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Libros que traspasan el papel: "Cenicienta pop"

Hoy comentamos esta una producción brasilera que desembarcó en Netflix y que adapta el clásico infantil aunque en clave adolescente.

Esta nueva versión de la popular historia entretiene pero instala ciertos estereotipos que quedan un poco desactualizados. 

 

 

Una tendencia en últimos años es que algunos clásicos llegan nuevamente a la pantalla grande reformulados y agiornados a los tiempos que corren. Las nuevas versiones propuestas por los equipos creativos muchas veces nos sorprenden para bien y otras, nos dejan pensando.

 

 

Hace unas semanas desembarcó a Netflix «Cenicienta Pop», película brasilera dirigida por Bruno Garotti y estrenada este 2019, que es una adaptación de la novela Cinderela Pop (2015) de la autora brasileña Paula Pimenta. Claro está que el film es una nueva versión del popular relato infantil, que se le suma a otros títulos anteriores como «La nueva cenicienta» (2004) con Hilary Duff, a otra versión con el mismo nombre pero protagonizada por Selena Gómez (2008) y a una más reciente, «La Cenicienta», con Lily James (2015).

 

La protagonista en este caso es Cíntia (Maisa Silva), una joven independiente que sueña con ser DJ y está desencantada con el amor por el complejo divorcio de sus padres.

Su padre formó pareja con Patricia (Fernanda Paes Leme), una mujer no tan buena, que tiene dos hijas que la ayudarán a complicarle la vida a Cintia. Paralelamente, un joven cantante se enamorará a primera vista de la protagonista y será allí cuando ocurra la inolvidable escena del extravío del «zapato de cristal», en este caso transformada en una simple zapatilla.

 

La película sigue la línea del cuento tradicional aunque actualizado al siglo XXI: hay teléfonos celulares, redes sociales e influencers. La historia fluye, es entretenida y moderna, hay personajes cómicos que le dan un toque de humor. Como es de esperar el amor ocupa un lugar protagónico en una trama en la que aparecen relaciones diversas. 

 

Sin embargo, la película instala ciertos conceptos  que merecen revisión. 

 

En la actualidad, se ha intensificado la lucha por derribar estereotipos, prejuicios y estructuras que condicionan pensamientos y comportamientos, sobre todo en el universo infantil y juvenil. Sin embargo, la película, en su búsqueda de hacer mala a la madrastra transmite conceptos que podrían haberse evitado, demostrando poca creatividad a la hora de «renovarse».

 

«Sos gorda», «Tenes que bajar de peso» o «Sos fea» ya no son mensajes que los guionistas pueden incluir tan livianamente en un producto que consumirán niños y adolescentes. Estos comentarios y otros del estilo se repiten a lo largo del film, los emite la madrastra hacia una de sus hijas que le contesta que «no es gorda, que es «normal»», pero su voz queda en un segundo plano respecto a la crudeza de la primera. Esos diálogos no divierten, no educan y no suman a un contenido aggiornado a estos tiempos. 

 

¿Ya viste el trailer de «Cenicienta Pop»? 

 

 

 

 

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