas, sensaciones. Muchos recuerdos se actualizaron forzosamente. La barra del barrio estaba ahí casi completa. Algunos se fueron por elección. Otros no tuvieron opción. Pero al reencontrarse, descubrieron hasta qué punto la acumulación de años les había afectado.
Motivado por la búsqueda de una verdad que a Adrián lo interpelaba en su presente, la historia nos lleva por un derrotero con todos los condimentos del policial negro, en un Lanús descripto con el detalle de alguien que vivió ahí en cuerpo y alma. (Tanto es así que un Sergio Olguín es el niño que aparece en la portada de esta nueva edición)
En esta novela se precipitan cúmulos de historias, personajes y acciones, pasado y presente, sensaciones y pensamientos que se entremezclan de un modo abrumador. Como si el autor hubiera tenido la necesidad de contar todo eso que tenía adentro en esta, su primera novela. Algo que, dicen, es común a muchos escritores.
Pasaron más de 15 años entre la primera y la actual edición. La trama narrativa se había nutrido de temáticas que atravesaban aquel momento histórico: víctimas y victimarios de abortos clandestinos, la corrupción estructural, la ilegalidad naturalizada, la dudosa honestidad de la policía bonaerense liberando a mafias organizadas…
Puesto en perspectiva, vemos cómo pasó el tiempo y esas realidades continúan siendo protagonistas del presente. Con cada víctima de la corrupción, complicidad policial o aborto clandestino, esta historia cobra vigencia con una fuerza renovada.