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«Quizás no tenía ganas de crear un personaje y sí de reírme de mis anécdotas»

Roly Serrano, distinguido recientemente con el Premio Carlos a Consagración, presenta en la Azucena Carmona del Real su obra “Rolando”, donde narra de manera reflexiva y humorística, su propia vida. Un monólogo crudo y genuino, sincero y conmovedor. Además, en esta nota, Serrano nos cuenta de su #perfillector y el libro que lo marcó en la infancia.

Roly Serrano quiere hablar de “Rolando”. “Roly”, ese multifacético actor (de teatro (Burundanga, Relojero), cine (Martín Fierro, la película / Gilda) y TV (El marginal, Entre hombres)  -también titiritero), se despoja de lo que pudo ser y no fue, de frustraciones y desvelos, de amarguras y desdichas, también de décadas arriba del escenario, para mostrarse frente al público de manera genuina, desplegando  historias personales jamás contadas.

“Rolando” siente que tiene mucho para decir. En este mundo empecinado en mostrar sólo éxitos y  metas alcanzadas, medallas y méritos, a él se le antoja presentarse sobre una silla de ruedas, vulnerable y solitario, con una bata médica como vestuario, reflexionando – no sin humor, no sin amor-, sobre su compleja existencia.

“Quizás no tenía ganas de crear un personaje y sí de reírme de mis anécdotas anterior a la operación y también del post operatorio. Hacer algo cercano a un stand up sin serlo” dice Serrano en diálogo con Babilonia y en la previa a la actuación que dará esta noche en el Teatro Real. Roly se pone en el centro de la escena y junto a él, uno de los momentos más difíciles que tuvo, cuando decidió realizarse una operación gástrica para luchar contra la obesidad que apareció años después que murió Claudia, su gran amor.

“Rolando”, con dirección de Alfredo Megna, estrenó en julio del 2023 en Buenos Aires y con el tiempo inició una gira que lo trajo a Córdoba, ciudad que adoptó muchas veces como su segunda casa, para hacer varias funciones. El verano lo invitó a quedarse para la temporada, lo distinguió con un premio Carlos Consagración por toda su labor en escena, y esta noche vuelve a subir a las tablas en la sala Azucena Carmona.  

Reflexivo, punzante, íntimo, desopilante, Serrano se expone en esta obra, y también esta pequeña nota donde le preguntamos acerca de la obra y también sobre su perfil como lector.

-Roly habla de Rolando. El personaje habla de la persona. ¿Qué necesidad había ahí de mostrarse en escena?

-En un principio no fue necesidad, creo que se dio así porque sí. Quizás no tenía ganas de crear un personaje y sí de reírme de mis anécdotas, tanto antes de la operación como del post operatorio y hacer algo cercano a un stand up sin serlo. No creo que sea stand up porque eso es una conexión directa del actor con la gente y yo acá no rompo la cuarta pared.

-¿Qué etapa de tu vida fue la más difícil de poner en palabras para luego llevarla al unipersonal?

-La más difícil de poner en palabras fue cuando hablo de Claudia, de mi amor, del gran amor de mi vida. Del dolor de la pérdida, pero no quería hablar específicamente de eso, y tampoco ponerle palabras al dolor, sino que merecía algo más. De ahí es que nació esa poesía que es un homenaje a los besos, a los gestos que yo tuve con ella. Me pareció más poético y menos documental.

– Ya hace varios meses que estás presentando la obra, ¿cómo fue la devolución de la gente y cómo te sentiste con eso?

– La devolución de la gente es algo que no me esperaba, no esperaba tanto. Se genera un clima tan hermoso, de conexión que es increíble lo que sucede. La obra fue planteada como una especie de pieza de cámara para no más de 100 personas y cuando se da dentro de esa cantidad de público se da esa conexión que yo hablo, con la cercanía Y es maravilloso porque, por un lado pongo en el escenario tantos años de oficio y por otro lado veo y siento que lo que estoy diciendo, lo que estoy contando a la gente realmente le encanta. Termina la obra y aplauden de pie y es muy emocionante.

Cinco preguntas lectoras

1 ¿Cuánto hay de tu perfil lector en tu oficio de actor?

Si lo hay, es muy poco. Pero lo hay, quizás, dependerá más mis actividades como actor que de literatura.

2 ¿Qué te gusta leer? ¿Cuáles son tus géneros preferidos?

Por lo general los cuentos son la literatura que más prefiero leer. Soy muy distraído, tremendamente distraído, cosa que me hace difícil leer una novela donde suceden muchas cosas o tenés más datos. Bueno, una imagen, por ejemplo, sigue volando en mi cabeza y de pronto me di cuenta que pasé cuatro páginas, por eso mi preferido son los cuentos. Hay una literatura inmensa, solo a partir de los cuentos.

3 ¿Cómo te describirías como lector?

No soy un gran lector, sobre todos los últimos tiempos. Crecí leyendo revistas y aventuras y el chiste gráfico. Sí puedo decir que la poesía para mí es muy atrapante. Con el advenimiento de las plataformas me hice más vago en la lectura.  

4 ¿Qué recomendarías? ¿Por qué?

Papillón (de Henri Charrière). Fue un libro que cayó en mis manos a los 16 años, me obsesionó muchísimo el tema de la Libertad, algo que defendí y defiendo tranzas la libertad.

5 ¿Hubo algún libro que te marcó en tu infancia o adolescencia? ¿Cuál y por qué?

Bomba es la historia de un niño perdido en la selva brasilera. Es una historia muy simple, pero llegó a mis manos y me identifiqué de una manera muy rara, porque yo –a pesar de que vivía en un entorno pseudo familiar- era un niño muy solo, vivía solo y me hacía sentir como este niño Bomba, en la selva, sobreviviendo todos los días. Es un libro que marcó en muchísimos sentidos.

Dónde y cuándo

“Rolando” se presenta esta noche a las 21.30 en la sala Azucena Carmona del Teatro Real (San Jerónimo 66) con entrada general de $6000 en Autoentrada.

 

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