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La hora de las brujas

Dentro de la sección “Libros que traspasan el papel” hoy adelantamos el estreno teatral de “Las brujas de Shakespeare”, puesta que se sube al escenario del Real la próxima semana. Una obra fuerte, moderna, aguda dirigida por Cheté Cavagliatto, que trae a la actualidad textos y personajes del dramaturgo inglés que nos siguen interpelando hasta la actualidad.

El universo Shakespeare, tan vasto, tan original, tan infinito, no ha dejado de mostrarse al público -desde su creación hasta la actualidad- de diferentes maneras, hilvanado con otros textos o expuesto –incluso- de la mano de distintas disciplinas. Nacida a partir de la cosmovisión de un hombre que entendía el teatro como forma de representar al mundo, toda la obra literaria del autor inglés se fue luego desarmando, rearmando, transformando a partir de la perspectiva con la que llegaban otros dramaturgos, escritores, actores, en fin, lectores y abordaban cada uno de los textos, que parecían y parecen no tener un anclaje de tiempo y espacio y por lo tanto alcanzan el rango de clásico.

Los personajes, las tramas, los núcleos dramáticos de Shakespeare nacieron –sabemos- en el siglo XVII pero han sobrevivido hasta hoy. ¿Cómo? A partir de la reflexión que abrió su creador en aquel momento y que se vincula, nada más ni nada menos, que con las emociones humanas más primitivas como pueden ser el amor, el odio, el poder, la ambición, la compasión o la locura.

“No hay modo de interpretar a Shakespeare que no sea desde el aquí y ahora: en cualquiera de sus facetas. Porque ese es el espíritu de su obra: la actualidad, la universalidad, la visceralidad, la pulsión, la sociedad, el ser humano en todas sus artistas”. Quien habla es Laura Silva, actirz, docente, investigadora de la obra de referente inglés y dramaturga  en esta ocasión de “Las brujas de Shakespeare”, obra que estrena la próxima semana en el Teatro Real de nuestra ciudad, que cuenta con un elenco y producción de lujo, sumando a Cheté Cavagliatto como directora general y Santiago Pérez en la puesta, y que nace de la necesidad de volver a poner en escena personajes creador por William Shakespeare hace más de 400 años y que aún nos siguen interpelando.

Laura Silva, dramaturga argentina especializada en Shakespeare.

El título lo deja en claro, aquí las que estarán en el foco central, en la mirada de todos, serán las brujas. Brujas que aparecen en más de una ocasión en la literatura del autor inglés y de manera particular en el comienzo de Macbeth y que en esta ocasión servirán como hilo conductor y soporte de una trama que pone sobre la mesa conflictos universales y de atención absoluta en la agenda global. Tres mujeres, tres mujeres señaladas y apartadas de la sociedad. Tres mujeres señaladas y apartadas de la sociedad que observan con agudeza y son capaces de predecir lo que ocurrirá a su alrededor. ¿Qué tendrá para decir esas tres brujas hoy?

“En las vísperas de Noche de Brujas, las Brujas Primera, Segunda y Tercera acuden a un Aquelarre al que fueron invitadas por Hécate. Se están reencontrando luego de su última vez, en 1603, cuando estuvieron con Shakespeare, inspirándose en la escritura de Macbeth. Mientras tanto, Hécate se encuentra con Sycorax, la madre de Calibán y le encarga la tarea de acompañar a las Brujas en una tarea necesaria para que purguen un gran error: haberle otorgado poder a Macbeth. Sycorax se presentará en el Aquelarre como aprendiz de bruja cuando en realidad es la que más experiencia tiene. Entre ella y Hécate irán hechizando a las tres jóvenes Brujas en su viaje de iniciación, en el cual se irán encontrando con otros personajes de Shakespeare: Otelo, Desdémona, Cleopatra, Antonio, Lucrecia, entre tantos otros”, adelantan también desde la producción.

En diálogo con Babilonia, Laura Silva, Cheté Cavagliatto –quien retoma la obra de Shakespeare ya abordado en otras inolvidables puestas- + Santiago Pérez contaron sobre esta propuesta artística, que cuenta con las actuaciones de Fanny Cittadini, Lili Angelini, Carolina Britos, Natalia Bazán y Caíta Barberán, y que sólo presentará en un total de 5 funciones.

– Escribió Borges sobre Shakespeare, “Shakespeare como Cervantes o como Montaigne, nunca se propuso escribir una obra maestra. Lo movía el estímulo de las tablas. Inventó caracteres para que la gente aceptara argumentos que lo tenían sin cuidado. Casi podríamos decir que Shakespeare no se dedicó a la literatura. Trabajaba para el presente, no para el tiempo”. ¿Esta obra nació para hablar de las problemáticas que atraviesan la humanidad en el presente y luego de Shakespeare, al revés o fue un enorme equilibrio de las dos cosas?

– L. Silva: No hay modo de interpretar a Shakespeare que no sea desde el aquí y ahora: en cualquiera de sus facetas. Porque ese es el espíritu de su obra: la actualidad, la universalidad, la visceralidad, la pulsión, la sociedad, el ser humano en todas sus artistas. Esta obra habla especialmente de mujeres y de las problemáticas que, en materia de género, nos vemos obligadas a atravesar: ahora y en 1603 también. En el siglo XVII nos quemaron por brujas, hoy nos dicen que somos unas brujas, ya sea porque no les gusta lo que decimos o hacemos, o porque está normalizado que un varón mencione a su esposa o compañera de vida como «la bruja».

Cheté Cavagliatto, dramaturga, directora cordobesa.

–  ¿Cómo fue el proceso de hallazgo/decisión de poner en primer lugar las brujas, personajes que aparecen en Hamlet de manera literal pero que están también de manera simbólica en otras obras del autor?

– Cheté Cavagliatto: Los personajes femeninos en las obras de W.Shakespeare, reflejan de manera extraordinaria la problemática que aún hoy nos preocupa: femicidios, violaciones, abuso de poder… Elegimos los personajes de las Brujas de Macbeth para usarlas de nexo entre las diferentes escenas que seleccionamos de obras de Shakespeare donde las mujeres son víctima del mandato masculino. Elegimos a Shakespeare como autor porque con su universalidad y profundo conocimiento del alma humana nos permite con sus obras expandirnos hacia cualquier tema que nos movilice y en este caso que nos movilice como mujeres.

-Hay una clara intención de corrernos del foco en uno de los textos centrales de la producción de Shakespeare como es MacBeth (hombre), para hablar de otra cosa y sobre todo para sentarnos a pensar el después. Los personajes (mujeres) se reúnen a analizar las consecuencias de sus palabras/acciones. En una época donde la postverdad está siempre rondando, ¿sobre qué hechos/tendencias/personas nos invita a reflexionar esta obra, estas mujeres?

– C. Cavagliatto: La obra nos invita a reflexionar sobre el empoderamiento de la mujer en el Siglo XXI. En nuestra obra las Brujas aparecen como trabajadoras de una empresa de limpieza y portan escobas como símbolo de poder. Esto es así porque barrer se considera una práctica ancestral del empoderamiento femenino.

-¿Cómo fue el trabajo del lenguaje a la hora de acercar la distancia que separa el hablar de personajes en una obra escrita en el SXVI con el registro coloquial que maneja un espectador en la actualidad?

– L. Silva: Ese ha sido un trabajo muy arduo. Porque no sólo se trata de pasar del siglo 17 al 21, de lo antiguo a lo moderno, sino que además, media otro idioma. Y en su formato antiguo. Entonces luego de seleccionadas las escenas por contenido, primero tuve que traducirlas y una vez traducidas, volver a traducirlas a un lenguaje coloquial. De todos modos, es importante entender que Shakespeare no escribía difícil: solo lo hacía en un formato propio de su época. Entonces, una vez que comprendés algunas cuestiones de sintaxis y comprendés el verso, la traducción es mucho más amena. Y escribir desde el humor siempre te otorga licencias que relajan algunos aspectos. Lo más complejo ha sido mantener la métrica en los conjuros, ya que es muy diferente la sonoridad del inglés, además inglés antiguo, respecto del castellano.

 

–  La puesta anticipa de las escobas en un lugar protagónico, visualmente hablando. ¿Qué otros elementos jugarán en escena? ¿Cuál es el clima que busca la escenografía?

-Santiago Pérez: Estética trash. Arte con y de basura que tiene que ver con la contemporaneidad, donde ya estamos tapados de basura como cultura contemporánea. Es por eso que apelamos al uso y abuso de materiales en desuso y reciclados como son los tachos de aceite que ordenan y marcan el espacio escénico de las brujas, quienes además del uso de la escoba como elemento de limpieza y poder, están vestidas con materiales plásticos relacionados con la basura y su recolección. Calderos y tachos contenedores de historias varias acumuladas a lo largo de los cuatrocientos años que nos separan con el Bardo de Avon.

Cuándo y dónde

«Las Brujas de Shakespeare» estrenará el próximo sábado 22 de octubre a las 21 en la sala Carlos Giménez del Teatro Real (San Jerónimo 66) y presentará cuatro funciones más el domingo 23, viernes 28, sábado 29 y domingo 30.

La producción general de la obra es de Andrea Musso (PH), el diseño escenográfico y de vestuario, de Santiago Pérez, dramaturgia de Laura Silva, puesta en escena: Cheté Cavagliatto / Santiago Pérez y dirección general de Cheté Cavagliatto.

Las entradas se consiguen generales a $1200 en Autoentrada.     

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