Fernanda Pérez Elísabet Benavent es una escritora que conquistó el mercado editorial y audiovisual a fuerza de amor, humor y un toque de erotismo. Sus títulos no tardaron en transformarse en exitosas series y películas.
Hoy en Libros que traspasan el papel hacemos un recorrido por la recientemente estrenada “Un cuento perfecto”, la tercera temporada de la saga “Valeria”(que ya sumó su tercera temporada) y “Fuimos canciones”.
Elisabet Benavent (o @BetaCoqueta como se la conoce en redes) es uno de esos fenómenos editoriales más llamativos de los últimos tiempos. Es una de las autoras más representativas –en el mercado hispanohablante- del chick lit. Sus libros tienen cuatro condimentos que no fallan: romance, humor, erotismo y una mirada sobre el universo femenino que rompe con los estereotipos tradicionales. A eso se le suman amigas y/o hermanas, como red que contiene, acompaña y que se transforman en el sostén de la protagonista.
Podríamos decir que los libros enmarcados en los cánones de las clásicas comedias románticas. Sin embargo Benavent ha sabido conquistar a sus lectoras por el abordaje genuino y desenfadado de temas que interesan a las mujeres contemporáneas y por la construcción de personajes adorables y divertidos.
Quizá por esa fascinación que genera en sus lectores, es que Netflix no tardó en posar su mirada en Benavent y en sus libros.
Largó con la saga “Valeria” (2020) d, que hace algunas semanas sumó su tercera y última temporada. Esa es la historia de un grupo de amigas inseparables –entre ellas Valeria- con sus perfiles bien definidos y con una serie de enredos sentimentales y familiares que atraviesan diversas visicitudes. Cuando en 2020 se estrenó la primera parte muchos fans del libro dijeron que la adaptación no estaba a la altura de la obra literaria. Sin embargo, se transformó en una de las series más exitosas de Netflix.
En junio debutó la tercera temporada que ya nos presenta a una Valeria que ha logrado ganarse un lugar en el mercado editorial pero que sigue envuelta en una encrucijada amorosa. No sabe si elegir a Victor (quien no da muestras de querer comprometerse) o a Bruno (un escritor de su sello). Sus amigas Lona, Nerea y Carmen también atraviesan sus avatares.
En sus 8 capítulos, “Valeria” calienta la pantalla y cierra la historia (aunque la obra de Benavent cuenta con 4 libros). Todo es un poco predecible pero al parecer gusta y mucho.
Siguiendo con Benavent y su salto de los libros al formato audiovisual, hace algunas semanas debutó en Netflix la serie “Un cuento perfecto” basada en su novela homónima.
El relato no tiene nada de especial: una chica heredera de una familia rica y con cadena hotelera en el mundo entero entabla amistad con un muchacho que se mantiene con trabajos de poca monta y que vive junto a una pareja de amigos. Ambos buscan la manera de hacer regresar a sus ex. Por eso arman un plan que los lleva a compartir tiempo juntos y simular una relación. El plan incluye un viaje a Grecia en el que, casi sin esperarlo, terminan enamorándose. Hasta allí más de lo mismo. Pero “Un cuento perfecto” juega un poco con aquello de “¿qué hubiera pasado si…?”. Entonces propone dos finales: no dice en realidad cuál es el verdadero. Todo da a entender que sería aquel en el que la pareja termina junta y feliz. Pero cada lector y/o espectador hará su propia lectura. Finalmente, ningún cuento perfecto suele ser tan perfecto (mucho menos si hay amor de por medio).
La serie es entretenida, con capítulos cortos, quizá menos erótica que Valeria pero con una pareja protagónica mucho más efectiva en la pantalla. En pocas semanas de su debut, la serie sigue liderando el top ten de Netflix.
Por último, y completando este desembarco fuerte de Benavent en la plataforma streaming, también está disponible la película “Fuimos canciones” basada en su novela. Aunque el elenco tuvo nombres de peso como María Valverde y Alex González, la producción no tuvo el impacto de las series. Igual, los fans del género disfrutarán de esta comedia romántica que indaga sobre esos amores que no se olvidan y esos momentos que quedan registrados a través de la música.
