«Mi primer encuentro con Emilio Salgari fue cuando habré tenido 7 u 8 años con la saga que se llamaba “Los piratas del caribe”. Eran libros de aventura muy “peliculescos”. En ese momento se vivía mucho en el barrio, en las calles, te estoy hablando de los años ´60 y ´70, donde no había tanta televisión ni pensar en videojuegos, y donde además de jugar y hacer travesuras nos prestábamos cómics y libros como estos.
Así llegó a mis manos, por un amigo, “Los piratas del Caribe”. Y luego fui a buscar a una biblioteca, con mi madre otra colección de él que era “Sandokán, el tigre de la Malasia”, un hermoso libro de aventura.
En aquel momento fue un encuentro fantástico”.