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Narrativas que se sumergen en la condición femenina

Con el pretexto del 8M, reunimos a las escritoras María Border, Erica Vera y Analía Bonifay para hablar de sus novelas, de sus protagonistas y de las creaciones literarias que ahondan en el universo de la mujer actual. 

Estamos transitando el Mes de la Mujer. La emblemática fecha del 8M (que encierra una larga historia de lucha por los derechos y la  igualdad) es también una buena excusa para analizar sobre esas nuevas corrientes literarias que hacen foco en la condición femenina y su relación con el mundo contemporáneo.

Actualmente son muchas las que escriben y muchas también las que leen. Entre ellas se ha forjado una especie de sororidad literaria en donde se destaca la búsqueda de un lenguaje propio y singular para hablar de temas universales y actuales a la vez como el amor, el deseo, la maternidad, la muerte, la soledad, el paso del tiempo y los miedos.

Aunque la mayoría de las autoras se resisten a las etiquetas, el mercado ha encontrado un nombre para enmarcar este movimiento: lo llama “narrativa femenina”. Sobre eso hablamos con María Border (quien acaba de publicar “Por el resto de mi vida”), Erica Vera (autora de “En tus ojos me vi”) y la cordobesa Analía Bonifay (que sacó recientemente “El cuarto de los santos”).

Ellas tres se suman al debate y aportan su mirada sobre el tema.

-¿Creen que existe en la literatura una «narrativa femenina»?

-María Border: No empatizo con la idea de categorizar las obras por la identidad sexual de quien las escribe, prefiero que se las distinga por el género literario. Considero que denominar “narrativa femenina” a los textos creados por mujeres fue una imposición de la industria.

-Analía Bonifay: El hecho de catalogar a una narrativa como femenina o de singularizarla, asienta las bases de que existe algo que se le contrapone y vuelve al punto inicial al debate sobre la igualdad en todos los aspectos de la vida de las mujeres, más allá de la creación literaria.

Elijo afirmar que existen expresiones literarias diversas y que particularmente prefiero las que son honestas y afines a los preceptos feministas, sean escritas por hombres, por mujeres o por escritorxs no binaries .

La Literatura no es cuestión de género o no debería serlo, como ya no debería existir ningún ámbito social. 

La supremacía durante siglos de los hombres heterosexuales por sobre las mujeres y por sobre las lesbianas, gays, transexuales, bisexuales y queers en el mercado editorial, en la distribución de premios, cargos académicos y directivos es un hecho, lo que ha provocado que nuevas producciones literarias salgan a la luz con la impronta de la lucha desde su génesis.

No todo lo que escriben las mujeres es feminista , no todo lo que se lee en clave feminista apunta a la inclusión o a la equidad, por tanto pareciera que me contrapongo a lo que  inicialmente afirmo pero sí existe una particularidad que es inherente a la narrativa femenina y que la diferencia de otras maneras de escribir, que tiene que ver con el deseo de visibilizar el mundo femenino.  Y en este sentido, me enorgullece  que mi narrativa sea catalogada como  femenina, para aportar a la causa feminista en el sentido pleno de la misma, no solamente como oposición a la masculinidad patriarcal sino como un aporte más en la necesidad de lograr la real igualdad de derechos civiles, políticos, económicos, culturales, sexuales y sociales.

-Erica Vera: No estoy segura de que exista una narrativa femenina como tal. Creo que siendo mujeres es inevitable sentir como sentimos y obviamente nuestros sentimientos y vivencias se trasladan a todo; incluyendo a las letras. Que como congéneres nos atraviesan ciertas cuestiones con las que nos podemos identificar y vernos/percibirnos en la otra, desde ya que sí. Eso no lo podemos negar; no podemos escapar de lo que somos, pero no sé si podría encasillarnos tampoco. Creo que hay mujeres que escriben historias. Todo tipo de historias. Simple como eso.

-Más allá del debate sobre la “narrativa femenina”, ¿creen que actualmente hay temas que generan mayor interés es las lectoras mujeres?

-Erica Vera: Si hablamos de literatura contemporánea, creo que, como lectoras, nos “cansamos” (entre comillas) de encontrar tramas con personajes que se alejan de la realidad que vive la mayoría de nosotras. Buscamos historias que nos representen y con las cuales podamos identificarnos. Vivir un libro y hacerlo propio; creer –de verdad– que aquella podría ser una de nosotras.

Siento que queremos historias frescas, reales que muestren de qué estamos hechas. Historias que pongan en la mesa temas tabúes de los que todavía nos cuesta hablar. Estoy convencida de que a través de la ficción podemos generar conciencia, acompañar y crecer como mujeres, vernos en espejos de amor y comprensión.

-María Border: Las mujeres, al igual que los varones, nos interesamos por todos los temas. Dentro de la novela romántica, donde el público es mayoritariamente femenino, se nota el interés por encontrar protagonistas comprometidas en conseguir sus metas y hacer realidad sus deseos; y esto se puede ver incluso en las novelas históricas que se publican en la actualidad. Lo que también percibo en el público joven femenino es la búsqueda de textos donde la problemática social no se base en el género sino en los conflictos comunes de su generación.

-Analía Bonifay: Lectoras mujeres es un segmento inabarcable, no podría establecer esa estadística a ciencia cierta, sí te puedo precisar lo que es de mi interés y que coincide bastante con mi entorno, colegas y amigues. Indago y leo sobre cuestiones existenciales, teorías queer, geopolítica, feminismo e historia.

Me interesan también las temáticas sobre ser madre o decidir no serlo, sobre el duelo, la soledad, las relaciones de pareja, los derechos humanos, las diversas religiones, cultos y el universo ilimitado de la Literatura que puede en una historia de ficción abarcar a todos ellos o a gran parte de los mismos.

La cotidianeidad, la simpleza de las cosas que forman parte de la banda sonora y el escenario de la vida es lo que me resulta de mayor interés al leer, porque considero que es lo que más reflexiones y pensamientos asertivos suscita.

-En la actualidad, hay una fuerte presencia de mujeres en la literatura ¿Por qué creen que se da eso? 

 –Analía Bonifay: Celebro que esto esté sucediendo, que la Literatura sea punto de encuentro y arena de lucha y esto es así en conjunción al avance de la participación de las mujeres en todos los ámbitos… La sociedad apunta a la equidad y la revolución se va gestando pero no hay que deponer la actitud de entrega y de militancia a la causa feminista, sobre todo en la Educación formal y en los hogares para que las nuevas generaciones encuentren en la lectura no sólo un espacio de recreación, sino también de formación, de reflexión, de promoción de la actitud crítica necesaria para tomar buenas decisiones, para encarar elecciones que promuevan la felicidad individual y colectiva.

-Erica Vera: Creo que siempre hubo muchas lectoras y autoras. Tal vez no las conocíamos y no se conocían entre ellas. Hoy en día, las redes sociales y la comunicación, nos han dado un poder excepcional. Ya no leemos en soledad ni escondemos nuestras lecturas. Ahora si nos encontramos en la calle con alguna leyendo una novela conocida, conectamos. Algunas se animan a hablar y comentar, otras simplemente sonreímos y pensamos “¡Qué genial! Una más de nosotras”. Gracias a esto, el término literal de la palabra RED se vuelve palpable. Se vuelve voz, conexión…Ocurre con las lectoras en grupos literarios donde crecen amistades y entre autoras también. 

-María Border: En cuanto a las autoras, ahora no hay reparos para que una mujer firme sus obras sin estar obligada a recurrir a un seudónimo que la vincule con el género masculino, eso provoca que se visibilice que las mujeres también escribimos; vaya una a saber cuántos fulanos de ayer en realidad eran menganas . Tampoco existe la antigua observación de qué puede leer o no una mujer. La conclusión, creo yo, es que ya no estamos obligadas a ocultarnos.

Sobre “El cuarto de los santos”, de Analía Bonifay

-En «El cuarto de los santos» hay voces femeninas muy fuertes, ¿cómo fue el proceso de escritura del libro?  

-Los personajes femeninos son una construcción tan elaborada y minuciosa en mi novela como los masculinos. Los pensé como engranajes que debían funcionar cada cual en su rol y en la universalidad de sus naturalezas.

La voz es eminentemente femenina porque soy una mujer de mi tiempo, con mis necesidades, mis denuncias, mis luchas personales y un compromiso social producto de mi educación y de las personas influyentes en mi vida.

Pretendí escribir un libro simple, hondo, sincero. Una trama que  transmita mi dolor por la injustica social, por el daño que el patriarcado y su impronta ha ocasionado, que comunique mi cruzada personal por transitar un camino de aprendizajes sororo, que conciba el crecimiento propio sólo en función del de todas las mujeres, para visibilizar voces acalladas, para probar que hay mucho por decir y que se lo puede expresar con franqueza, sin medias tintas, en el remanso del amor a pesar de  angustia que nos abate en la cotidianeidad.

En lo estructural, fue pensado como un conjunto de relatos, con personajes interconectados, pero a medida que la historia iba creciendo decidí que sería una novela con la particularidad que puede leerse por capítulos independientemente de su orden de edición, es factible saltear capítulos, empezar por el final, o leerse de manera lineal, en cualquiera de los casos no pierde ni coherencia ni cohesión. Promueve, en este sentido una libertad de lectura que es justo que se equipare a la libertad con la que fue concebida.

 

Sobre “Por el resto de mi vida” de María Border

-Acabás de publicar tu nueva novela «Por el resto de mi vida». ¿Cómo se enlaza la narrativa femenina en este relato y qué rol cumple el amor en la trama? 

-Debido a que soy una mujer que narra a mujeres dispuestas a luchar por sus convicciones, y que se relacionan con varones dentro de los términos de valor igualitario, supongo que es el motivo por el que el circuito editorial incluye mis novelas dentro de la categoría “narrativa femenina”.

“Por el resto de mi vida” es una novela romántica contemporánea en estado puro. El foco principal está puesto en la historia de amor de los protagonistas, que son adultos jóvenes comprometidos con sus proyectos individuales y el sentimiento amoroso que nace entre ellos. Si bien el amor de esta pareja es la base de la novela, para llegar a compartirlo con el otro fue necesario que cada uno se ame y acepte a sí mismo; y ese punto tiene una fuerte presencia en esta historia.

Sobre “En tus ojos me vi”, de Erica Vera

-En tu nueva novela «En tus ojos me vi» hay una protagonista que necesita encontrarse a sí misma, aparece incluso un viaje como disparador. ¿Qué te motivó a trabajar en esa línea?  

-Gabriela, mi protagonista, decide viajar para poner en perspectiva su vida y sus decisiones. Las ideas que motivan mis historias –todas ellas– parten muchas veces de preguntas y cuestionamientos que surgen dentro de mí y en mi entorno. A mis treinta y pico comencé a hacerme y a escuchar en otras, muchas preguntas: ¿Qué ocurre si un día nos damos cuenta de que no queremos ser madres, ni casarnos, ni formar una familia? ¿Dónde quedan todos esos mandatos que nos fueron heredando de generación en generación? ¿Dónde comienza mi propio deseo? ¿Dónde y cómo lo encuentro? Todas esas incógnitas nacieron en mí y se convirtieron en historia. Gabriela se va literalmente y desde otro lugar intenta buscar esas respuestas; muchas de nosotras a veces no tenemos esa posibilidad y debemos decidir desde donde estamos. Por eso, nos animo a quedarnos a solas, a buscar un momento, un tiempo para escucharnos y preguntarnos qué es lo que realmente queremos. Cuánto hay del deseo propio y cuánto de que lo se supone debemos ser.

 

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