La autora cordobesa Estela Smania acaba de publicar “Clara Hiller”, novela breve que es parte de la colección “El Llavero”, de Comunicarte. Un relato tremendo, angustiante pero al mismo tiempo luminoso y bello, que atraviesa la vida de una mujer que esconde en su soledad el drama
del abuso y la violencia.
Hace alrededor de tres semanas que leí Clara Hiller, la nueva novela de la cordobesa Estela Smania (una lectura veloz, tremenda, angustiante) y debo decir que desde que lo terminé hasta ahora, no he dejado de pensar ni un momento en la historia que se narra.
Como bien dijo su autora en la entrevista con Babilonia, su intención al escribir siempre se centra en que el “lector no quede indemne” cuando la lea, y sin dudas que no he podido salvarme de haber sido atravesada por este relato, que lejos de lacerar (aún en su profundidad y su dolor) nos invita a indagar, a pasar a la acción, a no ser los mismos. Sensación que ya tuve otras veces con libros de Smania, como “La calle es mía” o “La Sacramento”, donde la autora nos hace parte de un universo de personajes profundamente humanos, productos de una sociedad y un mundo que los seduce tanto como los margina, y que lucen tanto sus bondades como sus peores costados.

Narrar el desamparo
Como parte de la colección El Llavero, de Comunicarte, pensada para lectores desde los 16 años, la novela “Clara Hiller” cuenta la historia de una mujer abatida, desolada, que trata de entender el porqué de la (inminente) partida de su hijo (Leonardo) de la casa.
Quien relata es una voz serena, consciente de la situación de Clara, una voz que habla en tercera persona pero que sin embargo está cerca (muy cerca) de la protagonista, que es capaz casi de rozarla y que por lo tanto describe a la perfección su indefensión ante esta realidad que no es diferente a la que toda madre acepta un buen día -como parte de la vida-, pero que en Clara se asemeja a una pérdida irreparable. Y lo primero que hace esta voz cercana a Clara es describir la forma en que ella está recostada en su cama y el pulso de su respiración, la penumbra del cuarto donde habita la mayoría del tiempo e incluso la rapidez con que intenta prender el velador para sentirse a salvo de la oscuridad. Y es así como Estela Smania narra el desamparo y la soledad, y lo hace tomando como herramientas un lenguaje feroz y despojado de liviandad, que logra construir una trama áspera, impermeable.
En las primeras páginas no sabremos mucho de Clara -más allá de su dolor-, pero lo que consigue Estela Smania en apenas tres o cuatro párrafos, es tomarnos de la mano e invitarnos a descubrir aquello que la misma protagonista quiere ocultar y que habla de un presente difícil que llega luego de un pasado tormentoso.
¿Por qué Clara Hiller parece atrapada en un infierno anticipado al saber la soledad que la espera cuando su hijo (adulto) se vaya?
La respuesta será entonces el hilo que irá deshilvanando la vida de Clara Hiller desde su presente hacia su niñez y adolescencia, conformando (muy de a poco y de manera brillante), una trama compleja donde Clara ya no es protagonista, sino víctima de una violencia y un sometimiento tan grande como el silencio que irá naciendo dentro de ella.
Sombría belleza literaria
Después de varios días me di cuenta que leer a Estela Smania produce la misma sensación que observar obras como “El Guernica”, de Piccaso. Cada trazo, cada imagen, cada expresión duele, molesta, lastima, como lo hace cada frase de la autora, y sin embargo no somos capaces de dar la vuelta y olvidarnos de lo que vimos o sentimos. No podemos dejar de mirar, no podemos dejar de leer. Es tan bella la creación que supera todo lo feroz que se muestra o se narra.
“Clara Hiller” es un relato que narra tan solo un momento, acaso uno o dos días en la (abatida) vida de Clara Hiller, y que sin embargo ahonda con profundidad en toda su vida.
Fragmento por fragmento, escena por escena, Smania construye el perfil de una mujer, que podría ser cualquiera de este mundo, que conoce como nadie lo que es crecer dentro de un círculo de violencia, abuso y sometimiento, en un mundo que recién ahora parece tratar de entender los siniestros mecanismos patriarcales que lo hacen girar
“Clara Hiller” es una tremenda novela, absolutamente necesaria que nos invita como lectores a sentirnos incómodos, a desear (y querer) –por lo tanto- que el mundo sea diferente y, lo más importante, a dejar que la literatura, como acto artístico de belleza incalculable, nos deje ver la realidad que se oculta en tantas vidas solitarias.