Libros que traspasan el papel: Fantasy y romance, la dupla perfecta

Desembarcó en Netflix “El descubrimiento de las brujas”, basada en la trilogía “All souls” de la autora Debora Harkness. Aunque por momentos la trama parece un mix de populares sagas como Crepúsculo, Harry Potter y Outlander, la serie funciona y atrapa. Los fans del género la van a disfrutar.

“All souls” parece ser de esos libros que llegan al mercado motivado por fenómenos literarios afines. Así como Harry Potter abrió un enorme mercado infanto/juvenil de la mano de la magia, “Crepúsculo” se transformó en un éxito rotundo gracias a la disputa entre vampiros, humanos y lobos, y Outlander le imprimió al género romántico fascinantes viajes en el tiempo, la saga de Debora Harkness toma un poco de todo eso, lo fusiona muy bien y logra una trilogía convincente.

Su premisa es sencilla y efectiva (en términos literarios). En el mundo los humanos siempre han convivido con criaturas (vampiros, brujas y demonios). Para garantizar su supervivencia estos últimos se han camuflado lo suficientemente bien como para pasar desapercibidos. Sin embargo en tiempos contemporáneos experimentan una especie de pérdida de poder y posible extinción. Aquí las criaturas no están asociadas al terror, sino más bien siguen los pasos de la condición humana: los hay buenos, malos, nobles, traicioneros y algunos otros con una anomalía llamada “rabia de sangre”.

Desde allí empieza a delinearse una trama que, como era de esperar, tiene su columna vertebral en un amor prohibido. Matthew Clairmont es un vampiro que habita la tierra desde hace más de 10 siglos. Diana Bishop una destacada docente que reniega de su condición de bruja hasta que descubre que tiene poderes que superan a las de su especie.

Un pacto entre demonios, vampiros y brujas establece que las especies no pueden mezclarse, y de aquí el gran conflicto de la historia. Aunque ellos se amen, ese romance no está permitido.

Como es de esperar cuando sagas como estas tienen tanta repercusión, no tardan en surgir las producciones audiovisuales. Así la productora inglesa…. hizo las tres temporadas basadas en cada uno de los libros: “El descubrimiento de las brujas”, “La sombra de la noche” y “El libro de la vida”, que llegaron todas juntas a Netflix.

La serie es ideal para maratonear. Funciona para los lectores de la saga y también para una nueva audiencia que no conoce la obra de Harkness pero que disfruta de esas historias que transitan entre el romance y el fantasy.

La primera temporada tiene buen ritmo. Se presenta con claridad el nudo, los personajes y algunos otros detalles que se irán desarrollando a lo largo de la historia. La segunda se parece más a Outlander (ya que para evitar ser perseguidos y encontrar el famoso Libro de la vida, Diana y Matthew deciden viajar al pasado, más específicamente a la Londres del Siglo XV) y la tercera -quizás la más floja de las todas- busca resolver los misterios y secretos que se esconden en el pasado común de las tres especies.

Hay una historia de amor central pero también algunos amores secundarios, siempre con la dosis justa de erotismo, oscurantismo, aventura, acción e intriga. Vale decir que no se trata de una producción demasiado original, pero funciona y entretiene.

Como era de esperar desmitifica algunas ideas sobre brujas, demonios y vampiros. Los humanos están casi desdibujados en la trama y tampoco tienen incidencia significativa en la vida y permanencia de estos seres, pero la historia sí ahonda sobre discriminación y la exclusión.

La serie británica cuenta con tres temporadas y 25 capítulos. Su elenco -encabezado por Mathew Goode, Teresa Palmer, Edward Bluemel, Louise Brealey, Malin Buska, Aissha Hart y Alex Kingston- cumple pero no enamora.

Sin embargo los seguidores del género disfrutarán de “El descubrimiento de las brujas” aunque les será inevitable relacionarlas con otras sagas afines que están muy por encima de esta historia.

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