Babilonia Literaria
Las historias de amor siempre tuvieron su lugar en el mundo editorial. Resistidas por los críticos y ampliamente aceptadas por el público, el romance -sea histórico o contemporáneo- sigue teniendo un lugar privilegiado en las librerías.
Aunque años atrás vivió su momento de mayor esplendor, actualmente en nuestro país se mantiene el crecimiento de escritoras que abordan el género. Con estilos narrativos muy diferentes, con una mirada que indaga en el pasado o en el presente, y con mayor o menor dosis de erotismo, las pasiones siguen sumando voces.
En esta línea, y previo a la apertura de la Feria del Libro de Buenos Aires, acaban de salir a la venta tres novelas enmarcadas en este género: “Apartadas” de Silvina Ruffo, “Promesa bajo la luna” de Ana Moglia y “Ojos grises” de Claudia Barzana.
Aprovechando el lanzamiento de sus libros, las tres autoras reflexionan junto a Babilonia Literaria sobre la situación actual del género.
– A la hora de escribir, ¿qué las lleva a seguir apostando por historias que están atravesadas por el amor?
-Claudia Barzana: Yo aparte de escritora soy lectora, y si bien me gustan todos los géneros, las historias atravesadas por el amor son las que más me seducen.
– Silvina Ruffo: Creo que a eso una no lo decide; por lo menos es lo que me ocurre a mí. Muchas veces comienzo a escribir una novela y me digo ¨esta no va a ser de amor¨; pero luego, al avanzar con la escritura, al meterme de lleno en la trama, siempre aparece el amor, en alguna de sus formas.
– Ana Moglia: En mi caso, tiene que ver con mi personalidad. El hecho de tener siempre esperanza en que las cosas lindas nos pueden suceder. El amor puesto en cada cosa que hacemos… Para mí, es el motor fundamental.
– ¿Por qué creen que hay una gran parte del público lector -en especial mujeres- que elige leer novelas románticas?
– S. R.: El amor es parte de la vida y una parte muy importante. Como dice Ana, es el motor de las personas… Leer historias de amor hace que podamos sentirnos identificados con sus personajes.
– C. B.: El amor es un sentimiento que nos atraviesa a todos. A veces uno puede ver reflejada su propia historia en una novela romántica, o a la inversa, sentir a través de las letras aquello que no ha vivido.
– A. M.: Justamente por lo que decía antes: las personas necesitan tener o reforzar la esperanza en que las cosas lindas les puede pasar. El mundo entero necesita más amor, más esperanza, más tolerancia.
– ¿Creen que en los ámbitos literarios la novela romántica está menospreciada?
– A.M.: No, yo no diría “menospreciada”, lo que pasa es que algunos que escriben a veces piensan que hacer novelas románticas no está bien visto, (claro, algunos a los que llamaría mediocres y soberbios). El público de Romántica es maravilloso y en mi caso, tengo muchos lectores varones que hacen devoluciones exquisitas.
– C.B.: Yo creo que a la novela romántica se la ha denostado considerándola un género menor, tratándola de rosa, buscando términos y fundamentos para menospreciarla. No estoy de acuerdo para nada con todo esto. Hay grandes referentes en la novela romántica que dan prestigio a este género, al que me da felicidad pertenecer.
-S.R.: Sí está menospreciada. Tal vez porque ha quedado una concepción antigua de lo que es la novela romántica (la novela rosa). La novela romántica de hoy cambió, es más fuerte; ya no es sólo el muchachito que se enamora de la chica, sino que tiene muchísimos condimentos que la enriquecen. Y esto es gracias al público lector, que cada vez es más exigente.
-¿Qué es lo más difícil de escribir una historia de amor?
-C.B.: Dar con la trama ideal para ofrecer la base necesaria al relato, evitando que haya baches en la narración. Por otro lado que los personajes sean creíbles y fieles a su esencia a lo largo de la novela.
-A.M.: Saber que en algún momento deberé desprenderme de la historia. Eso es lo más difícil, lo que más sufro, lo que más me cuesta.
-S.R.: Lograr personajes creíbles. Esto, de todas maneras, no es exclusivo del género romántico, sino que es el objetivo del autor en todos los géneros literarios.
-¿Son partidarias del final feliz?
-S.R.: No busco un final feliz. Cada novela debe tener un final que se justifique, o sea que sea coherente con la historia que vengo contando y si ese final es triste y por desgracia los amantes deben quedar separados, así lo hago. No fuerzo un final para que queden juntos y vivan felices siempre. Mis novelas reflejan la vida misma y no siempre en ella se logran los cometidos.
-C.B.: Soy partidaria del final feliz de los protagonistas, es un ingrediente de la novela romántica que respeto. Si durante toda la novela están luchando por estar juntos, sería ingrato que tuvieran un final dramático. Eso no significa que sucedan situaciones límites entre los personajes de la novela, pero no condenaría a los protagonistas a un final desgraciado.
-A.M.: Sí, yo creo que la humanidad entera necesita finales felices. Puede haber algún final específico para un personaje que no sea el que deseamos porque la historia lo pide así pero en general mis historias terminan como los personajes desean, y digo esto porque a veces el mismo autor piensa un final y resulta que el personaje nos fue llevando hacia otro.
-¿Cuál es la dosis de erotismo, romance, realismo e investigación que conllevan este tipo de novelas?
– C.B.: A mis novelas le dedicó bastante tiempo a la etapa de investigación, para darle un marco histórico, fidedigno e interesante. Con respecto al erotismo y a la sexualidad depende lo que requieran los personajes, eso se ve reflejado en la personalidad que le imprimo a cada uno.
– S.R.: Creo que para que una novela de cualquier género guste al lector, debe tener de todo un poco. Pero eso es algo que surge mientras una escribe; no estoy agregando un poquito más de esto porque le falta o sacando un poquito más de aquello porque le sobra. También depende en qué momento de nuestra vida (como autores) escribamos.
– A.M.: Para mí, la dosis justa. No me gustan los excesos. La novela aun siendo ficción, debe parecer lo más real posible. Son necesarios estos componentes pero sin exagerar con cada uno de ellos
– ¿Creen que este interés del público lector por la novela romántica se va a mantener en el tiempo?
– S.R.: Sí creo que sí se va a mantener en el tiempo. Ahora es un bomm; tal vez en alguna época pueda disminuir de intensidad pero nunca va a morir. Desde siempre a la gente le gustó leer sobre el romance, sobre el amor, sobre el desamor, sobre los lazos sanguíneos, o sea: sobre la vida misma.
– A.M.: Sí, siempre y cuando estemos a la altura con lo que escribimos, con el compromiso que asumimos con los lectores desde la primera novela.
– C.B.: Yo pienso que el interés por la novela romántica se va a mantener, como se viene sosteniendo desde hace tanto tiempo.
Relatos para enamorarse
En abril salieron las tres novelas de estas autoras. Cada una de ellas ofrece una pequeña sinopsis al lector sobre estos relatos que abrevan en el amor y la pasión.
“Ojos grises”, de Claudia Barzana.
“Esta novela surgió a partir del personaje de Máximo Uriarte nacido en El ímpetu del mar, él se merecía una historia propia. Máximo tiene un pasado oscuro que se irá descubriendo de a poco, cuenta con varios enemigos, pero lo único que le importa y lo distrae es el amor que siente por Béatrice. No solo la familia de ella, si no todas las circunstancias que los rodean, van a conspirar para que estén juntos. Es una historia de amor intensa, atravesada por grandes dificultades y dolores. Los protagonistas deberán pasar por distintas situaciones para defender ese profundo amor que sienten…
París, Buenos Aires, la colonia y el campo, serán los diferentes escenarios que recorrerán todos los personajes”.
“Apartadas”, de Silvina Ruffo.
“Inicialmente, mi idea era contar una historia que hable de aquellas personas que son apartadas de la sociedad, o que se sienten así, por distintas circunstancias de la vida. Cuando comencé la búsqueda del escenario encontré ese lugar maravilloso, místico y riquísimo en historia que es el Hospital Santa María en Santa María de Punilla (Córdoba). Ese sitio fue creado para apartar y ‘curar’ a los enfermos de Tisis Tuberculosa y luego más tarde cuando la misma fue controlada y ya no hizo falta apartar a los enfermos, se transformó en psiquiátrico. Esa fue la punta del ovillo, luego fui yendo donde me fue llevando la marea.
Hay una historia de amor muy intensa en una de las protagonistas pero ése no es el motor de la novela.
Las tres protagonistas de ‘Apartadas’ son: Juanita Pereda-Girado (una joven de Buenos Aires que pertenece a la aristocracia), Úrsula Ibáñez (una mujer que está desecha por dentro y que ha sido encerrada en el psiquiátrico por una serie de hechos) y Lara Altamirano (una escritora, actual, activa, que siente que su carrera está en descenso y que considera que ya no puede encontrar más historias interesantes para escribir)».
“Promesa bajo la luna” de Ana Moglia.
“Promesa bajo la luna nació pura y exclusivamente gracias a los lectores. Luego de El Jardín de los Naranjos, comenzaron a llegarme en forma ininterrumpida mensajes por distintas vías para que escriba la vida de uno de sus personajes: Zahîr Contezemolo. Al principio pensé que era solo casualidad, pero fueron tantos los lectores que pedían esta nueva historia que lo hablé con mi editora (Tamara Sternberg de El Emporio Ediciones) y finalmente lo hice…. Es una novela de una dulzura exquisita. Una historia con magia. Estoy convencida de que las cosas suceden por una razón, no hay paso que hagamos que no esté marcado de antemano. En esta historia lo que me interesa mostrar es que cuando sentimos algo, por más que hagamos lo imposible para que se vaya de nuestro pensamiento, no resultará”.
