babilonia logo

5 razones para leer “Soja en las banquinas”

EDUVIM reeditó recientemente esta novela de Adrián Savino que nos ofrece un retrato de un pueblo -que bien podría ser todos los pueblos-, desde la mirada de quién alguna vez se fue y tiene que regresar.

“Soja en las banquinas” es una novela breve de Adrián Savino que el sello EDUVIM publicó en 2012. Aquella historia, que nos traslada a un pueblo rodeado de plantaciones de soja, mantiene intacta su vigencia por lo que se decidió lanzar una reedición que se presentará próximamente de manera on line.

Adelantándonos a dicho relanzamiento, hoy compartimos en nuestra sección de comentarios las 5 razones por las que vale la pena recorrer esta historia.

  • Razón 1: De la reflexión íntima, al retrato social.

El escritor Adrián Savino construye una historia que mantiene dos registros que funcionan en paralelo. En primer lugar utiliza el recurso del diario personal para que Andy, la protagonista, narre su retorno al pueblo. La causa de su regreso es la enfermedad terminal y muerte de su padre. Desde entonces el transcurrir de los días está marcado por esa sociedad que, a esa altura de su vida, le resulta extraña.

Por un lado está lo que el pueblo “quiere mostrar”, aquella vida apacible y cálida que parece ofrecer. Y por debajo de esa capa, coexiste lo otro: aquello que Andy ve y percibe, algo que tiene que ver con lo represivo, lo corrupto y mentiroso que se trata de ocultar.

  • Razón 2: La síntesis.

En no más de 60 páginas, Savino presenta una gran historia. Y lo logra porque no se detiene en detalles, sino que utiliza algunas palabras, imágenes y escenas que tienen un enorme valor simbólico y que son suficientemente poderosas para construir una historia sólida y cargada de significado. 

  • Razón 3: La vigencia.  

Ese pueblo es el pretexto. Allí, casi al pasar, vemos esos campos sojeros que lo han copado todo. También el impacto social, económico y cultural que el cultivo ha tenido en la población. Aquello que interesó al autor en 2012, cuando publicó por primera vez la novela, no pierde vigencia. Por eso es que el libro puede leerse casi una década después, sin perder sentido.

  • Razón 4: Lo visual como recurso narrativo.

Savino elabora escenas simples que son esenciales al relato. Éstas nos cuentan algo de la historia pero  también exponen otras cuestiones más profundas, esas justamente que el pueblo intenta ocultar. La corrupción, la doble moral, la vida de las mujeres versus las que construyen los hombres, las delimitaciones territoriales… Todo esto conforma un segundo relato, aquel que pone en tensión lo que “se muestra» y lo que «en realidad es”.

  • Razón 5: Sobre el migrar.

Andy ha crecido en ese pueblo. Se fue de joven para llevar vida más bien nómade de artesana errante. Por lo tanto  ella sabe lo que es la libertad. Por eso el regreso a ese sitio pequeño, reducido, rígido se le vuelve por momentos asfixiantes. Ella rompe las fronteras territoriales en busca de un aire que no termina de encontrar. Aquí se juega: lo urbano vs. lo rural; las costumbres inflexibles vs. el anhelo de libertad; la presión de las estructuras sociales vs. los deseos reales….

Cada uno de estos elementos y recursos narrativos nos enfrentan a una historia simple, sincera y cargada de sentido. 

Read Previous

Novedades editoriales

Read Next

“El diablo a todas horas”, la inquietante película basada en la novela de Donald Ray Pollock