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“La Madre de la Patria”, una heroína excluida

Mirta Fachini publicó recientemente una novela que rescata la figura de María Remedios del Valle, una valiente mujer de origen africano que fue reconocida por el propio Manuel Belgrano como capitana de su ejército. Hace unos días -nada más ni nada menos que el pasado 8 de marzo- su cuadro fue quitado del Salón de las Mujeres (que cambió su nombre por el de los Próceres) lo que vuelve a reconfigurar una larga historia de exclusión étnica y de género.

La obra literaria de Mirta Fachini tiene un sello propio: en la mayoría de los casos sus relatos históricos bucean sobre los afrodescendientes y su vida en el Virreinato del Rio de la Plata. A través de sus textos ha reflejado las crueldades de la esclavitud pero también el espíritu de hombres y mujeres grandes de nuestra historia que lucharon por la abolición y la igualdad. En sus textos conviven negros, zambos, indios, pardos, criollos, europeos… Y es por eso que no sorprende que desde hace ya unos cuantos años Fachini se haya embarcado en el enorme desafío de hacer una novela centrada en la figura de por Mara Remedios del Valle, llamada popularmente “Madre de la Patria”.

Ella nació en 1766 en el Virreinato del Rio de la Plata y desde muy joven demostró coraje y entrega. Hizo tareas de enfermería durante las Invasiones Inglesas, participó de las batallas de Ayohúma, Vilcapugio y Tucumán así como también en el Éxodo jujeño. El propio Manuel Belgrano deslumbrado por su compromiso, disciplina y lealtad, la nombró capitana de su ejército.Luego la historia es más o menos similar a la de muchas otras: perdió a su familia, quedó en el olvido y murió en la indigencia.

María Remedios del Valle era una de las personalidades destacadas del Salón de las Mujeres (junto a Juana Azurduy, Mercedes Sosa, María Elena Walsh, Cecilia Grierson y Eva Perón, entre otras). Su cuadro fue destituido ya que el pasado 8 de marzo el Ejecutivo nacional decidió cambiar el nombre de dicho espacio por el de Salón de los Próceres. Así estas personalidades femeninas fueron excluidas de entramado de nuestra historia nacional, entre ellas esta parda cuya historia supera toda ficción.

Con cuadro o sin cuadro, lo cierto es que nadie puede restarle méritos a esta mujer cuya acción fue clave en el proceso emancipatorio de nuestro país. Cuando coordinamos la entrevista con Mirta Fachini, aún no había sucedido lo del Salón de las Mujeres. Sin embargo, y ante los acontecimientos, la pregunta se volvió inevitable: ¿qué sentiste cuando te enteraste que sacaron a María de los Remedios del Valle del ex Salón de las Mujeres?. La autora respondió:  “Siento tristeza, decepción porque si el motivo es político y no coinciden con algunas de las acciones de esas mujeres, tendría que haberse realizado un estudio histórico exhaustivo para conocer el gran aporte a la patria que realizaron. Quizás pueda ser también una brecha de género; sin ser feminista, les aseguro que esta mujer merece el honor otorgado por el General Manuel Belgrano nombrándola Capitana del Ejército del Norte y Madre de la Patria. Así como el General San Martín es el Padre de la Patria por su lucha por la libertad de los pueblos, María Remedios del Valle es la Madre de la Patria. Siendo mujer y parda, libre, asumió como obligación pelear por la que ella consideraba su tierra, sin desconocer sus raíces africanas de las cuales heredó su aguerrido carácter…María Remedios del Valle debe ser estandarte de orgullo nacional por todo su accionar en batalla”.

Así, y tras reflexionar sobre la exclusión que siguen sufriendo estas minorías étnicas,  nos sumergimos con la autora  en el proceso de investigación y escritura de “La Madre de la Patria”.  

-¿Qué te motivó a elegir un personaje como María Remedios del Valle?

-Dentro de la bibliografía consultada para mis novelas encontré a esta valiente mujer y escribí un cuento corto que forma parte de la antología “Historias que enamoran” editada por El Emporio; a partir de allí quedó pendiente hacer una novela. Quería saber cuál fue la participación de las mujeres en la historia de la Independencia. Según documentos pictóricos y relatos no era extraño contar con mujeres en los ejércitos. La mayoría de ellas permanecieron anónimas, en penumbras. En general, desempeñaban labores de enfermería, de cocina y solo algunas se destacaron en los frentes de batalla, pero apenas a tres se les reconoció el grado de oficial: Juana Azurduy, Macacha Güemes y María Remedios del Valle.

-¿Cómo fue el proceso de investigación para construir su historia?

-Me resultó dificultoso encontrar bibliografía completa de su vida. Sobre la Madre de la Patria escribió Daniel Brion, donde obtuve detalles generales y muy completos de su actuación militar, pero escasa alusión a la vida y personalidad de Remedios. Por otra parte, de una obra de dramaturgia compilada por Laura Formento, obtuve autorización para utilizar algunos diálogos que la personalizan y la reflejan como esa mujer aguerrida, valiente, bondadosa que traspasó la narrativa histórica. Apelé a opiniones de afrodescendientes que tratan de visualizar su accionar, del licenciado Pablo Cirio que es especialista y tiene una cátedra en la Universidad de La Plata. 

 Además, mis ideas sobre cómo se fue hilando su historia es análisis personal de otros personajes y hechos que narro en mis novelas anteriores.

-¿De qué manera fuiste mixturando Historia con ficción y qué desafíos te generó ese proceso?

-Puedo decir que sobre su accionar militar, falta de ayuda asistencial , económica de cuando se retiró, las sesiones de la Asamblea de 1828 y años posteriores en busca de una pensión militar es real y consta en documentos. Pero su vida, su familia, sus pensamientos  y sentimientos son ficcionados, lo que la convierte en una historia novelada y a su vez con aire de dramaturgia en la personalización de María Remedios del Valle.

El desafío más importante fue crear su personalidad, su vida familiar, motivos que la llevaron a luchar por la libertad de la patria a costa de la muerte de los suyos y de sus propias  heridas.

-De alguna manera volvés a un tema que está muy presente en toda tu obra literaria: la raza negra en territorio argentino. 

    -Hace más de doce años que investigo sobre el tema y también dicto conferencias sobre nuestra tercera raíz afro, la herencia  cultural, la literatura y sobre la discriminación étnica que cruza a los argentinos. Hay una amplia temática digna de plasmar en una novela, aunque también incursiono en otros géneros y contenidos.

Este tema es de mi preferencia porque creo que dejo un mensaje sobre nuestra verdadera herencia étnica, oculta por la historia, que es parte de nuestra identidad nacional.

        Sería importante lograr el reconocimiento a la comunidad       afroargentina y a la cultura afro; que se tome conciencia de la estigmatización y el racismo que también se da hacia toda persona diferente.

-Hay un detalle interesante de “La Madre de la Patria”, y es que el diseño de la portada fue parte de un proyecto académico.

   -Sí. La elección de portada fue un trabajo del tercer año de la tecnicatura de Diseño Gráfico y Publicitario de la cátedra Diseño Editorial dictada por el profesor Cristian Fonseca. A principios de septiembre les propusieron realizar un proyecto de colaboración con la editorial El Emporio que consistía en diseñar la portada del libro “La Madre de la Patria”.  Después de un arduo trabajo de investigación sobre mis obras y el tema, el objetivo fue contar la historia a través del diseño visual. Se eligió la propuesta de Valentina Toia, recientemente egresada de la carrera de Diseño Gráfico Universitaria y Publicitario Mariano Moreno.

-¿Con qué se va a encontrar el lector que recorra las páginas de «La Madre de la Patria»?

 -Reconocerán a María Remedios del Valle, quien luchó en las invasiones inglesas, marchó junto al general Manuel Belgrano en el Ejército del Norte, fue heroína del éxodo jujeño, de Huaqui, de Salta, Tucumán, Vilcapugio y Ayohuma, y siguió peleando después de recibir latigazos nueve días seguidos, seis balazos y de haber perdido en la guerra a su marido y a sus dos hijos.

Encontrarán una valiente y caritativa mujer que no recibió el lugar que se merece junto aquellos héroes y heroínas comprometidos, valientes y generosos que han dispuesto su vida entera al servicio de la Patria. Una historia novelada, épica, con amor materno, sufrimiento, momentos de disfrute y por momentos teatralizada al ser narrada mediante el diálogo por la misma protagonista.

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