“Conocí la trayectoria de Julieta Lanteri y me sentí identificada”

La escritora marplatense Gabriela Exilart acaba de publicar “El susurro de las mujeres”, una novela que aborda tres temas centrales: la lucha feminista, la migración y la eterna dicotomía entre el amor y la pasión. En cuanto a lo histórico, hace foco en la figura de Julieta Lanteri.

Si bien en los últimos años los movimientos feministas han alcanzado una gran visibilidad, esta lucha de las mujeres por alcanzar la igualdad y ampliar sus derechos civiles data de años y años de compromiso y trabajo incansable. Y es allí donde se centra la escritora Gabriela Exilart para dar forma  su nueva novela “El susurro de las mujeres”. Con ese estilo narrativo en el que fusiona la Historia, el drama y el romance, Exilart cuenta la historia de tres inmigrantes italianas (que llegan de Italia a aquella Buenos Aires de 1910 en situaciones diferentes) y cómo se vinculan a Julieta Lanteri quien se vuelve una fuente de inspiración.

Partiendo de la figura de esta médica y política que abrazó la causa feminista, la escritora construye un relato atrapante que da cuenta del enorme esfuerzo que ha llevado a las mujeres el poder gozar de ciertos derechos actuales.

Tras su presentación en la Feria del Libro de Buenos Aires, donde la novela se consagró entre los libros más vendidos, Gabriela Exilart cuenta a Babilonia algunos detalles de “El susurro de las mujeres”.

 

-¿Cómo comenzó a gestarse esta novela?

-El susurro de las mujeres tuvo dos momentos: uno cuando viajé a Ushuaia, de donde me traje la historia de la cárcel del fin del mundo, y otro, en un taller al que asistí como alumna en el Programa de Adultos Mayores de la Facultad de Ciencias de la Salud y Trabajo Social. 

-Y a partir de eso, ¿cómo llega la fgura de Julieta Lanteri?

-Como asistente al taller de Mujeres en la historia. Historia de Mujeres, que coordina María del Carmen Valdez en el PUAM, conocí la trayectoria de Julieta Lanteri y me enamoré de ella. Me sentí identificada, en parte, por cuestiones personales, y me dije que esa vida tenía que contarse. Empecé a investigar, reuní material y en torno a ella nacieron las mujeres protagonistas de mi novela. 

-¿Qué le imprime ese contexto de la Buenos Aires de 1910 a la historia?

-La Buenos Aires de 1910 está en pleno festejo por el Centenario de la patria, es una ciudad con muchos cambios, que mira a Europa, que se moderniza, con avances tecnológicos como la llegada de los ascensores y los taxímetros. En ese contexto de progreso, también se modifican los parámetros culturales, y los reclamos de las mujeres -que venían gestándose desde principios de siglo- se abren camino.

-Además de la lucha de las mujeres, está también reflejado el tema de la migración. ¿Cómo viven ese proceso migratorio las protagonistas de esta novela, Allegra, Fiorella y Gianna (cada una recorre caminos diferentes)?

-Son tres mujeres muy distintas. Allegra es una tía joven todavía -alrededor de los cuarenta años-  que llega a Buenos Aires para casarse, viene llena de ilusiones en compañía de Fiorella, que carga una maleta repleta de sueños de progreso. Ese viaje es consensuado por la familia que queda en Italia. Gianna en cambio, escapa de su pueblo natal por razones muy distintas, aunque también tiene muchas expectativas generadas por las cartas que recibe de su hermana. 

-¿Cómo fue componer, desde lo literario, esas escenas de reuniones, asambleas en las que empiezan a debatirse los derechos civiles y políticos de las mujeres en Argentina?

-Tuve la fortuna de encontrar bibliografía donde están plasmados varios de los diálogos que mantenían esas mujeres en sus reuniones. Pude acceder también a las ponencias, por lo que no me resultó difícil escribir las escenas. Imaginé una reunión con mis amigas, las mujeres solemos hacer ese tipo de tertulias, incluso cuando no tratamos de un tema en particular; sólo tuve que trasladarme algunos años atrás. 

-¿Qué fue lo que más te sorprendió en este proceso de investigación?

-Encontrar a una mujer de ideas tan avanzadas como Julieta Lanteri, con sus métodos tan poco protocolares pero eficaces, con ese desparpajo ante la crítica y esa solvencia y convencimiento con que hacía las cosas. Además de su valentía. 

-¿Qué desafíos narrativos te generó hacer este libro? (Es decir en cuanto a las estrategias de escritura)

-Cada libro es un desafío en sí mismo. Cada comienzo de novela genera dudas sobre si es por allí, pero una vez que la historia se encamina, todo es fluir. 

-¿Qué lugar ocupa el amor en “El susurro de las mujeres? 

-En esta novela el amor es fundamental, porque una de las protagonistas se termina preguntando si es lo mismo amor que pasión. ¿Se puede amar sin sentir pasión? ¿Se puede disfrutar del sexo sin amor? A lo largo de la historia estas dudas se repiten entre distintos personajes y nos llevan a la reflexión sobre qué nos pasa a nosotros.

Fernanda Pérez

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