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Crónica de una caída libre

En “Los días del abandono” Elena Ferrante se centra en el sentir de una mujer a la que su esposo deja de un día para el otro. Esa pérdida se vuelve una especie de viaje que la lleva hacia lo más oscuro de su ser, un pozo lleno de recovecos en los que se enfrentan los dolores del pasado, el miedo al presente y lo incierto del futuro.

“Un mediodía de abril, justo después de comer, mi marido me anunció que quería dejarme”. Así comienza la novela “Los días del abandono”. Sin artilugios. Preciso y directo. Tan preciso y directo  como el tiro que Mario (el esposo) le da al amor propio de Olga (la protagonista).

A partir de allí, Elena Ferrante se vuelve una cronista del sentir (y por momentos de la denigración) de esa mujer de mediana edad que queda sola y vacía junto a sus dos hijos y un perro en una casa en la que más de una vez se siente una extranjera.

En el fondo de su cabeza resuena aquel recuerdo de “La Pobrecilla”, esa vecina de su infancia –tan abandonada como ella- que nunca pudo tomar las riendas de su vida. Aquello late en su memoria: por momentos como un espejo que la enfrenta a sus debilidades y en otros como presagio al que le teme.

Ferrante nos enfrenta a un personaje en caída libre que transita todos los sentires de su lugar de mujer abandonada. Emerge la furia que cobra forma a través de un lenguaje grosero y acciones delirantes e impulsivas. También el tormento de imaginar a su ex marido con otra (y encima otra más joven).  De pronto su cabeza se vuelve un laberinto oscuro de fantasías y elucubraciones que por momentos le hace perder noción de la realidad. Obviamente hay lugar para el despecho, buscando algún tipo de refugio en un sexo urgente que nada tiene que ver con el placer. Hay dolor, de ese que no puede quitarse del pecho. Y hay también una luz, justo en el momento en el que el impacto es inevitable. Es allí cuando comprende que hay solo dos caminos: estrellarse o ponerse de pie aunque se sienta rota.

Ferrante logra meternos de lleno en el alma y en la cabeza de su protagonista. Utiliza la primera persona para hacernos sentir en carne propia ese peregrinaje al que Olga se somete (porque gran parte de sus tropiezos tienen más que ver con sus malas decisiones y cegueras que con las acciones de terceros). Nos muestra a esa mujer que casi sin saberlo ha renunciado a sí misma para complacer a otro que, de igual manera, se marchó de un día para el otro sin dar explicaciones.

Olga tendrá que transitar mucho para entender ciertas verdades, y allí reside en núcleo dramático de esta muy buena novela breve narrada con sinceridad y contundencia. Vale destacar que “Los días del abandono” conforma la trilogía “Crónicas del desamor” que se completa con “El amor molesto” y “La hija oscura” (esta última cuenta con una versión cinematográfica que está disponible en Netflix).

También en cine

La novela de Elena Ferrante tuvo en 2005 su cinematográfica a cargo del director italiano Roberto Faenza que contó con las actuaciones de Margherita  Buy, Luca Zingaretti y Goran Bregovic.  En 2021 trascendió que se planeaba una nueva versión con Natalie Portman como protagonista, sin embargo esta quedó sin efecto tras la renuncia de la actriz al proyecto.

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