En nuestra sección de comentamos en consumos culturales, hacemos foco en la serie «Atypical», producida por Netflix, una puesta interesante, dramática y con buen manejo de humor sobre el mundo de Sam, un joven con autismo, que aprende y enseña más de lo que él mismo es capaz de imaginar.
Netflix ha dejado desde hace tiempo de ser solo una plataforma de streaming, para convertirse en una gran productora de contenidos originales atenta a las problemáticas socio culturales del momento. La serie norteamericana Atypical, es uno de estos ejemplos.
Se trata de una tira que tiene como protagonista a Sam Gardner, un joven de 18 años que tiene un trastorno del espectro autista. Es inteligente, amante de los pingüinos y la Antártida, que atraviesa a lo largo de la historia diversos cambios, representando cada uno de ellos un desafío para él. No tiene maldad y no comprende las verdades a medias, es directo, sincero y busca superarse y comprender a quienes lo rodean. Es un personaje complejo y simple a la vez que atraviesa una etapa crucial en su vida: quiere enamorarse, por esto, emprende la aventura de ser más independiente y comprender de qué tratan las relaciones.
Vive en Denton, Estados Unidos, con su familia, que está compuesta por su madre sobreprotectora Elsa (Jennifer Jason Leigh), su padre Doug (Michael Rapaport), y su molesta y divertida hermana menor Casey (Brigette Lundy-Paine). Su mejor amigo, su terapeuta y su novia, entre otros personajes secundarios, forman parte del complejo y para nada aburrido entorno, que hacen a «Atypical».
La trama es valiosa porque permite conocer desde la mirada íntima del protagonista, vivencias y sentimientos de un joven con trastorno del espectro autista. Y el objetivo realmente se logra no sólo porque el ritmo y el lenguaje son adecuados para la temática, sino también porque el actor que lo encarna, Keir Gilchrist, hace un gran trabajo corporal, que logra traspasar la pantalla y empatizar con el público. Además, en su interacción con su entorno, presenta un universo nuevo, rico, emocionante y dramático para quienes miramos esta serie y -quizás- no tenemos amplios conocimientos del autismo.
La serie, creada y escrita especialmente para Netflix por la escritora y productora televisiva Robia Rashid, es atrapante e ingeniosa. Atypical cuenta actualmente con 3 temporadas, con el debut en agosto de 2017, y el último estreno el pasado 24 de octubre de 2019; en total, son 28 capítulos que duran entre 30 y 35 minutos cada uno.
Situaciones comunes en la vida de un adolescente hacen a esta serie una propuesta ágil, divertida y comprometida, y sin ningún tipo de tapujos a la hora de atravesar problemáticas típicas para la edad como la odisea de «encontrar» novia, los vínculos entre pares, la compleja decisión de comenzar la universidad y las expectativas del mundo adulto. También hay un interesante foco en la realización personal de los padres de Sam, distintas crisis que atraviesan como pareja y cómo impacta en una familia la discapacidad en un hijo.
En pocas palabras, es un producto que permite vivenciar distintas y antagónicas emociones en cada entrega gracias a la amplia variedad de personajes e historias que se entrecruzan con la de Sam. Cada temática es abordada sin estereotipos ni exageraciones: el autismo, la bisexualidad u homosexualidad, la infidelidad, el amor, la independencia, la exploración sexual y la discriminación son algunos de los puntos fuertes que se desarrollan con dinamismo y seriedad, dejando un buen mensaje y apuntando a la toma de conciencia.
Además de buenas críticas y un buen recibimiento por parte del público, especialistas y asociaciones que trabajan con personas dentro del trastorno del espectro autista, recomiendan ver esta serie debido a que mejora el entendimiento acerca de patrones de comportamiento y el modo de vida de los mismos.
A continuación, el tráiler de la tercera temporada.