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“Creo que es una biografía novelada que le hace justicia a Eva”

 
El pasado 26 de julio se recordó el 70º aniversario de la muerte de Eva Perón, una figura emblemática de la historia argentina, de esas que despiertan toda clase de pasiones, amor y odio. La escritora Mabel Pagano reeditó “Eterna”, un libro que aborda a esta personalidad desde una mirada social e íntima.

El 26 de julio se cumplieron 70 años de la muerte de Eva Perón. Un personaje emblemático de la historia argentina. Una mujer que despertó amores y odios. Una figura de enorme presencia política y con un compromiso social que la llevó a ganarse el corazón de los sectores más vulnerables. Al borde del mito, Eva Perón no pierde vigencia. Su vida, su impronta y lo que representa para nuestro país, sigue siendo tema de análisis y debate . En esa línea, la escritora Mabel Pagano decidió hacer una biografía novelada a la que tituló “Eterna”.

El libro se publicó por primera vez en 1980, en plena dictadura. Muchos le dijeron que sería el ocaso de su carrera, pero ella decidió llevar adelante este proyecto literario, pese a que era riesgoso abordar la figura de Eva en ese contexto. Años más tarde, desde el partido peronista de Lanús hicieron una reedición. Como aquellos libros se agotaron, Pagano intentó publicarlo nuevamente con varios sellos pero nunca lo logró. Al parecer Evita seguía siendo un personaje complejo. Sin embargo, hace unos meses el sello Del Fondo lanzó una versión con fotografías que vuelve a poner en circulación a “Eterna”.

Mabel Pagano -una autora que pese a vivir en Buenos Aires está muy ligada al circuito literario de Córdoba – habla de cómo fue el proceso de investigación para trabajar este perfil más íntimo y social de Evita y qué desafíos literarios representa reeditar esta novela en tiempos actuales. 

-¿Cuál es el desafío de abordar, desde una perspectiva literaria, a una figura tan fuerte como Eva Perón?

-Fue un gran desafío porque Eva Perón era mujer que tenía un perfil político altísimo. Sin embargo yo decidí acercarme a ella desde el punto de vista social y también desde una mirada más íntima. Para esta biografía novelada fui asesorada por el padre Hernán Benítez, el jesuita cordobés que fue su confesor durante toda la vida y hasta el último momento. Él me contó diversas escenas, anécdotas de la intimidad de la pareja (porque él convivió con ellos en lo que entonces era la residencia presidencial) y me pareció muy atractivo contar la historia de amor de Evita y de Perón.

Otro punto fuerte del libro tiene que ver con el perfil social de esta mujer tan importante en la historia argentina. Más allá de las ideologías nadie puede negar que Evita llevó adelante una obra social increíble. Llegó a un sector del que antes nadie se había ocupado. Su figura, su obra caló muy hondo en la sociedad de la época. 

-Seguramente debe haber sido complejo desarrollar ese perfil más íntimo de una mujer que es casi un mito.

-Como te decía en la respuesta anterior, buscaba darle un perfil humano, un perfil cercano a lo que fue su relación con Perón. Ese amor que los unía, sobre todo por parte de ella que se deslumbró desde el primer momento en el que lo vio. En relación a eso una vez le pregunté al padre Benítez: “¿Él la amaba?”. Y él me dijo, “Él la amaba como podía”. Y claro, un hombre con el perfil de Perón no era quizá lo más romántico ni cariñoso que una mujer pueda esperar. Pero no hay duda que la influencia del general sobre la personalidad de ella fue importantísima. Eva decía que la luz que ella tenía era la que había recibido de él. Además hay un hecho a destacar: en los años 44 y 45 ellos eran amantes. Y en esa época un amante no tenía casi lugar en la vida del otro. Perón pudo seguir teniéndola como amante y sin embargo le dio un lugar en su vida, se casó con ella. Así que la amó como pudo, y pudo bastante bien.

-¿Cómo fue el proceso de investigación? 

-El proceso de investigación fue arduo porque si bien yo novelé quería que la parte histórica fuera muy rigurosa. Todos los hechos, fechas y lugares que se narran están chequeados, confirmados y leídos previamente. Tengo en mi casa dos cajones llenos de documentación. Además en el proceso hubo dos cosas casi milagrosas. Por un lado pude contactar al escritor Enrique Pavón Pereyra que fue el biógrafo oficial de Perón, vivió con él muchos años en Puerta de Hierro. Él tenía documentación e información de primera mano. Enrique me recibió en su casa, puso su biblioteca a mi disposición e hizo algo  que siempre voy a agradecerle: me contactó con el padre Hernán Benítez.

El sacerdote, cuando cayó el gobierno peronista, no volvió a tener parroquia y se refugió en el barrio de Saavedra y después se fue a vivir a Vicente López. Allí no recibía a nadie, no oficiaba misa más que algunas en forma particular (tenía una capillita en su casa) y yo le escribí una carta y finalmente me recibió. Ese fue el segundo milagro porque pegamos tanta onda que almorzábamos juntos un sábado al mes y allí me contaba muchas cosas que yo permanentemente anotaba. Mi amistad con el padre Benítez siguió hasta su muerte. Y le debo a él dos novelas editadas en Córdoba: la de Lorenza Reynafé y la de Luisa Martel de los Ríos.

Es decir toda la documentación que usé para el libro me llegó de primera mano a través de Enrique Pavón Pereyra, del padre Benítez y de Cipriano Reyes, el histórico dirigente, que también aportó su mirada. A eso hay que sumarle documentación, libros… Además me leí todo sobre Eva Perón, tanto los libros a favor como los que estaban en contra. Por eso creo que “Eterna” tiene un gran valor documental. Está la historia completa de Eva Perón hasta su muerte. No quise abordar lo del cadáver porque era algo que me excedía,  además ya hubo gente que se ocupó de eso.

-¿Qué fue lo más movilizante que te pasó en el proceso de escritura e investigación?

-Lo más movilizante de escribir sobre Eva Perón fue poner en valor ese rol tan excluyente que tuvo en la Historia argentina. Ahora que han pasado muchos años, Evita sigue siendo polémica para algunos sectores. Pero paralelamente muchísima gente, que no responde al partido peronista o justicialista, reconoce el valor social de esta mujer en la vida de nuestro país. Ella excede con su figura y sus méritos al partido. Evita dejó su vida en eso. No olvidemos que murió a los 33 años, era una muchacha muy joven y entregó su vida a ese fuego que la dominada que era el afán por la justicia social.

Ella había vivido en carne propia el tema de la injusticia. Era una hija natural y por ende marginada. Ella sabía lo que era vivir en la marginalidad económica y social. Y eso fue lo que a mí me movilizó para publicar esta biografía novelada (biografía 60% y novelada 40%) que se tradujo en “Eterna” y que afortunadamente para mí la he visto publicada tres veces.

-¿Cuándo salió la primera edición?

“Eterna” se publicó por primera vez con una editorial que ya no existe en 1980. Muchos diagnosticaron mi muerte literaria a partir de ese libro y varios colegas no asistieron a la noche de la presentación. Después me la editó el partido peronista de Lanús. Y luego quedó ahí, relegada. La ofrecí varias veces y no tuve éxito. Hasta que por fin sucedió esta oportunidad con ediciones Del Fondo que ha sacado esta reedición corregida y aumentada. La edición es verdaderamente un lujo. Con más de 20 fotos de Evita de toda su vida y con detalles artísticos hermosos.

-La primera edición fue en plena dictadura pero este contexto actual también es complejo para ahondar sobre la figura de Eva, hay mucho enfrentamiento y diferencias políticas que parecen ser irreconciliables. ¿Cómo lo vivís?

-El 80 era una época en la que la gente vivía con mucho miedo por la dictadura militar. Esa editorial que ya no está sacó 5 mil ejemplares y lo único que queda es lo que se vende por internet a un precio carísimo. En ese momento era muy riesgoso, igual no tuve problemas, nadie me amenazó y el libro se vendió.

En el contexto actual hay gente a la que yo llamo recalcitrante a la que no hay forma que tenga una apertura para mirar una figura histórica desde un punto de vista social. Sin embargo creo que hay gente que pese a no comulgar con la idea peronista tiene una mirada más benévola. No lo veo tan difícil a este contexto en relación a los 80.

Cuando la editorial me liquidó ahora los primeros meses de venta de este libro, hubo una cantidad de ejemplares vendidos que yo realmente no esperaba. Y pienso que se debe a que la sociedad –sacando a los sectores extremistas- está más abierta con respecto a la figura de Eva Perón. 

Evita es una figura emblemática y ella sigue al tope de la veneración del partido que la vio nacer.

-¿Con qué se va a encontrar el lector al recorrer las páginas de “Eterna”?

-El lector de “Eterna” se va a encontrar con una figura de la que se dijeron muchas cosas -muy injustas a veces- y va a poder revalorizar su historia. El texto está contado a dos voces: por un lado en primera persona a través de la voz de Eva y por el otro desde la mirada de un relator.

Y en relación a la pregunta vuelvo atrás: a través de este libro va a poder revalorizar la figura de Eva aquel lector que lo lea sin prejuicios, esa gente que se despoje de las cosas malas que se han contado de ella y que la aborde desde el punto de vista humano y social, como una figura que marcó profundamente la historia argentina.

Creo que es una biografía novelada que le hace justicia a Eva y la pone en el lugar en el que una mujer de sus valores tiene que estar.

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