La escritora Gabriela Margall comparte con Babilonia un fragmento de su novela “La viajera del sur”.
El libro forma parte de la saga “Romance y Espionaje en tiempos de independencia” y se trata de la tercera entrega que se completa con los títulos “Si encuentro tu nombre en el fuego” y “Con solo nombrarte”.
El jinete que comandaba el grupo la llamaba. Se había rezagado.
Asintió y apuró el caballo. Wesley se puso a su altura. Sus ojos estaban alarmados.
—Estoy bien —le aseguró ella.
Por la persistencia de su mirada quedó claro que no le creía. Lo miró con la misma intensidad, para asegurarle que estaba bien, que podía seguir. Wesley asintió y, por un segundo, ella pudo advertir un pestañeo que no estaba calculado, que le hizo brillar los ojos con admiración.
Después de pasar por una pequeña aldea llegaron a una de las colinas que protegían el cuartel de Napoleón. No podían ir más allá sin exponerse al alcance de las armas enemigas. Se bajaron de los caballos y se escondieron detrás de unos arbustos. La misión era simple: debían observar el campamento francés, entender el estado de ánimo de las tropas, el movimiento nervioso de los caballos, el andar de criadas y cocineras.
Wesley hizo un leve gesto para señalarle algo. No hacía falta. Lo distinguió entre los oficiales y soldados, era imposible confundirlo. No era gallardo, ni atractivo, ni se acercaba a la majestuosidad de un héroe griego. Tenía la estatura y el porte de un hombre común que en cualquier otro momento de la historia sería anónimo. Pero era Napoleón y con eso bastaba para que cualquier ojo supiera que estaba delante de alguien que había elegido estar ahí. Julieta se quedó sin aire.
El secretario de Wellington ordenó el regreso.
Ella miró por última vez el campamento francés. Napoleón volvió la cabeza hacia la colina que abandonaban. Julieta nunca sabría si sus miradas realmente se cruzaron o él había se había fijado en otra cosa más cercana. Pero ella creyó que sí, que, por un instante parecido a una eternidad, se miró a los ojos con el hombre que había cambiado la historia.
—Vive la liberté —le susurró y partió al galope.
Sobre Gabriela Margall
Gabriela Margall (1977) es escritora, historiadora y profesora de Historia egresada de la Universidad de Buenos Aires. Desde 2006 escribe y publica novelas histórico-románticas, conjugando la investigación sobre mujeres y vida cotidiana con personajes de ficción. Es autora de Lo que no se nombra, La princesa de las Pampas, La Dama de los Espejos, El secreto de Jane Austen, Ese ancho río entre nosotros, Huellas en el desierto y La institutriz, entre otras novelas. En el año 2018 publicó junto a Gilda Manso La historia argentina contada por mujeres, colección en tres volúmenes que recupera la voz femenina en la reconstrucción del pasado argentino.