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El teatro y su cruce entre el "adentro" y el "afuera"

«La escena como medium y lugar de interrogación», expresa Soledad González. «Ese proceso de cruce es lo que a mí me interesa», agrega Daniela Martín.

Las dramaturgas y directoras adelantan algo de lo que abordarán en la charla programada para este sábado 8 a las 17 en el patio menor del Cabildo, en el marco del ciclo «Zona de entrevistas» que se desarrollará en la Feria del Libro y el Conocimiento. 

 

 

 

 

Esta sábado comienza el ciclo “Zona de entrevistas: Ficción en tiempos de pos verdad” que se desarrollará en el marco de la Feria del Libro y el Conocimiento. Se trata de un espacio que invita a reflexionar sobre aquellas problemáticas que movilizan -tanto a nivel personal o social- y que posteriormente se trasladan al lenguaje literario.

Los géneros, sus metáforas y la construcción de un texto que -aun sostenido desde la ficción- nos interpela y nos invita a mirarnos, serán algunos de los ejes que acompañarán las charlas propuestas y coordinadas por Babilonia Literaria.

 

La actividad inaugural será mañana sábado 8 de septiembre a las 17, oportunidad en la que las dramaturgas y directoras cordobesas Soledad González y Daniela Martín se referirán a “Teatro: cuando la realidad copa la escena”.

Las artes escénicas, su modo de construir, de narrar, de exponer desde el cuerpo, la palabra y el silencio nutrirán un debate que contará con la coordinación de Florencia Vercellone.

 

Previo a la charla -que se llevará a cabo en el patio menor del Cabildo-, Soledad González y Daniela Martín hablaron con Babilonia.

 

– ¿Cómo se genera ese ejercicio de observación en el que alguna temática que atraviesa a la sociedad se transforma luego en material literario, en este caso en teatro?

– Daniela Martín: En mis trabajos ése no es mi recorrido de creación. El grupo, o yo, elegimos un material, una obra. En Convención Teatro tenemos una trayectoria de versionar clásicos, por ejemplo. Entonces primero está ese material que provoca, interesa, por motivos a veces complejos. Recién cuando lo vas trabajando te das cuenta qué era lo que te motivaba o gustaba de ese material. Nunca es tan claro el por qué eso te gusta. Luego, en el proceso, eso va empezando a tener contacto, de diversas formas, con el contexto en el que estamos, con ese afuera de la sala de ensayos que te atraviesa. Ahí es donde lo que se está trabajando empieza a convertirse en un material polifacético, que dialoga en cruce con el

texto-fuente, el contexto, nuestra subjetividad. Ese proceso de cruce es el que a mí me interesa.

– Soledad González: Como procedimientos trabajo siempre desde la fuerza de la oralidad donde ritmo y sentido se condensan. Busco lo polifónico en la realidad. Los textos, las imágenes, los medios, me hablan.

Trabajo con cuadernos de notas y construyo archivos que orientan mi escucha y percepción como un estado de contaminación consciente, me dejo contaminar por el ruido del mundo para seleccionar lo que me toca.  Luego, busco adrede distanciarme e iniciar un proceso de poetización, donde trabajo la puesta en página como una composición musical. El archivo me lleva meses y un día me vacío, deambulo, no salgo de casa y me siento frente a la computadora, la hoja en blanco de Word y arranco una puesta fragmentaria negro sobre blanco, es un proceso de montaje musical a partir de los fragmentos. En algunos casos esto me lleva dos o tres días, otras veces el montaje no se cierra en años. Esto, por ejemplo, es lo que hice para escribir “Vals.(sabemos a qué atenernos)” que presenta el grupo Los Delincuentes (La Cochera) con dirección de Cristina Gómez Comini.

Mi búsqueda es siempre un encuentro cuerpo-palabra-memoria-poesía, un trabajo documental y autobiográfico en el cruce con los relatos/recuerdos y emociones propias y ajenas. La escena como medium y lugar de interrogación -desde el teatro y la performance- configura un espacio de presentación/representación donde se produce un rescate, un poner en un marco algo, un hacer foco desde lo sensual y sentimental del relato en el cuerpo.

 

 

 

– Como dramaturgas y directoras, ¿cuáles son los temas que más les interesa llevar a escena? 

– Soledad González: Me interesan las micro historias, la relación con el mundo del trabajo, la memoria como espacio sentimental donde se re-escribe el presente y el futuro,  las diversas vivencias sobre el tiempo, el cuerpo y el sentido de la vida,  la interpelación intergeneracional en relación a los valores, cómo se vive la relación con el trabajo en diferentes generaciones dentro de una familia, los lazos de filiación como metáforas de las injusticias sociales, las omisiones familiares y sociales.

Puedo trabajar con voces o con personajes pero estos temas son siempre los que orientan mi escucha.

– Daniela Martín: A mi no me interesa pensar en temas, siento que partir desde un tema te condiciona. Se parece mucho a la idea de obra como mensaje. Me interesa sí pensar qué desafíos implica hacer una obra, qué queremos actuar, qué queremos dirigir, qué pensamos de la relación con el público, qué pasa con el teatro de Córdoba, cuál es la necesidad de hacer teatro. Eso es lo que va generando, en todo caso, temas, problemáticas, preguntas. Creo que partir de un tema te condiciona y limita la posible apertura poética. Que el tema surja del ensayo, del grupo, es otra cosa. Es un camino diferente.

Con respecto a los temas que me interesan, en lo personal: el amor, la muerte, los vínculos, las formas de relacionarnos, las miserias humanas, la dimensión indecible del lenguaje. 

 

 

 

– ¿Cuáles son los mayores desafíos de narrar historias en código teatral?

– Daniela Martín: Para mí el desafío no es tanto cómo narrar, porque la escena te permite juegos de todo tipo, sobre todo en la escena contemporánea, en la que las estructuras dramáticas convencionales se han desdibujado, roto, fracturado, entonces ya no estamos bajo la lógica de la «pieza bien hecha», con toda su lógica aristotélica. Para mi el desafío mayor es cómo actuar y dirigir una obra. Cuáles son los desafíos puros y exclusivos de la materialidad escénica en la cual la palabra, el relato, es sólo una parte. Entonces los desafíos se plantean en términos de ritmos, intensidades, arcos expresivos de la actuación, devenir de la escena. Ese es el desafío: pensar la obra como una totalidad, no en sus aspectos narrativos exclusivamente. Todo narra en la escena, todo.

– Soledad González: El código teatral me fascina por la oralidad y porque es un reservorio de poesía, todo está permitido si trabajamos lo polifónico. El mayor desafío es la puesta en boca y en escena. El código teatral es un viaje con estaciones, puesta en página, un espacio propio poético, puesta en boca, un espacio plural que requiere de los otros, cuerpos y voces. A veces son las voces que traccionan la escritura y hay que unir la palabra a esa corporalidad profunda que es la voz y luego llegar a la escena. A veces puedo recorrer todo este viaje, otras escribo en tándem para una directora como Cristina Gómez Comini, otras veces escribo y edito para que otros pongan mis textos.

 

-¿Están trabajando actualmente en la escritura de alguna obra?

– Soledad González: En este momento estoy re-escribiendo mi tesis de doctorado sobre prácticas dramatúrgicas contemporáneas, absorbida por la reflexión teórica que juega mucho con mi labor docente, donde también trabajo la idea de archivo e inmersión. Hoy toda mi labor docente es una reflexión sobre el estado de conmoción en el que nos encontramos en este siglo XXI, contingente y urgente. Entre 2016 y 2018 me concentré en la edición de mis obras para que circulen, el Instituto Nacional del Teatro publicó «Obra reunida 2000-2014» (9 obras) y la colección altas llantas que dirige Maximiliano de la Puente en  pánico el pánico ha editado «Epidramas, 4 obras breves» y «Los hijos de… (un drama social)». Por eso en estos últimos tres años sólo he escrito por encargo obras que ya se han estrenado. No siento el deseo hoy de escribir sin un encargo que me suponga un desafío, una dispersión de mi voz y la idea de ser más bien un médium que una autora. Sí me gustaría mucho ver en escena obras como «Aire Líquido», «74 días/1982» y «Proyecto Barón Biza, descendencia y caída», ésta última escrita a tres manos con Diego López y Eduardo Rivetto en 2008. Eso me gustaría mucho más que escribir algo nuevo, ver mis textos en escena, nuevas puestas en escena para este momento.

– Daniela Martín: En julio estrené un espectáculo que se llama «Mundo abuelo» escrita y pensada junto a Rodrigo Gagliardino, actor de la obra; y en noviembre estrenaremos una obra que por el momento se llama «Recetaria», en la que actúan Maura Sajeva, Mauro Alegret y Fabricio Cipolla, una dramaturgia de escena colectiva.

 

 

 

 

 

Ciclo 

 

Tras la charla «Teatro: cuando la realidad copa la escena» con Soledad González y Daniela Martín, el ciclo «Zona de entrevistas: Ficción en tiempos de pos verdad» continuará el sábado 15/9 con Carola Ferrari y Mariela Giménez quienes se referirán a «Mujeres invisibilizadas: la cuestión de género en la literatura».

En el cierre, la escritora Agustina Bazterrica (ganadora del Premio Clarín Novela 2017) dará la charla «Relatos salvajes: la distopía como metáfora de la realidad» en referencia a su novela «Cadáver exquisito» ganadora del Premio Clarín Novela 2017. 

Todas las actividades son a las 17 en el Patio Menor del Cabildo. 

 

 

 

 

 

 

 

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