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“Celebro el tiempo de poder elegir ser madre o no serlo”

La escritora marplatense Laura G. Miranda acaba de publicar “Las otras verdades”, una novela que aborda varias temáticas entre éstas el deseo o no de asumir la maternidad y/o paternidad. 
 

Hace algunos días, la escritora marplatense presentó “Las otras verdades” oportunidad en la que estuvo acompañada por una gran referente literaria como lo es la colombiana Ángela Becerra. En dicha oportunidad Becerra bautizó a Miranda como la creadora del “romanticismo simbólico”, y lo cierto es que la definición le calza a la perfección.

Sus relatos viscerales, sinceros y actuales se mixturan con el amor, el deseo, las búsquedas y todo aquello que pone a sus protagonistas ante encrucijadas que cuestionan y que, en algunos casos, los impulsan a cambiar el rumbo de sus vidas.

En diálogo con Babilonia, la escritora cuenta algunos detalles de “Las otras verdades”, editada por el sello VeRa.

 

-Uno de los personajes centrales de «Las otras verdades» es Isabella, hija de Gina (de tu novela «Volver a mí»). ¿Cómo surgió la idea de escribir sobre ella?

-El regreso de Isabella no estaba previsto ni pensado al momento de escribir «Volver a mí», tampoco luego de la trascendencia de esa historia. Sin embargo, algo de ella no me soltaba, sus columnas de opinión, fueron un recurso que me conectó con los temas que abordan, al punto de ser yo misma. Me costaba dejarla ir. Así, cuando elegí ahondar el debate sobre la maternidad por elección como decisión de vida, pensé que, por las fechas, habían transcurrido 3 años en la ficción para ella. 27 años era una edad muy oportuna para el planteo y tomé la decisión.

 

– En tus libros siempre hay un gran tema que atraviesa la vida de los protagonistas, temas que además tienen mucho que ver con situaciones, problemáticas y emociones con las que se puede identificar una persona de carne y hueso. ¿Cuál creés que es el gran tema de «Las otras verdades»?

 

-El gran tema es que la verdad no es una sola. Hay temas, en los que todos pueden tener razón, aun pensando en sentidos literalmente opuestos. Luego, se desprende el «elegir» que vida se quiere vivir y se cruza con el «después» en las relaciones. ¿Qué pasa «después» cuando el amor es recíproco y se venció la adversidad? Sentí que los libros terminan, igual que las películas y nos solemos quedar contentos. «Vencieron todo y lo lograron» parecen decir las últimas escenas, la mayoría de las veces. Bueno, creo que justo ahí es donde la historia recién comienza. Quise contar el «después». En éste libro casi nadie se conoce, sino que traen su propia historia y atraviesan nuevos interrogantes.

 

-En este libro está muy presente el tema de la maternidad y la paternidad. ¿Cómo surge esto entre los protagonistas y qué tensiones genera en la historia? 

 

-La maternidad y la paternidad son paradójicamente roles atemporales y son también, un nuevo paradigma. Existen desde siempre, pero no así el planteo previo sobre el deseo de ocupar esos lugares. Celebro el tiempo de poder «elegir» ser madre o no serlo, querer ser padre o no. Las tensiones entre Isabella y Matías protagonistas principales de esta historia llegan a sus máximos. Al punto que no es posible mediar o ceder en partes. Se tiene un hijo o no se lo tiene. Con lo cual fue un desafío fuerte y difícil hallar la resolución a esta historia, dando como siempre un mensaje esperanzador, característica que define mi estilo y no puede faltar en mis libros.

 

-¿Qué desafíos te llevó la construcción de los personajes centrales de «Las otras verdades»? 

 

-El mayor fue resolver el conflicto. Luego, en los personajes centrales como en los secundarios que son muchos -porque es una historia coral-, tuve que trabajar la empatía y el respeto por la multiplicidad de voces respecto de cada tema tratado. Yo escribo para todos los que deseen leerme y quiero que la opinión de cada uno tenga su espacio en la obra.

 

-¿Qué creés que tiene esta novela de diferente en relación a las anteriores? 

 

-Creo que en «Las otras verdades» sigo siendo yo, pero tiene la impronta de mi madurez no solo como autora, sino principalmente como ser humano. El recurso de la simbología para generar un vínculo con el lector que lo invite a reflexionar junto a mí, está en todas mis novelas, pero aquí cobra un sentido especial que se une a mi modo de creer en el amor. Es muy fuerte y claro.

Siento que entiendo, un poquito más la vida, y en consecuencia, puedo escribir ficción desde un lugar más seguro y libre. Siempre, pensando en dar todo lo mejor, vaciarme en la historia y no esperar nada más que lograrlo.

 

Sobre la novela

La autora de “Ecos del fuego”, “Volver a mí” y “Amuleto contra el vacío”, entre otros novelas, acaba de editar “Las otras verdades”.

 ¿Hay temas en los que todos pueden tener razón aun pensando en sentido opuesto?
La nueva novela de Laura G. Miranda narra la vida de una mujer que, atrapada en un conflicto crucial con su pareja, encuentra la salida del laberinto de sus sentimientos y lo arriesga todo en favor de su decisión.
A veces, la vida tiene otros planes y hay que dejarlos ser”
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