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5 razones para leer “Se acabó el pastel”

No son muchos los libros que ofrecen una historia donde el desamor esté contado en clave de comedia, desde la mirada crítica e ingeniosa de su protagonista. Por eso aquí dejamos este comentario que es a la vez una invitación para descubrir toda la literatura de Nora Ephron.

Escritora, productora, guionista, periodista y directora de cine. La estadounidense Nora Ephron (1941 – 2012) ha sido una pluma y una voz destacada de la literatura de la lengua inglesa, que en los últimos años ha aterrizado por estos lares traducida al español, gracias a un importante empuje de sellos internacionales. Referente de un tipo de narrativa que combina en perfecto equilibrio las problemáticas de hombres y mujeres en sociedades modernas (el trabajo, la familia, el matrimonio atravesado por el trabajo y los hijos, el dinero, las falsedades, etc etc etc) con un humor tan feroz como necesario.

De ella conocemos, por ejemplo, los libros “Ensalada loca” (1975) y “No me acuerdo de nada” (2022), pero también otros títulos que son de la pantalla grande como “Cuando Harry conoció a Sally” ya que fue su guionista, al igual que los filmes “Algo para recordar” y “Tienes un e-mail”, donde participó como directora. ¿La reina detrás de la comedia romántica? Podríamos decir que sí, respuesta que se funda, en parte, en ese perfil tan bien explotado de mujer judía en Nueva York que otros tantos han sabido explotar.

Volviendo al comentario que nos convoca, aquí hablaremos de “Se acabó el pastel”, novela publicada en 1984 y llevada al cine dos años después, que surge nada más ni nada menos que de la historia personal de la autora cuando fue engañada por su marido, un reconocido periodista del escándalo Watergate.

Sin más, aquí van las cinco razones.

1. ¡OMG! ¡Una comedia dramática!

Seamos sinceros, no hay muchos libros que exploren este género, por lo que la primera razón para leer “Se acabó el pastel” es justamente esta. Si te gustaron las películas que la misma Ephron dirigió, seguramente te va a gustar esta trama que equilibra, como dijimos anteriormente, un relato de desamparo, angustia y desengaño con la mirada pícara y aguda de una mujer que a pesar de todo lo que le ocurre decide ver el mundo como un lugar de oportunidades. Lejos de las novelas donde la infidelidad es una pesada mochila que se arrastra y se llora y se sufre, este libro es un aire fresco que se respira para pensar las cosas desde otra perspectiva.

 2. El desamor contado entre risas.

La primera razón nos lleva a la segunda que se enfoca en qué contar desde el humor, ese territorio en el que todo vale siempre y cuando se sepa cómo usarlo. Pues bien, aquí lo que se narra es un engaño. Un terrible engaño a decir verdad, que sufre Rachel (la protagonista, que bien podría ser la autora) de su lindo, gracioso e importante marido, la de un hombre a su joven mujer embarazada de su segundo hijo (el primero tiene apenas 3 años) con una conocida. Una de las pesadillas que habita en el rincón de toda esposa  -que te engañen con esa que está enfrente de tus narices- se materializa en esta novela que se basa, como también dijimos, en la vida real de su autora. La irreverente, mordaz Nora Ephron supo poner en palabras el dolor, y en este libro todo ese dolor que sintió al enterarse que su propio esposo la engañó, abriendo el juego desde la literatura para que el resto del mundo transite con ella la angustia, pero a través de la risa. ¿De qué se ríe Nora? Del amor, en primer lugar, ese lugar en el que uno se acomoda pensando que nada puede destrozarlo, pero también de las miradas ajenas que mienten, esconden y muchas veces validan a los hombres infieles. De las mujeres, por supuesto, porque Ephron ha sabido cómo ser irreverente y políticamente incorrecta aún en los ámbitos feministas. Un poco más, un poco menos, Nora se ríe de toda la sociedad.  

 

3. Su protagonista.

La novela es Rachel y Rachel es la novela. Sin ella, sin esa particular forma de contar todo lo que le sucede en su vida, en su día a día, nada tendría sentido en este relato. Rachel es una cocinera y autora de libros de cocina (este dato ayuda a entender el título), una joven embarazada de 7 meses que debe decidir, de un día para el otro, mientras la panza le pesa y la familia le reclama, qué hacer con esa verdad que se visibilizó frente a ella: la infidelidad de su pareja. Y no sólo le es infiel sino que le ha dicho que está enamorado de la otra. Pero la cosa no termina ahí porque el susodicho también ha declarado no querer hacerla sufrir justo en ese momento (el de que está por parir, no olviden), y que está dispuesto a hacer lo que sea necesario por su familia. ¿Un caradura? Créanme que siempre se pueden escuchar cosas peores. Y Rachel duda, por supuesto; porque Rachel ama y a las mujeres nos han enseñado que el amor está por sobre todas las cosas. Entonces Rachel nos va contando en una primera persona que suena a diario íntimo y a charla de mujeres a la vez, todo lo que le va pasando en esas semanas y meses desde que se entera de su mala suerte. Como lectoras queremos ayudarla y decirle: «¡No va  a cambiar Rachel! ¡No vale la pena!» Pero nos olvidamos que esta novela fue escrita 40 años atrás y las cosas han cambiado bastante (y por suerte) en estas décadas. Al igual los viajes que ella hace desde Washigton a NY para estar con sus padres (madre agente de actores, padre actor secundario) para sentirse consolada y volver a la casa donde reside, viajaremos también nosotros a través de un relato sin fisuras y con un tempo preciso para un género muy difícil de escribir.

"Se acabó el pastel " fue llevada al cine en 1986.

4. Un libro que abre puertas.

Como dijimos, las obras de Nora Ephron han comenzado a traducirse en español en los últimos años, por eso “Se acabó el pastel” es sin duda una buena oportunidad para conocer un poco más sobre la vida de su autora. De hecho, antes que Anagrama publicara la novela, había llegado a las librerías “No me acuerdo de nada”, especie de ensayo editado por Libros del Asteroide, donde la autora narra con desparpajo e inteligencia anécdotas de su vida personal y profesional, mofándose de estereotipos, posturas políticas, ideologías y lugares comunes tanto en el periodismo como en la literatura y el arte.

 

5. Del libro al cine.

Tal fue el fenómeno de “Se acabó el pastel”, best seller en todo EEUU y países de habla inglesa, que a los dos años ya existía una versión cinematográfica de la historia, en la cual participó obviamente Ephron en su adaptación. Se estrenó en 1986, acá se conoció como  “El difícil arte de amar” y tuvo como elenco estelar la dupla de Jack Nicholson y Meryl Streep. La misma se puede ver en Apple TV y permite entender un poco más esa trama de tropiezos amorosos y los entretelones del naufragio matrimonial de Rachel y Mark. Pero como si esto fuera poco, Ephron nos invita a seguir en su universo de ficción viendo otros filmes de su autoría como “Cuando Harry conoció a Sally”, “Tienes un e-mail” y “Julie y Julia”, películas mucho más encantadoras y que también permiten, a través del humor, reflexionar sobre los vínculos personales en las grandes ciudades.

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