Ana Moglia: "Esta historia fue fluyendo con naturalidad"

 La escritora publicó este año «Después de la Tormenta», una novela que vuelve a las tierras misioneras y que sigue los pasos de algunos de los personajes de «La ruta de los sueños». 

 

 

 

 

 

 

El romance es su sello literario. Con enorme sensibilidad Ana Moglia transita el terreno del amor con su mejor arma: la palabra. Títulos como «Al otro lado del océano», «El jardín de los naranjos», «Promesa bajo la luna»  o «Con los ojos cerrados», dan cuenta de ese particular estilo narrativo con el que se ha instalado en el mundo editorial.

Editada por El Emporio, en el 2014 sacó «La Ruta de los Sueños» una historia que nos llevó al corazón de los yerbatales. Ahora regresa a esa universo, algunas décadas después, de la mano de «Después de la Tormenta».  

 

La escritora nacida en Entre Ríos pero radicada hace ya muchos años en Río Cuarto, nos habla de los desafíos que marcaron la escritura de este libro, el sexto de su carrera al que se le suma además su participación en la antología «Historias que enamoran». 

 

 

 – “Después de la Tormenta” nos lleva nuevamente a tierras misioneras, décadas después de aquella novela tuya “La ruta de los sueños”…. ¿Porqué decidiste volver a ese lugar? ¿Te quedaban aún más cosas por contar?

 

– «La Ruta de los Sueños» fue una novela que me marcó el corazón, fue muy movilizador para mí escribirla ya que, simplemente, lo hice sin conocer Misiones pero con la ayuda de gente increíble y generosa. Luego, cuando viajé, fue más emocionante aún. Creo que cuando suceden cosas tan fuertes, hay dejar pasar, despegarse para poder tomar real dimensión de lo sucedido y seguir, (y en esto agradezco infinitamente a los lectores) recibiendo comentarios que salen del corazón y me llenan de felicidad. No «decidí» escribir «Después de la Tormenta» con la intención de volver a esas tierras maravillosas, sino que algo mágico sucedió, algo que me atrapó en el momento menos pensado y fui derecho a Apóstoles, en Misiones, otra vez.

 

 

– Contános un poco sobre los protagonistas de esta novela: ¿quiénes y cómo son?

 «Después de la Tormenta» no es una continuación, tal como se entiende el término, sino un «desprendimiento» porque «La Ruta de los Sueños» tiene su final…. Este libro inicia con dos personajes de ese libro que cobran vuelo propio y viven su propia historia.

Se retoman muchos personajes pero siempre centrados en la nueva trama. Tenemos a Pedro Vennik, Benicio, Amparo, Rafael, Ela… y aparecen los nuevos personajes y ya en otro lugar, en San Justo, Pcia. de Santa de Santa Fe que nos llevarán a vivir situaciones jamás esperadas ni vividas.

 

 

 

 – La tormenta tiene un valor metafórico en el relato…. ¿cuáles son las tormentas que debe atravesar estos personajes?

– Si bien, la tormenta tiene un valor metafórico, lo tiene en partes, porque literalmente hay una tormenta y fue una de las mayores tragedias del país, allá por 1973.

Es cierto, hay personajes que atraviesan sus propias tormentas, como nos pasa a todos y debo confesar que me encantó trabajar en ello.

 

– La novela habla de lo vulnerable que somos los humanos, de nuestras fragilidades… ¿qué te impulsó a ahondar en este aspecto en particular?

– La verdad, no lo sé. La historia fue fluyendo con mucha naturalidad. Siempre digo que si es forzado a mí, particularmente, no me sirve ni me entusiasma pero si empieza a fluir es un buen indicio. Se dio con demasiada naturalidad. Es la forma en la que nos plantamos ante la adversidad y esto nos enseña a conocernos, a reconocer lo limitados que somos y a valorar, sobre todo, a reconocer lo que nos hace felices.

 

 

– Cada novela es sin dudas un desafío. A la hora de escribir, ¿qué desafíos te impuso “Después de la tormenta”?

– El desafío mayor fue escribirla mientras transitaba un cáncer. Así de simple. Y lo más bello es que me sentí igual que como con cada una de las otras novelas. No fue fácil, nadé mucho sin ver la orilla, pero jamás dejé de nadar hasta que la orilla apareció, cada vez más cerca, y de pronto estaba el libro terminado y lo había podido escribir y, lo más importante: lo hice con felicidad extrema. Estoy acostumbrada a los desafíos porque sé que siempre aparece gente increíble que, a la distancia, o como sea, te ayuda. En este caso con misioneros, correntinos y santafesinos que jamás me soltaron la mano.

 

– Saliendo un poco de la novela, sos una autora que trabaja mucho en la difusión de los libros. ¿Cómo ves actualmente la situación del sector editorial en general?

– No está nada fácil pero como vos decís, hay que trabajar mucho en la difusión y, sobre todo, con mucha delicadeza. No me gustan algunos egos que andan dando vuelta, es más, me causan rechazo, pero bueno, es una cuestión personal. Cada uno va haciendo su propio camino; en mi caso voy cosechando el mayor tesoro: los lectores. Hay que ir despacio,  seguir aprendiendo y formándose, seguir siendo, ante todo, la misma persona… acá o allá.

 

– ¿Estás ya pensando en un nuevo libro? ¿Podés adelantarnos algo? 

– No, por ahora acompaño a «Después de la Tormenta» y acompaño cada gesto de los lectores que me escriben, me hacen devoluciones o de las localidades que me invitan. ¡Disfruto mucho de eso! No soy arrebatada, en absoluto. Hay que ir despacio para llegar bien. Por más que esté pensando en algo, tampoco lo diría porque sería pisar el libro anterior. No entiendo a veces cómo apenas  un libro publicado podés decir que vas por el capítulo x de tu nuevo libro… Pro insisto, cada uno hace su propio camino. 

 

– ¿Qué mensaje le dejarías a tus lectores?

– Que disfruten la vida. Que hagan lo que los hace felices, lo que les gusta mientras no hagan daño a otras personas. Gracias Dios tengo una familia que entendió, desde el primer día, que escribir es lo que amo y lo que me hace bien. Hacer lo que nos gusta, nos da serenidad para enfrentar todos los momentos que a veces no nos gustan pero que hay que pasar. Hacer lo que nos hace bien, nos permite salir fortalecidos y darle a cada cosa el valor y la importancia que tiene.

 

 

 

Sinopsis de «Después de la Tormenta»

 

Apóstoles, Misiones. Establecimiento yerbatero Los Lapachos. Junio de 1947.

Rafael Acuña y Amparo Vennik esperan su primer hijo. Sus vidas transcurren en medio de los cultivos de la yerba mate siguiendo con el legado que les dejó Pedro, el padre de Amparo.  A partir del nacimiento de la bella Arami, las vidas de ambos atravesarán momentos impensados.

 

La nieta de Pedro Vennik, Arami Acuña, se recibe de médica en la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe y su vocación la llevará como voluntaria a la ciudad de San Justo pero una tragedia cambiará su vida y pondrá a prueba a toda su familia.

 

“Después de la tormenta” nos lleva a aceptar  la fragilidad de los planes humanos y lo limitado de nuestro entendimiento. Nos lleva a aceptar que cada persona está en el lugar indicado en el momento justo. Nos lleva a aceptar que los milagros pueden suceder después de las tormentas.

 

 

 

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